Las baterías de los coches con sistema start/stop, conocidas como baterías AGM (Absorbed Glass Mat) y EFB (Enhanced Flooded Batteries), son componentes esenciales para el funcionamiento eficiente y fiable de la inmensa mayoría de los vehículos modernos.
Estas baterías se diferencian de las baterías tradicionales en varios aspectos y están diseñadas específicamente para soportar las exigencias de los sistemas start/stop, una característica cada vez más común en los coches desde hace casi dos décadas, ya que contribuyen a la eficiencia del consumo de combustible y la reducción de emisiones.
Qué son las baterías AGM y EFB: diferencias esenciales
Las baterías AGM han sido la opción preferida para los vehículos con sistema start/stop durante muchos años. Estas baterías utilizan separaciones de fibra de vidrio para las celdas manteniendo el electrolito estable y generando resistencias internas muy bajas, lo que las hace resistentes a las vibraciones y permite un rendimiento confiable incluso en condiciones de alta demanda.
Estas baterías, además de ser especialmente populares en el mundo de las caravanas, autocaravanas y camperizaciones (ya que tienen una buena capacidad para resistir descargas lentas y prolongadas de bajo consumo), también se emplean en vehículos de gama media-alta y alta, SUVs, o coches con sistemas start/stop y recuperación de energía de frenado.
En cuanto a las baterías EFB son una evolución de las baterías de plomo-ácido convencionales, diseñadas para ofrecer una mayor durabilidad y capacidad de carga, siendo menos sensibles a las altas temperaturas que las baterías AGM. Son especialmente adecuadas para vehículos compactos y de gama media con sistemas start/stop básicos o sin start/stop pero con requisitos de conducción exigentes, como tráfico urbano.
Así, aunque ambos tipos de batería están diseñadas para manejar las demandas de los sistemas start/stop, podríamos decir que existen tres diferencias clave entre ellas:
- Durabilidad y ciclos de carga: Las EFB tienen una vida útil más larga y pueden manejar el doble de ciclos de carga que una batería de arranque convencional. Las AGM, por otro lado, ofrecen una mayor resistencia a los ciclos de arranque y parada frecuentes.
- Tolerancia al calor: Las investigaciones recientes muestran que las baterías EFB superan a las AGM en tolerancia al calor, siendo capaces de manejar temperaturas más altas sin deteriorarse rápidamente.
- Precio: Las baterías EFB son generalmente más asequibles que las AGM, aunque las AGM siguen siendo preferidas para aplicaciones que requieren un alto rendimiento y durabilidad en condiciones extremas.
Una cuestión de química (y de precio)
Las baterías diseñadas para vehículos con sistemas start/stop son más caras debido a varias razones. En esencia, estas son las principales:
- Tecnología avanzada: Tanto las AGM como las EFB utilizan tecnologías avanzadas que les permiten manejar las demandas específicas de los sistemas start/stop, como la resistencia a ciclos repetidos de carga y descarga y la capacidad de mantener un alto rendimiento en condiciones adversas.
- Durabilidad mejorada: Estas baterías están construidas para durar más que las baterías convencionales, lo que implica materiales de mayor calidad y procesos de fabricación más complejos.
- Capacidad de carga y descarga: La capacidad de estas baterías para manejar múltiples ciclos de carga y descarga sin perder eficiencia es crucial para el funcionamiento de los sistemas start/stop, lo que aumenta su costo.
- Resistencia a altas temperaturas: Las pruebas han demostrado que las baterías EFB, en particular, pueden manejar temperaturas más altas mejor que las AGM, lo que requiere diseños y materiales especiales que aumentan el precio.
Elegir entre una batería AGM y EFB dependerá de las necesidades específicas del vehículo y del conductor. Y el precio final de cada una de ellas dependerá también de factores como la batería en sí, la marca, el servicio del taller donde nos la pongan, etc.
Sin embargo, ambas representan un avance significativo sobre las baterías convencionales en términos de durabilidad y capacidad de rendimiento bajo las exigentes condiciones de los sistemas start/stop.
Aunque son más caras de media, la inversión en una batería AGM o EFB se justifica por el rendimiento superior, la vida útil prolongada y la fiabilidad que ofrecen, lo que es esencial para los vehículos modernos y sus sistemas electrónicos avanzados.