La tercera generación del Peugeot 3008 ya está a la venta en España. De momento, se estrena con un motor de gasolina híbrido ligero de 136 CV y la etiqueta ECO, pero también en versión 100% eléctrica de la mano del Peugeot E-3008.
El SUV francés se ofrecerá con tres variantes de cero emisiones, pero ahora solo está disponible con la de menos potencia, que es la que hemos conducido en la primera toma de contacto.
Más SUV que nunca y más electrificado que nunca
Peugeot lo tuvo claro. En los años 90 y la primera década de los 2000, las berlinas arrasaban y había que apostar por ellas, pero en los SUV comenzaron a despuntar en la segunda década de los 2000 y la respuesta de la marca gala fue el Peugeot 3008. Esa primera generación del SUV galo todavía tenía mucho de monovolumen, pero acabó convirtiéndose en un SUV con todas las letras con su segunda entrega, lanzada en el año 2017.
Ese Pegueot 3008 ha sido uno de los modelos más exitosos de Peugeot en los últimos años. Como los SUV siguen siendo tendencia, para la tercera generación del 3008 la firma del león ha vuelto a apostar por el formato SUV, pero esta vez ha dado mucho más protagonismo a la electrificación, hasta el punto de que, por primera vez, este modelo es 100% eléctrico.
Eso sí, el Peugeot E-3008 de cero emisiones no es la única variante disponible, también hay versiones híbridas ligeras de gasolina y más adelante llegarán alternativas híbridas enchufables, si bien es cierto que la plataforma sobre la que se asienta este nuevo modelo ha sido concebida, desde cero, para coches eléctricos.
Esta plataforma se llama STLA Medium (el anterior 3008 utilizaba la plataforma EMP2) y acepta modificaciones para albergar también mecánicas híbridas enchufables (PHEV) e híbridas ligeras (MHEV). El Peugeot 3008 estará disponible con todas ellas, aunque de inicio llega a los concesionarios españoles únicamente con un motor gasolina MHEV de 136 CV con etiqueta ECO de la DGT y en versión 100% eléctrica con etiqueta CERO de la DGT de la mano del Peugeot E-3008.
Más adelante se incorporará al catálogo el 3008 híbrido enchufable y se ampliará la gama cero emisiones con dos nuevas versiones de mayor potencia. Lo que no habrá son opciones diésel o gasolina, a partir de ahora el 3008 siempre está electrificado.
Peugeot ha sido más conservadora con el diseño, al menos por fuera porque el nuevo 3008 parece una evolución (profunda) del modelo anterior. Con 4,54 metros de largo, es más grande que su predecesor (10 cm más), pero no lo aparenta, en parte porque sus líneas son todavía más agresivas que las de su predecesor y busca deliveradamente tener una silueta más coupé, en línea con las tendencias actuales.
Tanto es así que ni siquiera parece que las llantas de 20 pulgadas que monta la unidad de las imágenes sean tan grandes, pero realmente son enormes. La incógnita es cómo se verá el 3008 con llantas más pequeñas.
Por dentro, el aumento de tamaño se nota en la parte trasera del habitáculo. Hay más espacio para las piernas en las plazas posteriores y también de la impresión de mejorar a lo ancho. Las puertas traseras, sin embargo, no tienen un ángulo de apertura muy amplio, por lo que el acceso es mejorable.
El maletero mantiene los 520 litros de capacidad del 3008 anterior y es muy aprovechable porque la boca de carga es enorme y el diseño del cofre es muy limpio. Debajo del piso hay un hueco también muy amplio que sirve para guardar los cables de carga o cualquier objeto que se quiera separar del resto de la carga.
Una sola pantalla, curva y enorme
Si hablamos de diseño, Peugeot ha innovado más por dentro que por fuera. El anterior 3008 ya estaba completamente digitalizado, pero este va un paso más allá y cuenta con un puesto de conducción con una sola pantalla curva de 21 pulgadas que aglutina el cuadro digital y la pantalla táctil central. Recuerda al típico monitor curvo de ordenador.
Es la evolución del característico i-Cockpit de la marca y tiene algunas cosas en común con el i-Cockpit clásico, como el volante de tamaño reducido y el salpicadero a doble altura, pero ahora tiene un diseño más envolvente por culpa de la consola central, que separa físicamente el lado del conductor y el del pasajero.
Personalmente, me parece que este nuevo i-Cockpit panorámico (así lo llama Peugeot) está mejor resuelto y es mucho más fácil encontrarse cómodo. Con el anterior, nunca he sido capaz de colocar el volante a la altura que deseo sin tapar parte del cuadro digital; con este nuevo, ya no tengo ese problema.
También me parece más cómodo de utilizar el selector del cambio, que deja de estar en la consola central y se ha reubicado muy cerca del volante, junto al botón de parada y arranque del coche.
Lo que echo en falta son mandos físicos para ciertas funciones. Hay algunos, como el que regula el volumen del audio, pero no hay botones para el climatizador. A cambio, Peugeot ha incorporado una pantalla táctil en medio del salpicadero que permite configurar varios accesos directos (Peugeot los llama i-Toggles), como en el 308.
Tampoco me convencen los nuevos mandos táctiles del volante. Es una de las críticas que han tenido algunos lanzamientos recientes de Volkswagen y la propia Volkswagen ha reconocido que su funcionamiento no es ideal, por lo que ha vuelto a los botones de toda la vida.
Los mandos táctiles con vibración del 3008 funcionan mejor que los de Volkswagen (son más precisos), pero siguen sin ser tan eficaces como unos botones convencionales. Además, se marcan mucho las huellas de los dedos y atraen el polvo.
En la parte trasera del volante hay unas levas. En el E-3008 eléctrico, que es el único modelo que hemos probado, sirven para ajustar el nivel de intensidad de la frenada regenerativa.
En otros modelos eléctricos de Stellantis hay un botón B (brake) en el selector del cambio, pero este sistema de levas me parece mejor porque permite ajustar en más niveles (en total hay tres) la intensidad de la frenada regenerativa.
Por lo demás, da la sensación de que el interior de este 3008 está mejor hecho y utiliza materiales de mayor calidad, como el aluminio del salpicadero que se ilumina con las luces led de la iluminación ambiental.
También tiene más huecos portaobjetos, incluido uno en la consola central que es gigante y queda oculto bajo una tapa sobre la que se puede dejar el teléfono móvil (en este hueco es donde se encuentran las tomas USB C), si bien es cierto que no es fácil llegar hasta él desde el lado del conductor por el diseño de la propia consola central.
Menos deportivo, pero más cómodo
En marcha, se amplía la percepción de que es un coche más refinado que su predecesor. También ayuda que la versión conducida en la primera toma de contacto sea 100% eléctrica, concretamente el E-3008 de 213 CV con autonomía de 525 km y dos ruedas motrices.
Más adelante llegará el E-3008 Long Range con una batería más grande (98 kWh en lugar de los 73 kWh que tiene la del E-3008 de 213 CV), una autonomía de 700 km y dos ruedas motrices. Por encima habrá un E-3008 de 320 CV con dos motores, tracción total y la misma batería de 73 kWh de la variante menos potente, por lo que también ofrecerá 525 km de autonomía.
Las dos baterías que puede tener son de iones de litio con química de NMC (níquel, manganeso y cobalto) y puede complementarse con una bomba de calor, aunque es opcional en el mercado español; en otros mercados con temperaturas más frías, como el alemán, Peugeot la ofrece de serie.
A la hora de cargarse, lo hace a 11 kW en CA con el cargador de serie, aunque hay uno trifásico de 22 kW como opción. En CC, la potencia máxima de carga es de 160 kW. El E-3008 cuenta también con carga bidireccional para enchufar objetos y suministrarles hasta 3 kW y 16 A, algo que se está convirtiendo en algo muy habitual en los coches eléctricos.
Volviendo a la parte dinámica, parece que Peugeot ha dado prioridad al confort, al menos más que en el anterior 3008 porque el tacto de conducción es menos deportivo.
Teniendo en cuenta que pesa más de 2.100 kg, es ágil porque no da la sensación de ser tan pesado, y la entrega de potencia instantánea tiene mucho que ver en ello, pero no ofrece la “patada” de otros coches eléctricos ni tiene ese carácter tan dinámico, al menos si se trata del eléctrico menos potente.
Sobre el papel, las prestaciones del E-3008 de 213 CV son correctas: 0 a 100 en 8,8 segundos y una velocidad máxima limitada a 170 km/h (en el modo Sport porque en el ECO y el Normal es menos solvente). En la práctica, es más que suficiente para moverse bien en cualquier escenario, pero tampoco sobra potencia; es un rendimiento similar al de un SUV compacto con motor gasolina de unos 150 CV.
En el apartado de consumos destaca más que en el de prestaciones. Casi toda la toma de contacto tuvo lugar en autovía al ritmo del tráfico, con una temperatura de unos 15 grados y el climatizador encendido: la media fue de menos de 17 kWh/100 km.
No hicimos suficientes km como para comprobar hasta donde da de sí su autonomía, pero hay algo que me llamó la atención de forma muy positiva: es realista con la autonomía que ofrece, en cambio, otros eléctricos son más optimistas (y menos realistas).
Me explico: el navegador del coche calcula con cuánta autonomía llegaremos al destino cuando se introduce un trayecto. Pues bien, la autonomía que pronosticó desde el principio de la ruta fue con la que llegamos al destino final. Es una función muy útil porque permite planificar mejor los trayectos y las paradas para recargar, en caso de que sea necesario hacerlas. Otros coches que ofrecen esta función son menos precisos.
Por último, hay que hablar del precio. El nuevo Peugeot 3008 ya está disponible en España y parte desde los 38.660 euros con el motor de gasolina micro híbrido Hybrid de 136 CV, la transmisión automática e-DCS6 y el acabado Allure. Esa misma versión arranca en 43.160 euros con la terminación GT.
De momento, el único E-3008 a la venta es el 210 que hemos probado. Su precio de partida con el acabado Allure es de 48.160 euros, mientras que con el nivel de equipamiento GT parte desde los 53.160 euros. Más adelante llegarán los E-3008 de mayor potencia y el híbrido enchufable.
Los gastos asociados para acudir a esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
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