Hoy queremos hablarte de la que probablemente sea una de las mejores berlinas generalistas del momento: el Ford Mondeo ST-Line 2.0 TDCi 180 CV powershift, porque creemos que en la variedad está el gusto y que no solo hay SUV. La realidad es que las berlinas de segmento D se venden menos. Quizás porque han crecido mucho y se han alejado del concepto de berlina de tamaño medio de antaño, o casi con toda probabilidad porque lo que está de moda ahora son los SUV, todocaminos o todoterrenos light.
Ciertamente el 'look todoterreno' ha enganchado, pero además convence a muchos el circular en un coche más alto, que da cierta sensación de ir más seguro, "como en un tanque". Sin embargo un coche más alto como un SUV tiene en general ciertas contrapartidas: mayor altura y por consiguiente centro de gravedad más elevado, mayor masa, mayor superficie frontal y peor aerodinámica, y en consecuencia, salvo honrosas excepciones, una dinámica de conducción menos ágil y un consumo algo mayor.
Ford Mondeo 'ST-Line': 'look' más deportivo
El Ford Mondeo que se vende actualmente en Europa se presentó en el viejo continente a finales de 2014, aunque en el fondo no deja de ser el Ford Fusion que desde el 2012 disfrutan en EEUU. Junto con el Ford Mustang, al cual el frontal del Mondeo se da cierto aire (salvando las diferencias), puede que sean los dos modelos de Ford más atractivos de esta generación.
La versión ST-Line es si cabe quizás algo más atractiva aún que el resto de la gama, con un aspecto un poco más deportivo: para empezar el frontal es diferente, destacando la calandra negra de hexágonos, en lugar de una parrilla de barras horizontales cromadas. Son también diferentes los faros (aunque sean halógenos), los faros antiniebla y la luz de circulación diurna LED. Además se incluye un 'kit' deportivo con pequeños faldones, estribos laterales, y difusor posterior, así como llantas de aleación de 18 pulgadas bitono específicas y cristales traseros tintados (realmente muy oscuros, casi negros).
El Ford Mondeo es una berlina de 5 puertas, una berlina ranchera de carrocería familiar, o bien un sedán de 4 puertas. En España la carrocería de 4 puertas sólo se puede adquirir con la motorización híbrida de 186 CV y cambio automático continuamente variable, o bien en la versión más exclusiva, lujosa y (algo más cara también) Vignale (híbrido, diésel 180 y 210 CV y gasolina 240 CV). Para las demás versiones, si no se quiere una ranchera, la única opción es la carrocería de 5 puertas, con portón de maletero. Se fabrica en Valencia, en la factoría de Almussafes.
En la versión ST-Line esta carrocería queda realmente bien, con el techo y luna que caen suavemente hacia un tercer volumen de maletero muy disimulado, dando como resultado una línea un poco más coupé, que no aparenta que el Mondeo berlina mide 4,87 m de largo, 1,85 m de ancho, 1,48 m de alto y 2,85 m de batalla.
Seamos sinceros, 4,87 m de largo es mucha longitud, al menos para Europa, donde no solemos decidirnos por coches tan grandes, ni siempre es fácil aparcar el coche. De hecho, más que berlina de segmento D, con esas dimensiones estamos en el rango de las berlinas de segmento E (y pasa en casi todos los modelos similares, Volkswagen Passat, Renault Talismán, Mazda6, Peugeot 508, Opel Insignia, etc). Es más, los SUV de segmento C que han quitado tantas ventas a las berlinas, tienen un tamaño más contenido para el día a día, como por ejemplo el Nissan Qashqai, que mide tan solo 4,38 m de largo.
Interior amplio, cómodo y moderno
Los toques deportivos en el Ford Mondeo ST-Line 2.0 TDCi 180 CV powershift no se limitan solo al exterior. En el interior encontramos un volante específico para la línea ST-Line, con detalles en aluminio pulido y cuero perforado, de muy buen tacto y tamaño, y pedales en aluminio así como asientos delanteros deportivos con costuras en color rojo.
De manera opcional (por 1.000 euros más), como es el caso de esta unidad que probamos, se pueden elegir unos asientos deportivos que combinan cuero y tela, de color negro y también con costuras en rojo (y blanco). El cuero es bastante grueso y resistente y el tejido tiene una trama que recuerda un poco a la fibra de carbono. Estos asientos, además de bonitos, sujetan bien el cuerpo y no resbalan.
Los asientos son muy cómodos, tienen el respaldo un poco duro y buen ajuste lumbar, con bastante posibilidad de regulación del mismo. Los reposacabezas cuentan con regulación de la inclinación, por lo que pueden quedar muy cerca de la nuca, limitando en caso de alcance el retroceso de la cabeza y las consecuencias en las cervicales. El volante se regula en altura y profundidad.
Si bien nos han gustado los reposacabezas delanteros, debemos comentar que los reposacabezas de los asientos traseros son un poco duros y un poco incómodos. La plaza central trasera es utilizable, con un mullido blando, y además el túnel central no es muy alto ni molesto y queda altura libre al techo para un adulto sin que lo toque con la cabeza.
El espacio para las piernas es correcto, pero no nos parece que destaque dado el tamaño del coche, y en particular porque no se pueden estirar muy bien las piernas por debajo de los asientos delanteros, dando la sensación de que hay un poco menos de espacio, aunque el que hay a la altura de las rodillas es notable. Por ejemplo en un Škoda Superb hay más espacio.
La altura libre al techo está bien para personas de hasta aproximadamente 1,85 m, muy bien si tenemos en cuenta el diseño del coche con el techo bastante caído hacia la luna trasera como decíamos antes. El acceso es bastante bueno, pues las puertas traseras tienen un ángulo de apertura muy amplio, muy cercano a los 90 grados.
En general hay que reconocer una muy buena calidad de acabado interior. Visualmente los materiales son agradables a la vista y al tacto, suaves y acolchados en la mayor parte de las zonas que quedan cerca de la mano, y además las piezas están bien ajustadas entre sí. Es cierto que quien se fije mucho puede encontrar algunos pequeños detalles un poco mejorables (como por ejemplo el ajuste del plástico del perímetro de la palanca de cambios, o el aspecto de los asideros de las puertas).
Para el interior se utilizan diferentes texturas y materiales que generan contrastes que resultan en una armonía general elegante de aspecto moderno: plástico liso o rugoso con textura de cuero, aluminio mate o bien cromo brillante para algunos detalles, y plástico de color titanio satinado o negro piano brillante en ciertas molduras. No se abusa de las superficies muy brillantes (ni en cromo, ni en plástico negro piano), por lo que en general no hay brillos o reflejos molestos para el conductor.
Tampoco refleja la pantalla táctil de 8 pulgadas de la consola central, cuyo nivel de brillo permite que se vea bien de día con sol. El sistema de conectividad multimedia Sync 3 del coche incluye navegación GPS que no informa de manera clara de los radares o del estado del tráfico. Es compatible también con Android Auto y Apple Carplay. El control por voz es bastante útil, y falla muy pocas veces. Esta versión incluye también un equipo de sonido Sony de buena calidad y bastante potente.
Con esta pantalla la consola central no está abigarrada de botones, pero a cambio algunas funciones del climatizador bizona solo se pueden ajustar a través de dicha pantalla táctil. El cuadro de instrumentos es analógico, con la pantalla de la computadora de a bordo en color, entre las dos esferas.
Para terminar de hablar del puesto de conducción del Ford Mondeo, habría que comentar que el tacto de algunos de los botones del volante es mejorable (los superiores), que el reposabrazos central no es regulable en altura, que el reposapies del conductor es un poco estrecho o que la accesibilidad al hueco para objetos que hay por delante de la palanca de cambios es regular. Sin embargo todos estos son pequeños detalles que algunos conductores no encontrarán como inconvenientes, que conste.
El maletero es grande, como también lo es el portón, que deja una boca de carga muy amplia y una gran accesibilidad a todo el maletero. El portón además se eleva mucho sin riesgo a golpearse la cabeza, aunque las personas bajitas puede que tengan algún problema para llegar al asidero con el que cerrarlo.
Sin embargo el maletero tiene un poco de truco: sin rueda de repuesto (o si esta fuera una de emergencia) el volumen es de 550 l, un buen tamaño, aunque no sea el más grande de su categoría; sin embargo con neumático de verdad y encima grande, de anchura 235, el suelo del maletero queda más alto y se pierde volumen, reduciéndose a 458 l, lo cual ya no está tan bien (no es menos cierto que en este último caso luego quedan huecos "de relleno" debajo del suelo). Por ejemplo un Volkswagen Passat tiene más maletero.
Coche grande y potente, pero sin gastar más de la cuenta
Este Ford Mondeo que hemos probado es diésel y automático. Su motor es el 2.0 TDCi de 180 CV y 400 Nm (132 kW, 179,52 CV), un bloque de 4 cilindros, 4 válvulas por cilindro, inyección directa common-rail, turbocompresor de geometría variable e intercooler. Está asociado a una caja de cambio automática de doble embrague (multidisco bañado en aceite) de 6 velocidades que Ford denomina Powershift.
Con este motor y cambio el Mondeo pesa en orden de marcha 1.589 kg, acelera de 0 a 100 km/h en 8,6 s y tiene un consumo combinado homologado de 4,8 l/100 km.
El motor es muy silencioso al ralentí, y resulta casi imperceptible el ronroneo típico de diésel. Tampoco llegan vibraciones al interior. Al acelerar con decisión sí llega algo de ruido de ronroneo o vibración diésel, pero en todo momento el ruido llega muy amortiguado, y se percibe un nivel alto de refinamiento.
El Ford Mondeo es un modelo con muy buena insonorización global del coche, pues además hay muy poco ruido aerodinámico y muy poco ruido de rodadura, incluso con las ruedas grandes que llevaba esta unidad de prueba.
La caja de cambios funciona de manera muy suave, incluso en maniobras adelante y atrás a baja velocidad, por ejemplo aparcando (algo que no suele hacer tan suavemente un Volkswagen Passat, por ejemplo, con el que es más fácil tener algún pequeño tirón). Como contrapartida quizás esta caja no sea tan rápida en los cambios como una DSG del grupo Volkswagen, pues se nota un poco de demora al pisar a fondo el acelerador, sobre todo en el modo D.
Entre el modo D y el modo S de la caja de cambios viene a haber unas 500 rpm de diferencia. En el modo D, prima la eficiencia y la caja suele llevar el motor por debajo de 2.000 vueltas. En autopista a 120 km/h el motor justo gira a unas 2.000 rpm. En la conducción el motor con esta caja tiene una respuesta muy lineal, y responde con fuerza suficiente incluso desde muy bajas vueltas (1.100 a 1.200 rpm aproximadamente).
Durante la prueba, casi siempre circulando en el modo D del cambio, con una conducción normal por mis rutas diarias habituales, entre ciudad y autopista (sin pasar de 130 km/h de marcador), también sufriendo algún atasco de tráfico, según la computadora de a bordo el consumo medio fue de entre 5,3 y 5,4 l/100 km. Es una buena cifra para las características de este coche.
Conducción sobresaliente: disfruta al volante
La versión ST-Line del Ford Mondeo lleva suspensión deportiva: la altura está rebajada 10 mm y es un poco más firme. Las ruedas son de ancho 235 y perfil 45 (Michelin Primacy 3 en esta unidad en concreto), con llanta de aleación de 18 pulgadas.
Es verdad que se nota un tarado de la suspensión un poco firme, sensación a la que ayudan los neumáticos de perfil bajo. Comparado con un Mondeo convencional la suspensión es un poquito menos cómoda, pero aún así seguimos teniendo un coche cómodo y aisla muy bien de las irregularidades del pavimento. Por ejemplo un Peugeot 508 se nota algo más duro de suspensión, y no tan cómodo y aislado.
Además se nota un tren de rodaje muy resistente y sólido al pasar por baches o resaltos, incluso cuando son bastante violentos. Como el tarado de la suspensión hace que el coche balancee y cabecee poco, en todo momento, incluso al circular rápido, transmite mucha seguridad, aplomo y estabilidad.
El tacto de la dirección resulta también un poco firme, bastante directo y real. El Mondeo traza con precisión el giro de volante, sin reacciones indeseables ni problemas con la zaga, que sigue al tren delantero donde le dice el conductor. Es un coche ágil en curvas cerradas, incluso para ser un coche tan grande. En este sentido Mondeo y Mazda6 destacan en su segmento por comportamiento dinámico.
Ford Mondeo: un precio competitivo
El Ford Mondeo no es un coche barato, pero el precio final después de aplicar descuentos y promociones es muy interesante y competitivo, algo más barato por ejemplo que un Volkswagen Passat, y bastante más barato que las berlinas premium (BMW, Mercedes-Benz, Audi), sin que esté muy claro que realmente merezca la pena pagar la diferencia desde un punto de vista objetivo.
Según el configurador online de Ford hay un Mondeo desde 18.950 euros, con motor 1.0 Ecoboost gasolina de 125 CV y cambio manual (aunque hay versiones de hasta 210 CV diésel y 240 CV gasolina, cambio automático y tracción integral). Si quieres conocer otras versiones no dejes de echar un ojo a la toma de contacto de 2014.
El Ford Mondeo ST-Line está disponible desde 23.950 euros (con descuentos), pero la versión que hemos probado, con motor diésel de 180 CV y cambio automático es más cara. Serían 36.550 euros según tarifa, o bien 29.550 euros con descuentos y promoción.
Además en la unidad de la prueba hay que añadir varios equipamientos extra opcionales:
- Color azul impact: +550 euros
- Paquete tech: +1.300 (incluye sistema BLIS, frenada autónoma en ciudad, asistente de mantenimiento en carril, airbags de cinturón traseros, parabrisas térmico...)
- Paquete cuero parcial: +1.000 euros (incluye también asiento del conductor con reglajes eléctricos y asientos delanteros calefactables)
- Navegador GPS, pantalla táctil de 8" y Sync 3: +800 euros (incluye equipo de sonido Sony)
- Sistema de aparcamiento asistido: +200 euros (incluye sensores de distancia por los cuatro lados del coche)
- Rueda de repuesto "de verdad": +200 euros (pero ojo, que reduce el maletero)
En total, según precios de tarifa serían 41.600 euros, pero con descuentos y promoción vigentes se queda en 34.600 euros. Aunque es mucho dinero, es buen precio para este coche y todo lo que ofrece.
Es importante comentar que al Mondeo en versión ST-Line no se le puede equipar, ni siquiera como opción, control de velocidad de crucero adaptativo, ni tampoco faros Full LED de ajuste dinámico (hay que conformarse con control de velocidad convencional y faros halógenos con luz de circulación diurna LED); quien los quiera tiene que elegir un Titanium. Este motor, con cambio automático, también está disponible con tracción a las cuatro ruedas y carrocería familiar (ranchera).
Ford Mondeo 'ST-Line' 2.0 TDCi 180 powershift: nuestra puntuación
8.6
A favor
- Diseño atractivo
- Gran trabajo de insonorización
- Chasis de comportamiento sobresaliente
- Habitáculo cómodo
- Consumo contenido
- Precio muy interesante para todo lo que ofrece
En contra
- Con rueda de repuesto el maletero es más pequeño
- Los únicos faros posibles en el 'ST-Line' son halógenos
- No se puede equipar control de crucero adaptativo en esta versión
- Algunos pequeños detalles de acabado interior
- El navegador GPS no informa claramente de los radares
El Ford Mondeo ST-Line 2.0 TDCI 180 CV powershift no es un coche perfecto, y es cierto que se le pueden encontrar algunas pequeñas pegas, no demasiado relevantes. Sin embargo, en conjunto es un coche que deja una sensación muy satisfactoria al conductor, por su refinamiento y silencio de marcha, y sobre todo por el gran trabajo realizado a nivel de chasis, con un tacto de dirección y un tarado de suspensión sobresalientes, para disfrutar conduciendo, incluso rápido si así se desea.
Puede considerarse una de las mejores berlinas de segmento D generalistas del mercado, con permiso del Volkswagen Passat y del Mazda6, con una gran relación calidad/precio, y por eso se merece un notable alto.
Ficha técnica
Versión probada | ST-Line 2.0 TDCi 180 powershift | |||
Cilindrada | 1.997 cm³ | Tipo de tracción | Delantera | |
Bloque motor | 4L 16v DOHC, delantero transversal, de aluminio | Combustible | Diésel, inyección directa common-rail, turbo de geometría variable, intercooler | |
Potencia máxima (CV @ rpm) | 179,52 @ 3.500 | Capacidad del depósito | 63 litros | |
Par máximo (Nm @ rpm) | 400 @ 2.000 - 2.500 | Consumo urbano | 5,3 l/100 km | |
Masa en orden de marcha | 1.589 kg | Consumo extraurbano | 4,4 l/100 km | |
Velocidad máxima | 223 km/h | Consumo combinado | 4,8 l/100 km | |
Aceleración 0-100 km/h | 8,6 segundos | Capacidad maletero | 550 litros (458 l con rueda de repuesto) | |
Transmisión | Automática de doble embrague de 6 velocidades | Precio | 41.600 euros con los extras según tarifa (34.600 euros con descuentos y promoción) |
El coche para esta prueba ha sido prestado por Ford. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas
En Motorpasión | Ford Mondeo 2014, toma de contacto