La Fundación Mapfre ha publicado un exhaustivo estudio centrado en los riesgos que implica el uso de patinetes eléctricos, cuya legislación continúa actualizándose y endureciéndose con el paso de los años. En él no solo se desvelan los resultados de varias pruebas de choque, sino también datos sobre siniestralidad relacionados con el uso de estos Vehículos de Movilidad Personal (VMP).
En 2020 murieron seis personas en España que conducían un patinete eléctrico: el 80 % de los siniestros se produjo por colisión con otro vehículo.
El problema de no existir edad mínima: en 2020 falleció una usuaria de 10 años
Este estudio, en el que también ha colaborado el departamento de vehículos de CESVIMAP, se pone de relieve el incremento de siniestros y de fallecidos en los que se ven involucrados patinetes eléctricos:
Durante 2019 se produjeron 300 siniestros con víctimas de diferente consideración, con cinco fallecidos. Nueve menores de 16 años estuvieron implicados en uno de estos siniestros, que casi en su totalidad (96 %) se produjeron en vías urbanas.
En este año, dos de los fallecidos fueron adolescentes, de 15 y 16 años.
En 2020, según los datos del estudio, se produjeron 100 siniestros con patinetes eléctricos involucrados, y seis personas perdieron la vida. Una de ellas era una niña de 10 años por un golpe en la cabeza.
De acuerdo a la Sociedad Española de Medicina Intensiva, hasta un tercio de pacientes que ingresan por golpes, en los que están involucrados VMP, presentan traumatismos craneoencefálicos de diversa consideración.
En este caso se podría llegar a producir pérdida de conciencia, lo cual podría agravar aún más la situación ya que no se podrían evitar, de ninguna manera, los golpes posteriores.
Ante este escenario, la DGT ha anunciado que impondrá el uso del casco y una edad mínima a los usuarios de VMP vía Real Decreto, sin dar más detalles por el momento.
Pruebas de choque con un patinete Xiaomi y un SEAT
Según el estudio, a una velocidad de 25 km/h -la máxima legal-, el riesgo de lesiones graves desde el punto de vista tanto del conductor del patinete eléctrico como de peatones contra los que el primero pueda chocar es ya considerable.
De hecho, del total de siniestros analizados durante el 2020, el 80 % se produjo en colisión con otro vehículo, dentro de los cuales el vehículo que estuvo involucrado en la mayor parte de las colisiones es el turismo/coche, con un 66 %.
Partiendo de este análisis, se han llevado a cabo tanto simulaciones virtuales como reales, con vehículos y dummies, para recrear el choque de un Xiaomi Mijia M365, que circula a 25 km/h, contra un Chrysler Voyager:
Las zonas que sufren una mayor fuerza de impacto son la rodilla izquierda, que, en este caso, es la primera parte del cuerpo en entrar en contacto con el vehículo y, en segundo lugar, la cabeza. Pese a que el dummy llevaba puesto un casco, el golpe afecta tanto al casco como a la cara del conductor.
Las extremidades y el tórax también sufrieron importantes daños. Por su parte, se ha destacado la elevada resistencia del patinete al crash-test, gracias a la aleación de aluminio.
A continuación, se ha simulado el atropello a un menor de edad por un SEAT eXS KickScooter, también a una velocidad de 25 km/h:
El conductor del dummy no presenta daños de elevada envergadura, ya que es el peatón el que recibe el golpe mayor al absorber la mayoría de la energía del siniestro, y es quien frena al vehículo.
Por su parte el peatón recibe el golpe directo en el costado derecho y la cabeza, así como la zona pélvica, y se acaban desplazando ambos a lo largo de 2,4 metros durante 3 segundos.
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