El día 11 empieza el Salón del Automóvil de Bruselas. En vista de lo que ha ocurrido en ocasiones anteriores, la ministra de igualdad de Bélgica ha escrito a los organizadores de la muestra así como a los expositores. El motivo ha sido pedirles que las azafatas usen una vestimenta más recatada.
Su intención es evitar la relación sexista de mujer-objeto, al usar las azafatas como reclamos de otro objeto, un automóvil. No cree que sea un buen ejemplo para las familias que van con chiquillos, profundiza en los problemas de discriminación sexual. Es su idea y la respetamos, pero ¿hasta qué punto estamos de acuerdo?
Desde 2002 he acudido a varios salones del automóvil, la mayoría por trabajo. En los días de la prensa proliferan las azafatas junto a las novedades, hay menos con público. Son elementos imprescindibles para el salón, y para ellas es un trabajo duro. Probad a estar ocho horas de pie con tacones, a ver qué tal se os da.
"Sin tetas no hay paraíso"
Creo que el público que fundamentalmente se interesa por los coches y este tipo de exposiciones es mayoritariamente masculino. Como hombre, me veré más incentivado a acercarme a un coche si hay una azafata que si hay un azafato. Más de uno estará de acuerdo con mi afirmación, especialmente heterosexuales.
En cuanto a la vestimenta de las chicas, tiene que haber un lógico compromiso entre el decoro, su comodidad (que no pasen frío ni calor), el buen gusto, etc. Obviamente si en un stand las chicas van medio desnudas, tendrá más éxito. Esto es más fácil de ver en salones del tuning, que tienen un público más específico.
La ministra belga mejor que no sepa cosas que han pasado en China. Corrieron por Internet unas fotos de un salón en el que se usaron como reclamo niñas en bikini, lejos de tener su primera menstruación. No se habían escapado de sus padres, no. En ese país las azafatas enseñan... bastante.
¿Y qué me decís de esta otra imagen? Se tomó en la ciudad de Guiyang, iba cubierta únicamente por una braguita tanga, una mínima cobertura en los senos y un collar. El coche que estaba promocionando, ni idea de cuál es, pero el personal se hartó de sacarle fotos junto a un cocodrilo pequeño que formaba parte de la escena.
Al menos, esta muchacha es adulta. Me temo que la ministra belga ha sido un poco exagerada. Que una azafata enseñe un hombro o parte de la espalda no debería ser un problema para nadie. Si un crío asocia eso con que las mujeres son objetos, habría que ver qué educación está recibiendo.
Lo reconozco, yo he ido a tomar fotos de las azafatas, de cara y a traición, y que me tire la primera tuerca oxidada el que esté libre de pecado. Los artículos recopilatorios de fotos de azafatas en los salones tienen mucho éxito independientemente del salón del que hablemos.
Somos así, ¿pero eso indica que tratemos a la mujer como un objeto? No sé yo. En la época de mi tatarabuelo, ver un tobillo era una visión erótica de alucine. Pobrecillo, lo que le habría pasado de ver una chica en trikini, ese que hemos visto todos en algún correo en cadena.
Tan incorrecto es tratar la mujer como un objeto, como al hombre en un anuncio de lavadoras en el que es mostrado como un completo inútil. Las asociaciones sexistas al automóvil son inevitables, pero la educación de cada uno es lo que permite discernir y tener los conceptos claros.
Al fin y al cabo, ya somos mayorcitos, ¿no?
PD: Mando un abrazo envenenado al periodista gráfico que me sacó una foto con las 30 azafatas de Mazda en 2008 y nunca me mandó la imagen. La habría ampliado a tamaño póster.