Probamos el nuevo Volkswagen Polo: más grande, más amplio y con mucha más tecnología
Aunque parezca mentira, el Volkswagen Polo nacido en 1975 va ya por su sexta generación y, como no podía ser de otra forma, el nuevo Polo es el más avanzado y tecnológico de la saga. Ya está disponible en concesionarios españoles con un precio de partida (promociones incluidas) de 11.600 euros.
Un poco más grande y amplio que el anterior, este nuevo Volkswagen Polo ofrece por primera vez un motor TGI de gas natural comprimido (GNC) y tecnología digna de segmentos superiores. Nosotros lo acabamos de probar por primera vez para poder contarte qué nos ha parecido.
Nuevo aspecto y un mayor tamaño
Lo primero que llama la atención del nuevo Volkswagen Polo es su similitud con su hermano mayor, el Golf, al que se parece mucho. Y no sólo estéticamente, ya que puede equipar desde faros y pilotos LED en función del acabado, hasta cuadro de instrumentos digital, Front Assist, detector de ángulo muerto o control de crucero adaptativo, entre otras muchas cosas.
Volkswagen ofrece para la gama Polo un total de 14 colores de carrocería (de los cuales ocho son nuevos) así como llantas de 14, 15 y 16 pulgadas, con opción de equipar de 17 pulgadas (las de 18 pulgadas quedan reservadas exclusivamente para el Polo GTI).
Además, es un coche sensiblemente más grande que antes: 8,1 centímetros más largo y 6 centímetros más ancho. Superando por primera vez los cuatro metros de longitud (4,05 metros), tiene unas dimensiones cercanas a las de un Golf III (4,02 metros). Lo mejor de todo es que también gana 9 centímetros de batalla, lo que permite una mayor habitabilidad.
Junto al espacio adicional para los ocupantes, crece también en un 30% la capacidad del maletero con respecto a la generación anterior, ya que ahora el volumen de carga llega a los 350 litros. Así pues, es de los mejores maleteros del segmento, junto al del Ibiza, que por cierto ofrece 5 litros más.
Fabricado en Navarra para (casi) todo el mundo
Desde el pasado 17 de julio el nuevo Volkswagen Polo se produce para casi todo el mundo en la planta de Volkswagen Navarra, en Landaben (Pamplona), donde desde su creación allá por 1965 se han fabricado más de 8 millones de automóviles. Primero fueron British Leyland/Authi, después SEAT y, desde 1984, Volkswagen. Unos 7,5 de esos 8 millones han sido Volkswagen Polo.
Esta planta, que emplea a más de 4.800 personas (y 800 robots) y tiene una superficie equivalente a 221 campos de fútbol (con el Santiago Bernabéu como referencia), es un importante motor de la economía navarra, ya que su actividad supone un 17% del PIB de esta Comunidad Autónoma.
A día de hoy la fábrica de Landaben produce únicamente el Volkswagen Polo, a un ritmo de 1.408 vehículos diarios (un 91% se exportan), aunque en el segundo semestre del próximo año llegará otro nuevo modelo, que si bien no se ha anunciado aún, es lógico que sea el SUV basado en la misma plataforma MQB-A0 (es decir, el SEAT Arona de Volkswagen, o T-Cross).
Solo dos fábricas más del Grupo Volkswagen fabrican el Polo en otros lugares del mundo. Una está en Sudáfrica, de donde salen básicamente los modelos con volante a la derecha, y la otra en Brasil, que fabrica para el mercado sudamericano.
Motores gasolina, diésel y también de gas
La oferta de motores en nuestro país cuenta con opciones de gasolina, diésel y, por primera vez, también de gas natural comprimido (GNC). Veámoslo en detalle:
- 1.0 MPI: El motor de acceso a la gama gasolina es un tricilíndrico de 65 CV ó 75 CV, con un par máximo de 95 Nm. Sólo se ofrece en el acabado más básico (65 CV) y en el intermedio (75 CV), con cambio manual en cualquier caso. Acelera de 0 a 100 km/h en 15,5 o 14,9 segundos y alcanza 164 km/h o bien 170 km/h. El consumo medio es de entre 4,7 y 4,8 litros en ambas variantes.
- 1.0 TSI: La siguiente opción, también de tres cilindros, ofrece dos niveles de potencia: 95 y 115 CV. Aquí sí está disponible la caja DSG de siete marchas. El par motor máximo es de 175 Nm en el primer caso y de 200 Nm en el más potente, con las siguientes prestaciones: 0-100 km/h en 10,8 y 9,5 segundos, y una velocidad máxima de 187 y 200 km/h respectivamente. Los consumos se mueven entre los 4,4 y los 4,7 litros.
- 1.6 TDI: En el caso de los diésel (que se lanzan dentro de un mes) son dos las opciones, ambas 1.6 TDI, de 80 y 95 CV. Ambos ofrecen un par máximo de 250 Nm, aunque el primero sólo está disponible con cambio manual de cinco marchas, mientras que el más potente también ofrece DSG en opción.
- 1.0 TGI: El primer motor de gas natural para el Polo es también tricilíndrico y tiene una potencia de 90 CV, con un par máximo de 160 Nm. Puede funcionar con gasolina o gas y promete una autonomía de hasta 1.190 kilometros.
La variante más deportiva de la gama, el Polo GTI con motor 2.0 TSI de 200 CV, se sumará a la gama próximamente. Primero lo hará exclusivamente con la transmisión automática DSG de doble embrague y, más tarde, se ofrecerá también con una caja de cambios manual. De momento no hay precio oficial, pero una cifra de unos 26.000 euros no sería nada descabellada.
Cargadito de tecnología
El diseño interior del Polo 2018 resulta interesante, aunque es sencillo de aspecto y nada sobrecargado. La calidad de materiales es la que se espera de la marca pero, sobre todo, destacan los acabados y la solidez general que transmite el coche, que es muy buena. Además, las plazas traseras ofrecen un buen espacio tanto para las piernas como para la cabeza.
Aunque no hemos podido conducir ninguna unidad equipada con el Volkswagen Digital Cockpit, resulta una opción muy interesante para el Polo. Hablamos del cuadro de instrumentos digital formado por una pantalla TFT de 12 pulgadas, que ya han estrenado otros modelos como el Golf pero que es novedad en este segmento. Eso sí, es una opción en toda la gama, a excepción del GTI, que lo traerá de serie.
En cuanto a asistentes a la conducción se refiere, puede equipar el control de crucero adaptativo (ACC), función de frenada de emergencia en ciudad, sensor de ángulo muerto, asistente de salida de aparcamiento (de tráfico cruzado), selector de modos de conducción (Eco, Sport, Normal e Individual), Park Assist, sistema de detección de fatiga, Front Assist o sistema de control de la presión de los neumáticos.
Si lo tuyo es estar conectado al mundo, el llamado App Connect, disponible en lanzamiento con el acabado intermedio o Advance, permite conectar el smartphone al vehículo (que, por cierto, también se puede cargar de forma inalámbrica mediante una bandeja de inducción) y utilizar funciones como Apple Car Play, Android Auto y Mirror Link.
Al volante del nuevo Polo
Este nuevo modelo está basado en la plataforma modular MQB-A0, lo que significa que comparte base con su primo el SEAT Ibiza, que ya pudimos probar hace unos meses. Gracias a sus nuevas dimensiones, el acceso al habitáculo (especialmente a las plazas traseras) y la espaciosidad del mismo son notablemente mejores.
Ambas unidades probadas equipaban el llamado 'Composition Media' (sin navegador, ya que para eso hay que ir un paso más allá, al 'Discover Media'), el sistema multimedia con pantalla de táctil de cristal y 8 pulgadas, que resulta bastante atractivo y cuyo uso es muy sencillo. Además, tanto el tacto de la propia pantalla como lo intuitivo de la navegación a través de los menús son aspectos a destacar.
Una vez en marcha, el Polo sorprende por lo bien que pisa y el aplomo que muestra (en parte porque sus vías son ahora más anchas, suponemos). La suspensión es cómoda pero no deja balancear la carrocería en exceso, aunque es cierto que en el acabado Sport (a igualdad de motor) hemos notado una marcha más firme, un pelín más seca.
El motor 1.0 TSI de 95 CV resulta agradable, no es demasiado ruidoso y tampoco transmite molestas vibraciones, aunque su sonido no es muy evocador a nuestro parecer. Al ralentí o a bajas vueltas apenas hace ruido, pero su sonido se vuelve más notable sobre todo cuando le pedimos el máximo. Es un sonido curioso y característico de sus tres cilindros, pero no especialmente atractivo.
Este tricilíndrico turbo es relativamente elástico gracias al turbo y con respuesta aceptable a partir de unas 2.000 RPM (por debajo no empuja apenas). Sobre el papel, ofrece el par motor máximo de 175 Nm entre 2.000 y 3.500 RPM y permite un 0 a 100 km/h en 10,8 segundos y una velocidad punta de 187 km/h. En la práctica, mueve bien al Polo y resulta más que suficiente tanto para una conducción relajada como para viajes, por ejemplo.
En la versión manual de este motor -de cinco velocidades-, choca un poco que las relaciones de cambio sean tan largas, obligándote a recurrir al cambio con más frecuencia de la deseada, sobre todo en carreteras reviradas o con pendientes pronunciadas. El tacto de la caja, eso sí, es típico de Volkswagen y bastante preciso. El cambio DSG de 7 relaciones es probablemente la opción ideal para esta motorización, por facilidad de uso y por lo bien que cumple en cualquier situación.
En general, el Polo es un utilitario muy agradable de conducir, que muestra una pisada de calidad, una dirección precisa y una marcha bastante cómoda y refinada (parece estar bien insonorizado). El motor 1.0 TSI de tres cilindros no tiene un sonido especialmente interesante, pero cumple a la hora de mover los 1.145 kilogramos de esta versión concreta.
Tres niveles de equipamiento
Los tres acabados del nuevo Polo, Edition, Advance y Sport, cuentan con el siguiente equipamiento, a grandes rasgos:
EDITION | ADVANCE | SPORT |
---|---|---|
Llantas de 14 pulgadas | Paquete cromo | Climatronic |
Adicionalmente, un paquete de lanzamiento en cada acabado suma equipamiento adicional. Edition añade 'Climatic' y conectividad Bluetooth y USB. Advance suma llantas de 15 pulgadas, Composition Media con pantalla de 8 pulgadas, control de crucero adaptativo (ACC) o App Connect. Por último, el acabado Sport añade llantas de 16 pulgadas, Composition Media, App Connect y ACC.
Por supuesto, los clientes que quieran una estética más agresiva o especial, pueden optar por paquetes como los R-Line (exterior e interior), el Style o el Black Style, que da protagonismo al color negro en elementos como las carcasas de los retrovisores o las llantas.
Precios Volkswagen Polo 2018
Aunque el precio de partida puede ser de 11.600 euros con promociones de lanzamiento, la relación de precios sin descuento (PVP) disponible por el momento (los diésel, por ejemplo, no están publicados) es la siguiente:
- Polo 1.0 MPI 65 CV Edition: 14.745 euros
- Polo 1.0 MPI 75 CV Edition: 15.305 euros
- Polo 1.0 TGI 90 CV Edition: 19.625 euros
- Polo 1.0 MPI 75 CV Advance: 16.055 euros
- Polo 1.0 TSI 95 CV Advance: 17.035 euros
- Polo 1.0 TSI 95 CV DSG Advance: 18.705 euros
- Polo 1.0 TSI 95 CV Sport: 17.795 euros
- Polo 1.0 TSI 95 CV DSG Sport: 19.465 euros
- Polo 1.0 TSI 115 CV Sport: 18.495 euros
- Polo 1.0 TSI 115 CV DSG Sport: 20.165 euros