Aunque parezca mentira, el Lancia Ypsilon ha cumplido ya 25 años. Sí, así lo reconoce la propia marca italiana, 25 años y cuatro generaciones, con la nueva que se presentó este año, aunque podría haber cierta controversia, ya que la primera generación se conoció simplemente como Y10 (entre los años 1985 y 1996) y la segunda generación cambió ligeramente su nombre a Y (entre 1996 y 2003). Sea como fuere, igualmente se trata siempre de la letra griega Y (ypsilon).
La tercera generación ya se llamó Ypsilon (desde 2003), es solo de tres puertas, y seguirá vendiéndose hasta entrado el próximo año, aunque ya esté a la venta el nuevo Lancia Ypsilon 2011 (de cinco puertas por cierto). El Lancia Ypsilon 2003, rediseñado en 2006, pasará a denominarse Ypsilon Elefantino.
El Lancia Ypsilon es otro más de esos aproximadamente 40 utilitarios del segmento B que se venden en Europa, pero sin embargo, por deseo expreso del propio fabricante, no se sitúa en el mismo nivel que muchos de sus competidores, y aspira a una posición más distinguida y singular, en especial por su diseño. Seguid conmigo y os cuento todos los detalles.
Diseño, diseño y diseño (italiano, por supuesto)
Si por algo puede destacar el Lancia Ypsilon es por su diseño, guste a unos, o disgute a otros. Lancia asegura haber cuidado al máximo el diseño y los detalles del Ypsilon, buscando una aspecto más elegante y lujoso, aunque se trate de un coche pequeño. Bien, puede que así sea, desde luego es un diseño muy particular, pensado para gente que no quiere un coche más.
En especial en la parte trasera, muy redondeada, y con unos pilotos de diseño curvado y orgánico que no pasarán desapercibidos (de LEDs por cierto). Es curioso como la línea curva del arco de las ventanillas fluye continua hasta el portón del maletero. Quizás incluso hasta podríamos encontrar cierta inspiración retro en el diseño.
Desde luego la parte trasera está en la misma línea estética que la del actual Lancia Delta. En cambio en el Ypsilon las puertas traseras se han disimulado, retirando el tirador del panel de la puerta, y ocultándolo en el rincón de la ventanilla (quedando muy alto), para seguir pareciendo un coche de tres puertas, lo hemos visto ya en otros modelos también.
La parrilla delantera, cromada, estrena el nuevo diseño horizontal de una pieza. Los faros pueden ser de dos tipos, los normales, de serie en todas las versiones, son reflectores y con lámparas halógenas. Los faros con lente elipsoidal son exclusivos de las lámparas de xenón opcionales. Como sucedía con el anterior Ypsilon, se puede elegir entre varias pinturas de la carrocería bicolor (techo y capó del motor en diferente color que el resto).
El bastidor y la carrocería están construidos en su mayoría con aceros de alta y ultra alta resistencia. En el caso del bastidor el 40% son aceros de ultra alta resistencia. Con ello se consigue aligerarlo con respecto al anterior Ypsilon, y una mayor rigidez torsional (doy fe de ello). El chasis pesa solo 139 kg y todo el coche en vacío 965 kg (con el motor de gasolina pequeño).
El nuevo Ypsilon mide 3,84 m de largo (solo 3 cm más que su antecesor), 1,67 m de ancho (3 cm más estrecho) y 1,51 m de alto (2 cm más bajo). La distancia entre ejes es de 2,39 m (2,388 m medía el anterior). A pesar de la actual costumbre de hacer crecer los utilitarios, hasta medidas que hace no mucho se consideraban de segmento C, el Ypsilon permanece en sus contenidas dimensiones, pensando sobre todo en la ciudad.
Interior de buena calidad
El interior tiene buena presencia, y en general está muy bien acabado, considerando siempre que es un utilitario. Las piezas están bien ajustadas, no se perciben holguras, y casi ninguna rebaba de moldeado del plástico. El frente del salpicadero está acolchado, y tiene un tacto muy bueno. Hay pequeños detalles en cromo brillante y cromo mate (tiradores de las puertas, salidas de aire, etc.).
Sin embargo me gustó un poco menos la parte alta del salpicadero, que es de plástico duro, así como los paneles de las puertas (la parte acolchada es solo la parte central, alrededor del reposabrazos). Está siendo muy habitual ir degradando la calidad de los plásticos a medida que nos alejamos de las partes más cercanas al conductor.
La consola central está realizada en un plástico negro muy brillante, negro piano dirían algunos, plástico Mont Blanc dice la propia Lancia, que si bien tiene un aspecto más glamuroso, tiene un defecto: las huellas de los dedos se notan una barbaridad (y al menos eso, a mí no me gusta).
Las tapicerías son agradables, ya sean en tela, o incluso en cuero en la versión más alta. La versión intermedia, con la que pude estar más tiempo, tiene una tapicería con tacto de terciopelo, que a la vez recuerda a un tejido alcántara, que transmite calidad. Los asientos delanteros me han parecido cómodos.
Tienen bastante refuerzo lumbar (ajustable si se añade como opción), pero son un tanto blandos, aunque no me pareció excesivo. Habría que probarlos durante un viaje muy largo para ver qué tal. Eso sí, casi no tienen sujeción lateral. Pero es comprensible, teniendo en cuenta que Lancia ha querido hacer un coche confortable, no un deportivo.
La posición de conducción me ha parecido correcta, aunque me sentí un poco más alto que en otros coches (y esto no es ni bueno ni malo, es cuestión de gustos). El asiento se regula en altura, y el volante también, si embargo no se ajusta en profundidad, y debo ponerlo en la lista de pegas, porque tardé un poco más de tiempo en encontrar mi postura.
El volante incluye mandos para la radio o el teléfono, y está forrado en cuero, aunque no en la versión más básica. Los accionadores de los intermitentes y limpiaparabrisas me han parecido estar colocados un poco altos también, así como la palanca de cambio, que me recuerda un poco a la de monovolúmenes (también estaba alta en el anterior Ypsilon, y de nuevo, es cuestión de gustos).
El cuadro de instrumentos está en el centro del salpicadero, sobre la consola central, como en el anterior Ypsilon. Tiene un diseño sobrio, con cuatro relojes analógicos y es muy legible, con iluminación de color blanco. También hay una pantalla digital para otro tipo de información complementaria.
Es una cuestión un tanto personal, y por tanto subjetiva, pero sigo considerando más adecuado colocar los instrumentos detrás del volante, frente al conductor, y no desviados hacia la derecha, en la parte central, que obligan a desviar un poco más de lo normal la vista. Aún así me imagino que debe de ser cosa de acostumbrarse a ello.
He echado en falta un reposabrazos central delantero, aunque me imagino que no lo han incluido porque no sobra mucha anchura interior. En la versión intermedia no venía climatizador automático, sino simplemente aire acondicionado con mandos giratorios. Regular la temperatura es poco preciso, porque la rueda no tiene ninguna marca de temperatura para orientarse.
Bien de espacio delante, justito detrás
El espacio delante está bien, aunque mi rodilla derecha tocaba la consola central. El espacio detrás es más reducido, pero es comprensible siendo el Ypsilon entre 10 y 20 cm más corto que otros utilitarios. Para empezar, el acceso de la puerta en la parte inferior es justito (sobre todo si se tiene talla de pie grande). Una vez dentro, mis rodillas tocaban el respaldo del asiento delantero (colocado para mí, que no llego a 1,80 m), aún así no iba incómodo, porque la parte posterior del respaldo es blanda. La banqueta me pareció un poco corta.
La altura tampoco es muy generosa, yo estaba cerca de tocar en el techo, pero mi compañero de prueba, de otro medio, algo más alto, directamente tocaba en el techo. En anchura las plazas traseras me parecen más bien para dos personas, porque tres tengo la sensación de que irían muy apretadas. Si se mide más de 1,80 m, ir detrás no es muy recomendable en este coche.
Por cierto, por defecto el Ypsilon viene con asientos traseros para dos, es decir, cuatro plazas en total, abatibles en dos mitades 50/50. Si se desea se puede pedir de manera opcional los asientos traseros para tres (abatibles 60/40). En la versión más básica tiene sobreprecio (casi 219 euros), en las versiones intermedia o alta no cuesta nada.
Si los asientos posteriores son de dos plazas, no tienen reposacabezas, estos viene solo con los asientos traseros para tres. Así que si no lo pides específicamente, el coche viene sin reposacabezas traseros. Lo siento, pero esto es algo que no comprendo ni comparto. Sean dos plazas, o sean tres, los resposacabezas, elemento de seguridad indiscutible, deben de venir sí o sí.
Me ha parecido que no hay muchos huecos para dejar cosas en el interior, más allá de los de las puertas. Por ejemplo en la consola central vendría bien uno para dejar cosas a mano. Además la guantera no es muy grande.
El maletero es muy razonable, tiene un volumen de 245 litros (30 más que el Ypsilon Elefantino), es algo menos que otros coches del segmento B, pero el Ypsilon no es de los más largos. En el hueco debajo del maletero solo hay un kit reparapinchazos. Renunciar a una rueda de repuesto, ayuda a ganar un poco de maletero. Es opcional la rueda de emergencia.
Mañana os hablaré de motores, versiones, precios y de la conducción.
Continuará...