Hace sólo unos días hablábamos sobre el coche eléctrico de competición que CUPRA ha preparado para competir en el futuro e-TCR: el CUPRA e-Racer. Se trata de un pepino con picos de hasta 670 CV del que ahora podemos conocer más detalles y, además, ver cómo lo ensamblan los especialistas de carreras.
Una batería de 450 kg y 6.072 pilas
Del SEAT León original no queda demasiado. Al chasis del vehículo de producción se le ha despojado de todo lo innecesario y se le ha añadido una nueva jaula de seguridad obligatoria y que incrementa la rigidez estructural del conjunto, además de recibir nuevas suspensiones y los montantes necesarios para equipar la nueva tecnología eléctrica.
La batería encargada de alimentar los cuatro motores eléctricos que mueven a este SEAT León del futuro está compuesta por un bloque que suma un total de 6.072 pilas en 23 paneles diferentes que pesa un total de 450 kg.
Según Xavier Serra, director técnico del proyecto, "la colocación ha sido el mayor reto al que nos hemos tenido que enfrentar", y forma una especia de L tumbada que reparte parte del peso bajo el chasis y otra parte detrás de donde irían los asientos traseros, para así repartir de una forma óptima el peso añadido.
Los cuatro motores eléctricos están situados en la parte trasera del vehículo para convertirlo en un trasera eléctrico. Cada uno de estos propulsores puede alcanzar 12.000 revoluciones por minuto y entregas máximas de hasta 500 kW (670 CV), aunque su entrega convencional le permite alcanzar de forma continua los 300 kW (más de 400 CV).
Como ya vimos, la carrocería es puramente diseñada para competición. Los rasgos del León de producción se mantienen pero se ha trabajado en conferir al e-Racer de una aerodinámica que le ayude a pegarse al asfalto en las curvas y ofrecer la menor resistencia aerodinámica posible en recta.
Por eso, incluso los retrovisores se han sustituido por pequeñas cámaras de visión trasera que proyectan la imagen en una pantalla situada en el salpicadero.