Probamos el Mercedes-Benz Clase A 2018, donde la realidad aumentada es ya una realidad

La cuarta generación del Mercedes-Benz Clase A llega en un momento en el que el segmento de los compactos está siguiendo la tendencia de integrar una avanzada tecnología otrora propia de categorías superiores y de crecer en tamaño. Es lo que Mercedes-Benz llama madurar y eso es lo que ha hecho la nueva entrega del Clase A.

Si a esta hoja de ruta le sumamos que estamos hablando de un compacto premium, que no se mira en el espejo de los convencionales, el salto tecnológico es aún mayor. También lo es el precio, claro: el Mercedes-Benz Clase A más barato parte de los 31.400 euros. Hemos probado las dos primeras versiones que llegarán a los concesionarios españoles comprobando de primera mano esa madurez a la que se refiere la marca de la estrella.

El Mercedes-Benz Clase A 2018 llegará a nuestro mercado no antes de finales de mayo asociado a dos motorizaciones, una gasolina y otra diésel. La versión de “acceso” será el A200, que monta el gasolina menos potente, el 1.3 de 163 CV, y que, asociado al cambio manual de seis velocidades, será la opción más barata de la gama: 31.400 euros. Si optamos por la versión de cambio automático, pasamos a los 33.650 euros.

Por su parte, la alimentada por gasóleo A 180d equipa el 1.5 turboalimentado de 116 CV cuyo precio de salida será de 32.700 euros. Ambos propulsores son de origen Renault y son completamente nuevos. En las cercanías de la turística Split (Croacia) hemos tenido la ocasión de probar ambas variantes y su tecnología es lo que más nos ha llamado la atención, pero empecemos por las sensaciones a sus mandos.

Al volante de la cuarta generación del Clase A

Parece que Merecedes-Benz está dando prioridad al cambio automático en el Clase A 2018. De hecho, sólo el A 200 puede asociarse a una caja manual. Las dos variantes que probamos en la costa adriática de Croacia montan la nueva caja automática de doble embrague y siete velocidades 7G-DCT, que permite incorporar por primera vez en el Clase A el sistema Dymanic Select con hasta cuatro modos de conducción: Comfort, Eco, Sport e Individual.

La ruta que realizamos con ambos Clase A, el A 200 y el A 180d, es idéntica en cuanto a tipología: completamente mixta, lo que incluye tanto tramos urbanos, como de carretera convencional, que contiene zonas más reviradas de montaña, y autopista. Un escenario perfecto para probar este Dymanic Select: en las vías rápidas optamos por el Comfort, mientras que en las zonas donde abundan las curvas escogemos el Sport, para pasar a Eco cuando llegamos a ciudad. Realizando esta gestión del motor y el cambio obtenemos un consumo de 6,7 l/100 km en el caso del A 200 y de 5,2 l/100 km en el del A 180d.

Mercedes-Benz A 200

Mercedes-Benz A 180d

MOTOR

1.33 M 282 4 cilindros 163 CV @ 5.500 rpm - 250 Nm @ 1.620 rpm

1.5 OM 608 4 cilindros 116 CV @ 4.000 rpm - 260 Nm @ 1.750-2.500 rpm

CAMBIO

Automático de doble embrague 7G-DCT de 7 velocidades

Automático de doble embrague 7G-DCT de 7 velocidades

VELOCIDAD MAXIMA

225 km/h

202 km/h

ACELERACION 0-100 km/h

8,0 segundos

10,5 segundos

CONSUMO Y EMISIONES (ciclo mixto)

5,2 l/100 km y 120 g/km de CO2

4,1 l/100 km y 108 g/km de CO2

PRECIO

Desde 33.650 euros

Desde 32.700 euros

Es importante señalar que los kilómetros recorridos con ambos no son los mismos: con la variante de gasolina del Mercedes-Benz Clase A 2018 recorremos 156 km, mientras que con el diésel hacemos una ruta de 65 km. No es mucho, pero suficiente para adelantar que el A 200 apunta a ser la versión más interesante en relación calidad/precio. Con sus 163 CV y sus 225 km/h de velocidad máxima, este propulsor es ágil, divertido y dinámico y, sin duda, la nueva caja de cambios automática es una estupenda compañera.

Por su parte, el diésel A 180d viene a representar la versión menos pasional de la familia aunque, también gracias al cambio 7G-DCT, esos 116 CV turboalimentados parecen más. En ciudad, donde necesitas agilidad responde muy bien, mientras que en autopista si pisas el pedal a fondo tarda poco en acelerar y ponerse a la altura de las circunstancias. No obstante esos 47 CV de menos respecto al A 200 se notan: el A 180d está pensado para aquellos que quieran recorrer muchos kilómetros y consumir poco.

Mercedes-Benz ha puesto especial cuidado en esta nueva generación del Clase A en mejorar el confort. Las dos versiones, de tracción delantera, montan amortiguación activa regulable, de tipo McPherson delante y de brazos combinados detrás, que mejora la comodidad de los ocupantes, a lo que también ha contribuido la reducción de vibraciones y, por tanto, de ruido a bordo.

El Mercedes-Benz Clase A 2018 casi conduce por ti... si quieres

Más allá de las sensaciones al volante, teníamos muchas ganas de probar toda la tecnología de la que presume el Mercedes-Benz Clase A 2018. Principalmente la de asistencia a la conducción, con sistemas de automatización de nivel dos muy avanzados. Las tecnologías estrenadas en el nuevo Mercedes-Benz Clase S, están presentes en el Clase A, aunque la mayoría son opcionales y se comercializan mediante paquetes.

De todas ellas, la que más llama la atención es el sistema Distronic, o asistente activo de distancia para el control de crucero del compacto alemán. Éste se adapta a la velocidad de los vehículos que va encontrando en su camino cuando la cámara frontal los detecta. Circulando a 130 km/h (velocidad máxima permitida en las autopistas croatas), encontramos un camión y dejamos al sistema actuar: a unos 50 metros reduce la velocidad y, cuando activas el intermitente para adelantar, acelera sólo y recupera rápidamente la velocidad. Hay que tener cuidado de no acercarse mucho al vehículo que queremos adelantar, ya que el sistema tardará más en acelerar.

El Distronic incorpora además la función de adaptarse a la velocidad de la vía de forma autónoma, que podemos activar o no. Probamos esta opción por carretera convencional y con bastante tráfico: el Clase A va a adecuándose tanto a las señales, lo que hace con eficacia milimétrica en cuanto cambia el límite de la carretera, como a la velocidad de los coches.

Si a esto le sumamos el asiente de mantenimiento de carril, que maneja la dirección de forma autónoma, casi podríamos decir que conduce solo. Aunque hay que mantener las menos en el volante, claro. Atascos, autopistas, carreteras de doble dirección... los escenarios donde este sistema es útil no son pocos.

El Clase A más seguro

Otra de las bondades tecnológicas del nuevo Merecedes-Benz Clase A en lo que toca a seguridad es el detector activo de cambio de carril, que se pone en funcionamiento cuando circulamos entre 80 y 180 km/h. Éste viene de serie en todas las versiones y detecta si estamos ocupando el carril contiguo, redirigiendo de manera quizá un poco brusca, el coche a su carril. Se ha configurado así pensando en si nos quedamos dormidos al volante, aunque al activarse por primera vez te asusta un poco.

Pero hay más, el nuevo Clase A equipa también, de forma opcional, el asistente de ángulo muerto, que te avisa acústica y visualmente en el retrovisor cuando te dispones a cambiar de carril. Dicho sistema está operativo en rangos de velocidad entre 12 y 200 km/h y, por primera vez en un modelo de la marca, incluye también esta función cuando el vehículo está parado: tres minutos después de detener el motor se mantiene activo avisándonos de la presencia de otros usuarios de la vía, lo que incluye bicicletas o peatones.

Por otro lado, esta cuarta generación equipa de serie la frenada activa de emergencia. Si el coche detecta que no estamos frenando cuando debiéramos, nos avisa visual y acústicamente, para detener el vehículo si no respondemos a estas señales. Este sistema actúa incluso a velocidades por debajo de 60 km/h, pensado para actuar en atascos ante distracciones. Además, si el coche se detiene más de diez segundos, activa el freno de mano automáticamente, para desactivarlo en cuanto volvemos a operar sobre sus mandos.

Realidad aumentada para facilitar la navegación

Otra de las grandes novedades en esta nueva generación del Mercedes-Benz Clase A es el sistema multimedia MBUX, acrónimo de Mercedes-Benz User eXperience. Esta tecnología, que se materializa en las dos pantallas digitales de la Clase A (instrumentación y consola central), ofrece múltiples opciones de configuración. Por poner un ejemplo, el cuadro de instrumentos puede cambiarse hasta mostrarnos al completo la navegación para que no tengamos que levantar la vista de la carretera.

Las dos versiones que probamos cuentan con los display de 10,25 pulgadas (26 cm), la opción tope de gama, ya que podemos optar por otras medidas de 7 pulgadas o ambas combinadas, una de 7 y otra de 10,25.

Gracias a la cámara frontal y la de 360º, el Mercedes-Benz Clase A 2018, aporta tecnología de realidad aumentada al navegador sobre la base Here. Ésta no sólo nos va contando detalles de puntos de interés que vamos encontrando a nuestro paso, además, se activa automáticamente cuando entiende que podemos tener dudas del recorrido: sobre la imagen de vídeo en tiempo real aporta información infográfica de dirección o los metros que nos quedan para girar en una intersección. También comprobamos que detecta si no tenemos visibilidad de señales o semáforos para mostrarlo en la pantalla.

Hablando con el Mercedes Clase A

De igual manera, teníamos muchas ganas de hablar con el Mercedes-Benz Clase A 2018 porque, efectivamente, el compacto ha llevado a otro nivel la activación por función de voz: incorpora un sistema muy similar a Siri de Apple o Alexa de Amazon. Con sólo decir "Hey Mercedes" ya lo tenemos activo, aunque también comienza a funcionar si apretamos un botón ubicado en el volante.

Esta tecnología es capaz de entenderte hasta el punto de que si le dices "tengo frío", te contesta que va a ajustar la temperatura. Si vuelves a hacerle notar que ésta sigue sin convencerte, sube de nuevo el climatizador un grado. Además, el "Siri del Clase A", ofrece la función what3words. Si dices "llévame a" añadiendo tres palabras clave, te marca destinos que ya ha memorizado previamente o, si le preguntas si necesitas gafas de sol para tu trayecto, te muestra el tiempo.

Otra de las más destacables bondades del sistema MBUX es que es capaz de aprender: guarda hasta ocho perfiles y de todos ellos analiza sus hábitos para ofrecer en cada momento lo que necesitamos. Hasta 600 datos puede almacenar en cada perfil distinguiendo rutas habituales como ida y vuelta al trabajo o de ocio. De esta manera nos ofrecerá llamar a nuestra pareja a la vuelta de nuestra jornada o a nuestro jefe a la ida, además de activar los sistemas de asistencia a la conducción si hacemos habitualmente uso de ellos en estos trayectos.

Las funciones de conectividad del Mercedes-Benz Clase A se completan con la app Me Connect, disponible tanto para Android como para iPhone. Esta aplicación ofrece funciones como el encendido o apagado remoto, localización de vehículo o información en tiempo real de aparcamiento no sólo en parkings sino también en la calle, haciendo una estimación de los huecos que podremos encontrar en determinada zona.

Mejor vida a bordo

Terminamos con otro rasgo de madurez del que hace gala el Mercedes-Benz Clase A 2018: el compacto ha crecido no sólo en tecnología, sino también en dimensiones respecto a la anterior generación que se actualizaba en 2015. El compacto de la estrella crece en longitud principalmente, aunque también en altura y anchura.

La mayor distancia entre ejes, concretamente en 30 mm, permite mejorar la vida a bordo, a lo que contribuye también la mayor altura y anchura. Las plazas traseras ganan 22 mm para los hombros y 36 mm para los codos, así como un margen mayor en 8 mm respecto al techo. Por su parte, los asientos delanteros también ofrecen más espacio para hombros (9 mm), codos (35 mm) y cabeza (7 mm).

MERCEDES-BENZ CLASE A 2018

MERCEDES CLASE A 2015

DIFERENCIAS

LONGITUD (mm)

4.419

4.299

+120

ANCHURA (mm)

1.796

1.780

+16

ALTURA (mm)

1.440

1.434

+6

BATALLA (mm)

2.729

2.699

+30

MASA EN VACÍO (kg)

1.375

1.395

-20 kg

El maletero también aumenta respecto al modelo precedente pasando de 341 litros a 370 litros. Con la fila de asientos trasera abatida llega hasta los 1.210 litros en el caso de A 200 y a 1.200 litros en el A 180d. Para facilitar la carga, la apertura también aumenta su anchura en unos generosos 200 mm, mientras que el piso del maletero crece en 115 mm de longitud, dando cabida a objetos algo más largos.

En definitiva, el Merecedes-Benz Clase A 2018 crece en todo en esta cuarta generación, poniéndose no sólo a la altura si no quizá superando a sus rivales directos: el Audi A3 y el BMW Serie 1. Y la familia no dejará de crecer. A estas dos versiones se sumará al mercado español en octubre el A250, que montará el propulsor de gasolina más potente, el 2.0 de 224 CV, y que estrenará en la familia la tracción total 4Matic.

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