Estamos acostumbrados a ver multitud de pruebas de choque de SUV, compactos o todoterrenos que organismos como Euro NCAP, Latin NCAP o Global NCAP realizan para evaluar la seguridad de los coches que se venden en los diferentes mercados. Pero no es usual ver desde dentro cómo responde una autocaravana o una furgoneta camperizada a un choque frontal a una velocidad elevada.
La Administración de Transporte de Suecia ha llevado a cabo una serie de pruebas de choque con dos vehículos recreativos debido a su éxito en el país -especialmente la Fiat Ducato- y los resultados no han sido buenos.
El choque frontal de una autocaravana a 65 km/h
Cuando se viaja en autocaravana o furgoneta camperizada es fácil notar que se trata de una casa móvil con ruedas bastante inestable en algunos casos y llena de objetos potencialmente mortales ante un choque, como la nevera, las mesas, la mampara de una ducha, la cocina con fogones, una pequeña bombona de butano que debes acordarte de cerrar una vez hayas terminado de usar...
Y es que antes de animarte a usar uno de estos vehículos recreativos para pasar unas vacaciones debes estar dispuesto a vigilar cada pocas horas que los niveles de las aguas grises y negras no sean demasiado altos, que el depósito del agua esté lleno y quizá lo más importante: que una vez hayas reanudado la marcha te hayas acordado de sujetar cualquier objeto susceptible de salir despedido ante una ligera frenada, véase puertas de armarios, cajones o los objetos que se hayan dejado sobre la mesa.
Si ante una curva algo pronunciada o una frenada más larga de lo normal ya eres consciente de cómo cruje el mobiliario que llevas detrás, imagina cómo es un choque frontal a 65 km/h. Y es que ante una fuerte desaceleración, cada objeto multiplica su peso.
Las pruebas de choque que ha llevado a cabo la Administración de Transporte de Suecia con una semi integrada y otra completamente integrada son las mismas pruebas de colisión frontal -el tipo de accidente más frecuente- utilizada en Euro NCAP para los vehículos de pasajeros, aunque en este caso la velocidad pasa de 90 km/h a 65 km/h para adecuarlo al tipo de vehículo.
El impacto frontal se produce contra una barrera correspondiente a un vehículo del mismo peso.
"Alto riesgo de sufrir lesiones graves"
Los resultados han demostrado que tras el choque se produce una deformación muy elevada del frontal del vehículo, haciendo que la barrera cause un gran daño estructural en el habitáculo.
Una de las conclusiones a las que llega la Administración es que las autocaravanas puestas a prueba tienen una zona de deformación relativamente corta en relación con su peso, por lo que el conductor tiene un riesgo muy alto de morir o sufrir lesiones graves:
"Todos los que viajan en el automóvil corren un alto riesgo de sufrir lesiones graves a causa de los accesorios que se suelten durante el choque", explica el organismo.
En 2017, la OCU junto a otras asociaciones de consumidores también llevaron a cabo una pequeña prueba de choque para demostrar la peligrosidad de que algún pasajero circule sin el cinturón de seguridad mientras una autocaravana está en marcha:
Y las pruebas en laboratorio del Real Automóvil Club de España demuestran de manera explícita la peligrosidad de transportar objetos en el vehículo de manera inadecuada.
En Motorpasión | Contra prejuicios y luchas de intereses. Así de complicado e improbable fue la creación de los Toyota GT86 y Subaru BRZ