Todos los coches están equipados con múltiples filtros que tratan de garantizar la salud de la mecánica: filtro del aire, del aceite, de partículas o del combustible. Pero también incorporan un filtro que busca preservar la salud de los ocupantes: el de habitáculo.
También se llama filtro de polen y está diseñado para filtrar todo tipo de impurezas del aire que proviene del exterior del vehículo y entra en el interior, es decir, del aire que respiran los ocupantes.
Cambiarlo es sencillo, asequible y muy recomendable, especialmente si viajan a menudo personas alérgicas en el coche, sobre todo en esta época del año, no solo por las alergias, sino por la calima tan habitual de estas fechas.
Limpia el aire que entra en el coche
Hay tareas de mantenimiento del coche tan fáciles que se pueden hacer en cuestión de minutos sin la ayuda de un profesional y por muy poco dinero. Una de ellas es cambiar el filtro del aire para evitar que entren impurezas al motor y otra es sustituir el filtro de habitáculo para evitar que las impurezas se cuelen en el interior y podamos respirar un aire más limpio.
Solo hay que ver la comparación visual que hay entre un filtro de habitáculo viejo y uno nuevo para entender por qué es tan recomendable sustituirlo a tiempo. Cada fabricante específica cada cuanto cambiarlo, pero lo ideal es hacerlo cada año, como el filtro del aire, y más aún en ciudades con mucha polución o en lugares con clima seco en los que el polvo está a la orden del día.
Por otro lado, teniendo en cuenta lo barato que es este filtro, lo suyo es cambiarlo por uno nuevo, en lugar de simplemente limpiarlo. Hablamos de un precio de entre 10 euros y 20 euros, por normal general. Tomando como ejemplo el Seat Arona, que es uno de los coches más vendidos en España en los últimos años, hay varios por menos de 12 euros anunciados en Amazon.
La mayoría de los que se venden son de papel o de carbón activo, pero algunos coches también pueden llevar un filtro HEPA (High Efficiency Particulate Air), que es más caro, pero también más eficaz porque filtra partículas todavía más pequeñas que los otros dos.
En cualquier caso, lo más recomendable a la hora de comprar un filtro de habitáculo de sustitución es tener la ficha técnica del coche a mano y utilizar el número de bastidor como referencia, tanto si se compra en una tienda de recambios, como en una página web o en tiendas online como Amazon.
Una vez comprado, hay que saber dónde está situado el filtro de habitáculo en el coche. Hay modelos que lo llevan en el compartimento donde va alojado el motor, en otros está escondido bajo el denominado “torpedo” situado bajo los limpiaparabrisas y también hay coches que tienen este filtro en el interior, ya sea detrás de la guantera o debajo del salpicadero, en el lado del conductor o en el del acompañante.
Por lo general, es fácil cambiarlo, esté donde esté, y tampoco es necesario utilizar muchas herramientas, de hecho, normalmente basta con un destornillador. Sustituirlo es tan sencillo como sacar el filtro viejo del compartimento donde descansa, meter el nuevo en la misma posición y volver a cerrar todo lo que se haya abierto para acceder al filtro.
Si el filtro viejo llevaba mucho tiempo sin cambiarse, notarás la mejora al instante, sobre todo si pones en marcha el aire acondicionado. Es más, hay veces que el aire acondicionado no enfría simplemente porque el filtro del habitáculo está obstruido. En invierno, un filtro en malas condiciones también puede provocar que huela a humedad dentro del coche y se empañen los cristales.