El nuevo Porsche Cayman fue presentado el pasado mes de noviembre en el Salón de Los Ángeles. Se trata de la segunda generación del deportivo de motor central de Porsche, el hermano Coupé del Boxster que comenzó a venderse el año pasado.
Desde el día 4 de marzo, el nuevo Porsche Cayman ya está disponible en los concesionarios españoles, así que Porsche Iberia nos ha invitado a probarlo por unas sinuosas carreteras de los alrededores de Madrid dónde nos demostró de lo que es capaz el hermano pequeño del 911. Pequeño si, pero ojo con él.
Primero, hagamos un pequeño repaso de las características técnicas del nuevo modelo. El Porsche Cayman ha reducido su peso hasta en 30 kilos a pesar de incorporar ciertos elementos tecnológicos que más adelante repasaremos.
El reparto de pesos es casi perfecto, cargando el 46% en el eje delantero y el 54% en el trasero. Si a esto unimos que es el modelo más ligero de su segmento (coupés biplazas deportivos con o sin motor central) con un peso mínimo de 1.310 kilos, 100 menos que su rival más directo según Porsche.
Un punto clave para conseguir esta reducción del peso ha estado en el empleo del aluminio en diferentes aleaciones a lo largo de la carrocería. El 60% del nuevo Porsche Cayman se construye en aluminio, aunque la carrocería es un 40% más rígida y eso se nota cuando lo conduces.
El largo solo crece 33 milímetros respecto a la primera generación del Cayman, pero lo que si crece más considerablemente es la distancia entre ejes. El nuevo modelo tiene seis centímetros más de batalla, y es cuatro centímetros más ancho en el eje delantero. Es más coche gracias a estas nuevas cotas.
Lo que si cambia respecto al Cayman original son las proporciones, ya que el voladizo delantero es 28 milímetros más corto y el parabrisas está diez centímetros más adelantado. El Cayman también es un centímetro más bajo que el anterior y se sigue viendo como un deportivo muy compacto, mucho más pequeño que un 911.
El diseño sigue el estilo característico de los deportivos de motor central de la marca alemana. Basado en el exitoso Boxster, el nuevo Cayman luce un frontal de diseño imponente, con ópticas de forma vertical que le dan un aire muy moderno y atractivo.
La línea redondeada del techo ha cambiado considerablemente, ya que ahora es más fluída en la parte trasera, más contínua y más semejante por tanto a la del 911. También hay que hablar de los pasos de rueda traseros que ahora están mucho más marcados que en el modelo anterior.
Las entradas de aire laterales, que marcan la línea de las puertas, permiten refrigerar mejor el motor. En la trasera, las ópticas son casi idénticas a las del Boxster y sirven para integrar a su vez el alerón retráctil posterior, sin duda uno de los elementos más característicos de ambos modelos. Este va situado en una posición un poco distinta respecto al Boxster, aunque las diferencias son poco apreciables.
Mínimas diferencias estéticas entre Cayman y Cayman S
Después de haber repasado los principales cambios de cotas y diseño entre ambas generaciones del Cayman, algunos os preguntaréis cómo se diferencia el Cayman a secas del Cayman S. ¿Como se si estoy ante un coche de 275 o ante uno de 325 caballos? No es fácil, son detalles sutiles, pero ahí están.
El Cayman S es un milímetro más bajo y cuatro milímetros más ancho que el Cayman normal, pero como se que la mayoría no tenéis la vista tan afinada como para apreciar las diferencias, os cuento cuales son los otros detalles que los delantan.
En el frontal, el Cayman lleva la parte inferior de la parrilla delantera tapada, no tiene entrada de aire ahí, mientras que en el Cayman S si está abierta y permite que el aire fluya hacia los radiadores situados ahí.
Además la parte inferior del paragolpes va pintada en el color de la carrocería en los Cayman S, mientras que en el Cayman a secas se mantiene en color negro. En la trasera, además del logotipo que indica que modelo es, el otro detalle que delata al Cayman S es la doble salida de escape en posición central. El Cayman lleva una única salida, pero de un tamaño más considerable.
Interior heredado del Porsche Carrera GT
De los interiores de los Porsche de última generación ya hemos hablado largo y tendido en la prueba de los Panamera S Hybrid (parte 1, parte 2, parte 3 y parte 4), del Panamera GTS (parte 1, parte 2 y parte 3) y del Porsche 911 Carrera S (parte 1, parte 2, parte 3 y parte 4). El del nuevo Porsche Cayman es exactamente igual que el de estos, con una consola central muy elevada dónde se aglutinan todos los botones y mandos del coche.
Como es costumbre en Porsche desde la generación 996 del 911, la calidad de los acabados del interior es impresionante. Los plásticos, los materiales metálicos, el tacto de los botones y los ajustes de todas las piezas es sencillamente perfecto.
Bajo mi punto de vista el único "pero" es que hay demasiados botones, aunque Porsche se defiende diciendo que hay tantos para no tener que estar navegando en menús y submenús como en otros modelos de la competencia. Todo será cuestión de acostumbrarse.
Me ha gustado mucho que a pesar de ser un biplaza de motor en posición central, la sensación de amplitud en el habitáculo es muy grande. Hay espacio de sobra para estirar las piernas y la superficie acristalada también es lo suficientemente amplia como para no agobiarse.
Por si esto fuese poco, hay que tener en cuenta que el Cayman dispone de una capacidad de carga superior a la de la mayoría de sus rivales. El maletero delantero tiene 150 litros de capacidad, mientras que el trasero tiene 162 litros. Si es poco, puedes usar el espacio situado sobre el motor y aumentar el espacio del maletero posterior hasta los 275 litros. La capacidad máxima total es de 425 litros. No está mal, ¿verdad?
Por lo demás, en el Porsche Cayman de nueva generación hay que hablar de la eficiencia de combustible, que ha mejorado hasta un 15% gracias a la dirección electro-mecánica, al sistema de circulación a vela, al start/stop que detiene el motor en los semáforos y a la recuperación eléctrica en las frenadas entre otras cosas.
Mañana os contaré como se comporta, ya que hemos tenido una interesante ruta de más de 200 kilómetros dónde lo hemos puesto a prueba en todo tipo de condiciones, desde autovía y autopista, hasta carreteras de curvas dónde las curvas se sucedían una tras otra. Ahí es dónde el Porsche Cayman vence y convence.
Continuará...