Probamos el Mercedes Clase V 300d 4matic: un coche total que, por confort y espacio, hará que olvides cualquier SUV
Durante el año 2019 Mercedes vendió en España 2.751 unidades del Mercedes Clase V, un monovolumen Premium con capacidad para hasta 8 ocupantes que ha conseguido convertirse en alternativa a muchas berlinas de representación y en la solución perfecta para esas familias numerosas (o no tanto) que quieren viajar con amplitud y comodidad sin renunciar a los mejores acabados. Hemos probado la Mercedes-Benz Clase V con el motor 300d de 239 CV y tracción a las cuatro ruedas 4matic y estas son nuestras impresiones.
Un éxito Made in Spain
El éxito de este modelo viene corroborado por las más de 222.222 unidades que se han producido en la planta que la marca alemana tiene en Vitoria desde que la producción de este modelo comenzó en marzo de 2014. Celebraron este hito en diciembre del pasado año y, a juzgar por las buenas cifras de ventas que están obteniendo tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, no parece que vayan a tardar en alcanzar las 300.000 unidades vendidas.
La Clase V de Mercedes recibió a comienzos de 2019 una actualización que afectaba tanto al plano estético, con una ligera puesta al día en detalles de exterior, como al equipamiento y las motorizaciones disponibles, con especial atención a las asistencias a la conducción.
También desaparecieron los motores de seis cilindros para dejar paso a un único bloque de cuatro cilindros turbo con 1.950 cm³ de cilindrada. Está disponible con tres niveles de potencia, empezando en los 163 CV del 220d, pasando a los 190 CV del 250d y alcanzando el máximo en los 239 CV del 300d.
La unidad que probamos era una 300d con la carrocería 'Larga', la intermedia de las tres disponibles. Mide 5,14 metros, mientras que la Clase V 'normal' se queda en 4,9 metros y la 'Extra Larga' se va hasta los 5,37 metros. Un tamaño el de la nuestra que permite albergar en esta configuración a 7 pasajeros (las hay de 8) dispuestos en este caso en 2-2-3 y contar con un maletero descomunal, con 1.030 litros que quedan detrás de la tercera fila de asientos.
En la última actualización también llegó la caja de cambios 9G-Tronic que sustituía a la anterior de 7 velocidades. Más potencia, consumos más ajustados y por tanto menores emisiones de CO2 son sus principales atributos.
No pasa desapercibida
Cuando llegué a recoger la Clase V para esta prueba a la sede de Mercedes-Benz, fue sencillo identificar a nuestra protagonista. Sobresalía notablemente a lo alto y a lo largo, tanto respecto al Clase C que tenía al lado como respecto a cualquier otro coche de aquella fila de aparcamiento repleta de estrellas.
La configuración exterior de esta unidad, no puede ser más acertada bajo mi punto de vista. Al nivel de acabado Avantgarde, se une el paquete AMG Line, de ahí que su enorme carrocería luzca formas que salvando las distancias en algunos aspectos recuerden a los modelos más deportivos de la marca de la estrella.
Los faldones delanteros son idénticos a los de un Clase C con acabado AMG. Bueno, idénticos no porque en el Clase V son considerablemente más grandes para adaptarse a sus dimensiones. La parrilla delantera, con la gigantesca estrella presidiéndola, luce el diseño de diamante, con puntos de acabado metálico que realzan su aspecto.
Las llantas AMG de 19 pulgadas con radios dobles pintadas en tono oscuro, los frenos sobredimensionados de 17 pulgadas con pinzas en negro y las letras Mercedes-Benz bien visibles o la carrocería con altura rebajada en 15 milímetros hacen que el conjunto se vea tan apetecible o más que la furgoneta del Equipo A.
Un interior muy amplio, lujoso y confortable
Cuando subes al interior del Clase V, lo primero que has de hacer es eso, subirte. Los asientos quedan un poco altos, por lo que has de ayudarte para subir utilizando el suelo como plataforma de apoyo. La altura es más o menos la misma que en un SUV y por suerte para facilitar esas labores de subida y bajada, las puertas tanto delanteras como las traseras correderas, dejan un espacio extremadamente amplio.
Una vez dentro, si previamente has montado en un Mercedes de última generación, lo que encontrarás será el mismo diseño del habitáculo, las mismas calidades de acabados y los mismos materiales en todas y cada una de las partes que lo componen. No hay ni un solo resquicio del origen industrial de estos modelos, que ahora ya cuentan con la misma calidad que los turismos más Premium de Mercedes.
Así el salpicadero, está compuesto por una moldura muy larga que lo recorre de lado a lado, con acabado en símil a fibra de carbono en esta unidad. Desde la puesta al día del año pasado integra las nuevas salidas de aire tan agradables al tacto y a la vista que han llegado a los Mercedes-Benz recientemente, como pudimos comprobar en el Clase B que probamos la semana pasada. Los mandos de climatización, las palancas que salen de la columna de dirección o la pantalla en posición central fija, son idénticos a los del resto de turismos de Mercedes.
Podemos decir que aquí la única salvedad que le hace diferente a un turismo mercedes es que dispones de muchos más huecos y espacio más que suficiente para cargar absolutamente de todo. Se me antoja complicado que no encuentres dónde meter los objetos cotidianos, ya que hay amplias guanteras en las puertas e incluso una con tapa en la parte inferior del salpicadero, justo en línea con el suelo plano.
Un suelo plano que facilita el pasar de una fila de asientos a otra, de delante a atrás o viceversa, operación bastante habitual especialmente para las familias con hijos. Los plásticos, los ajustes y la calidad de los asientos de piel hacen que por méritos propios la Clase V sea el único monovolumen de su tamaño que se puede considerar Premium de verdad.
Otro de los aspectos destacables es la modularidad que ofrece el hecho de contar con tres filas de asientos individuales, que al ir colocados sobre raíles y ser abatibles, permiten configurar el Clase V totalmente al antojo de cada situación. Podrás llevar desde dos ocupantes dejando toda la parte trasera como compartimento de carga tipo furgón, bajar solo uno de los respaldos de la segunda o tercera fila o lo que te venga en gana. Eso sí, planifícalo con tiempo porque poner y quitar los asientos no es sencillo y por su peso, no está al alcance de cualquiera.
Incluso detrás es de primera clase
La lista de opciones con las que equipar el Clase V es casi infinita, hay absolutamente de todo en el catálogo. En nuestra unidad de pruebas destacaban dos elementos por encima de otros. Uno es el climatizador independiente para las plazas posteriores, que va situado en el techo y permite elegir una temperatura e intensidad de climatización independiente a la que lleven en las plazas delanteras.
El otro extra que también se hacía notar era el techo solar panorámico. Cuenta con una superficie muy amplia, dividida en dos secciones, una sobre las plazas de la segunda fila de asientos y otra sobre los de la tercera fila. Permite abrir la sección delantera completamente o dejarla basculando para que entre ligeramente el aire.
Lo más importante, es que cuenta con una cortinilla que permite taparlo cuando quieres que la parte trasera goce de cierta intimidad, o abrirlo para tener una luminosidad que se agradece en un coche tan largo.
Todos los asientos cuentan con reposabrazos abatibles al ser individuales. También tienen anclajes IsoFix en todas las plazas, lo cual es muy útil para familias numerosas que tienen que viajar con varios niños usando sistemas de retención infantil. Puedes elegir si quieres poner una silla en la segunda fila, las dos en esa o una en la segunda y otra en la tercera, dependiendo de cómo te organices.
También merecen mención especial las puertas laterales correderas con accionamiento eléctrico, dos en los acabados altos y una sola en el básico. Se pueden abrir desde el mando a distancia, desde dos botones situados en la consola central o desde los botones que acompañan a cada puerta.
Exigen muy poco espacio lateral y son muy prácticas porque el espacio que dejan para acceder a la segunda fila es amplísimo. Así, es muy sencillo por ejemplo sentar a un niño en una silla sin tener que hacer contorsionismo.
También permiten entrar hasta la tercera fila posterior con bastante holgura, tanta que en muchos casos solo es necesario desplazar hasta la posición más adelantada a los asientos de la segunda fila y ya quedará espacio para poder entrar atrás.
Tomando medidas en ciudad
Durante los primeros días de la prueba, y luego de forma puntual en alguno de ellos, nos movimos en ámbitos urbanos con el Clase V 300d. En estos entornos hay que adaptarse a sus dimensiones, que son generosas a lo largo, a lo ancho y a lo alto.
Dimensiones (mm) | Compacto | Largo | Extralargo | Marco Polo | |
---|---|---|---|---|---|
Longitud | 4.895 | 5.140 | 5.370 | 5.140 | |
Batalla | 3.200 | 3.200 | 3.430 | 3.200 | |
Anchura | 1.928 | 1.928 | 1.928 | 1.928 | |
Altura | 1.880 | 1.880 | 1.880 | 1.980 |
Tal vez esta última sea la dimensión más crítica, ya que con sus 1,88 metros de alto, has de tener cuidado con los aparcamientos en los que quieres meterlo, porque en algunos no entrarás o si lo haces, será muy justo.
Por lo demás, el largo es considerable, pero se compensa con una agilidad sorprendente para su envergadura. Es un coche que se mueve con soltura gracias a una puesta a punto de dirección bastante más directa de lo esperado y sobre todo a un motor que gracias a sus 530 Nm de par y a lo bien que se lleva con la nueva caja automática de 9 velocidades, no plantea pegas para mantener el tipo respecto al resto de vehículos en los tramos entre semáforos o cuando le exigimos ganar velocidad rápido.
El único pero en este sentido lo encontramos en el escaso radio de giro de esta versión 4matic frente a las de tracción trasera. Esta tiene un diámetro de giro de 13,1 metros mientras las otras giran en 11,8 metros.
Eso obliga a tener que maniobrar más de la cuenta para aparcarla e incluso para hacer un cambio de sentido en una calle ancha, así que ha de ser un elemento a tener en cuenta a la hora de decantarse por una versión de tracción integral o una de tracción trasera.
Por lo demás, es muy práctica la solución de apertura de la luneta posterior, que evita tener que abrir el enorme portón para acceder al compartimento de carga. Salvo excepciones muy contadas, el que usarás en la mayor parte de los casos será ese acceso a través del hueco del cristal, algo que se agradece sobre todo cuando la dejas aparcada en un aparcamiento y te pegan otro coche a la parte posterior.
Viajar se escribe con V
Lógicamente el principal cometido de este tipo de coches, es poder mover a un número amplio de personas de forma habitual incluso en viajes largos en carretera. Si no, no tendría sentido tener un Clase V frente a, por ejemplo, un Clase C. Así pues, durante las pasadas navidades metimos a seis pasajeros dentro, llenamos casi hasta los topes el gigantesco maletero y nos dispusimos a viajar al norte en la V 300d 4matic.
El día elegido no podía ser menos propicio, ya que un temporal de viento azotaba a toda España con una fuerza inusual. No parecía el mejor escenario para hacer un viaje con un coche de semejante superficie. No era descabellado pensar que el viento podía sacarle de la carretera.
Encaramos la autopista A6 saliendo de Madrid y lo primero que percibo es que las reacciones a los movimientos del acelerador son más rápidas e instantáneas de lo esperado yendo así de cargados. El motor responde con brío gracias a unas relaciones del cambio 9G-Tronic bastante cortas, que permiten tanto salir desde parado como recuperar velocidades de crucero con más soltura de lo que esperaba.
El motor es suave y no transmite muchas vibraciones siempre y cuando lo mantengamos en la zona baja y media de revoluciones. El mérito no es solo suyo, también hace mucho su buena sintonía con una caja de cambios muy refinada, en la que los pasos de una marcha a otra son casi imperceptibles. Ascendiendo el primero de los puertos que nos tocaría subir ese día, basta con hundir el pie derecho para que la caja baje dos o tres marchas y el Clase V 300d se mueva a ritmos que nada tienen que envidiar a los que puedes llevar en un turismo.
A medida que pasan los kilómetros vas percibiendo que el confort de marcha es uno de sus atributos principales, haciendo por tanto honor a la marca que es. Se trata de un coche silencioso, con buen aislamiento aerodinámico y de rodadura, y eso a pesar de que en ocasiones por las formas de su carrocería, este tipo de coches tienden a hacer de caja de resonancia amplificando el sonido de rodadura más de lo que nos gustaría.
Eso por suerte no ocurre en esta V 300d a pesar de ir calzada con un ancho de goma generoso, algo que suele ayudar a que la experiencia sonora sea peor. En los tramos de curvas, lo que más me sorprende es la soltura con la que se mueve. No peca para nada de inclinar su gigantesca carrocería en las curvas con apoyos más pronunciados y el conjunto de suspensiones tiene un buen equilibrio entre confort, absorción y dureza de muelles, lo cual anima a ir alegres. Nada que ver con la Mercedes - Benz Marco Polo que probé hace dos años.
Por desgracia, el viento que unas horas antes anunciaba el hombre del tiempo en el telediario, pronto comenzó a hacer acto de presencia con más fuerza de la que hubiese esperado. Los bandazos eran constantes y cuando las rachas dejaban de oscilar, un viento constante que entraba de frente y por el lateral izquierdo hacía que tuviese que ir con el volante ligeramente girado a la izquierda para mantenerme en trayectoria.
La fuerza del viento fue en aumento, tanto que llegué a plantearme parar en varias ocasiones. No lo hice porque la previsión meteorológica no auguraba que la situación fuese a cambiar en horas, sino todo lo contrario. Así pues, decidí seguir adelante incluso después de ver cómo algunas señales de la carretera estaban completamente dobladas e incluso algunas arrancadas por la fuerza del viento.
Pronto el Clase V me dio una grata sorpresa, al activar automáticamente un sistema que según nos indicó en la pantalla central, era un asistente de viento lateral. Es de esas cosas que a veces lees en un dossier de prensa de un nuevo modelo y te hace pensar: ¿para qué servirá esto?
Ese día lo pude comprobar bien, ya que el asistente de viento lateral me ayudó a mantenerme en el carril en momentos muy críticos con rachas de viento muy fuertes. Lo hizo a base de pequeñas correcciones que, sin saber exactamente de dónde surgían, creo que correspondían a pequeños frenadas selectivas en cada una de las ruedas para contrarrestar la fuerza del viento.
De vez en cuando, un pequeño bandazo nos volvía a poner en el centro del carril, con el consiguiente grito de susto de alguno de los ocupantes, pero al fin y al cabo, cumplió con su función y llegamos sanos y salvos a nuestro destino situado a más de 580 kilómetros del origen y lo mejor de todo, es que todos llegamos con sensación de haber hecho un viaje cómodo salvo por el viento.
Los consumos con estas condiciones de viento, mucha carga en el maletero y seis pasajeros lógicamente fue alto, registrando el ordenador de abordo unos 11,7 l/100 km.
Durante el resto de días, ese consumo se normalizó cerrando a fin de la prueba, tras un viaje Madrid - Vigo - Madrid y también uso en ámbitos urbanos, totalizando más de 1.600 kilómetros, en unos lógicos 10,2 l/100 km.
Mercedes - Benz Clase V: nuestra puntuación
.2
A favor
- Calidad de interiores
- Habitabilidad
- Confort de marcha
- Diseño
En contra
- Sonoridad a altas revoluciones
- Precio alto
- Radio de giro escaso
- Altura en parkings
Con el Clase V, Mercedes ha conseguido poner en el mercado un coche que no tiene rival entre los de su categoría Premium. La llegada del nuevo motor OM 654 de 1.950 cc unido a la caja de cambios 9G-Tronic hacen que el conjunto, en este caso con 239 CV, se perciba muy redondo en todos los sentidos.
El motor de cuatro cilindros permite obtener unos consumos contenidos para su tamaño, viajar con agilidad y buenos ritmos a pesar de ir con hasta 8 pasajeros y disfrutar de un confort de marcha y acabados de primera clase. No me extraña que el Clase V se haya convertido en un imprescindible de muchos garajes, porque es un coche muy completo. Por desgracia, su precio también es alto y eso hace que no todo el mundo pueda permitírselo. Yo si pudiese, tendría uno en mi garaje ideal.
Ficha técnica
Versión probada | 300d 4matic | |||
Cilindrada | 1.950 cm³ | Tipo de tracción | 4matic | |
Bloque motor | 4 cilindros en línea turbo | Combustible | Gasóleo | |
Potencia (CV @ rpm) | 239 @ 4.200 | Capacidad del depósito | 70 litros | |
Par motor (Nm @ rpm) | 530 Nm @ 1.600 - 2.400 | Consumo urbano | - l/100 km | |
Masa en vacío | 2.220 kg | Consumo extraurbano | - l/100 km | |
Velocidad máxima | 215 km/h | Consumo combinado | 6,6 l/100 km | |
Aceleración 0-100 km/h | 8,5 segundos | Capacidad maletero | 1030 litros | |
Transmisión | 9G-Tronic | Precio | 76.244 euros |
El coche para esta prueba ha sido prestado por Mercedes. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas
Fotografía | Héctor Ares