El Cupra Formentor es un modelo único en la historia de Seat. Es el primero que se vende sólo bajo la denominación Cupra sin equivalente en la gama SEAT, aunque claramente fue inicialmente diseñado como un SEAT, como evidencian los faros de la generación saliente a lo SEAT Tarraco. Es también el modelo de mayor éxito de la joven marca. Sólo en 2023 se han vendido más de 120.000 unidades del Formentor.
Cuatro años después de su lanzamiento, Cupra actualiza por completo su modelo más famoso, con un nuevo frontal, nuevos motores, incluido una nueva versión de 333 CV (el motor del Audi S3) con la tracción integral del Audi RS3, y una versión PHEV con más potencia y más autonomía eléctrica. Nos pusimos al volante de estas dos inéditas versiones. Y el primer balance no podía ser más positivo.
La difícil tarea de mejorar un coche de éxito
El Cupra Formentor lo conocemos de sobra. No me extenderé evocando el trazo de sus líneas o su musculatura. Lo que algunas personas encuentran hermoso, otras lo juzgarán feo. Sin embargo, el Formentor gusta a casi todo el mundo, desde el más tuercas hasta el menos petrolhead. Algunos te dirán que le sobran cm de altura libre al suelo (estoy de acuerdo), pero su diseño ha dado en el clavo.
Su perfil compacto y aletas marcadas, el juego que dan los nuevos faros con los triángulos como firma lumínica (un guiño al logotipo de Cupra) junto a la nueva parrilla, las llantas Cupra de 20 pulgadas, un kit carrocería nada estridente y los colores mate -especialmente el verde- combinado con los toques cobrizos le dan una verdadera personalidad.
A bordo, los cambios no son tan visibles a primera vista. Los controles táctiles debajo de la pantalla táctil son ahora retroiluminados, la nueva interfaz de la pantalla táctil es más intuitiva y ha ganado en fluidez. Los baquets de las versiones VZ han sido rediseñados, pero siguen dando la mezcla perfecta entre sujeción, confort y aspecto descaradamente cool.
Los acabados siguen siendo de buena factura, a pesar de algún que otro plástico duro que se podrían haber evitado, sobre todo en un coche que parte de los 57.390 euros en su versión VZ híbrida enchufable de 272 CV. Pero globalmente, con los toques cobre y la costuras de contraste del mismo color icónico de Cupra, el interior es agradable y tiene un cierto aire más deportivo y original que realmente premium.
A nivel mecánico, el nuevo Formentor mantiene la posibilidad de escoger entre el diésel, gasolina microhíbrido, híbrido enchufable PHEV y gasolina. Así, estrena el 1.5 eTSI mild hybrid que ya equipaba el CUPRA León. Este bloque de 150 CV asociado a un cambio DSG de 7 marchas permite ahora al Formentor contar con una versión de etiqueta ECO.
Cupra Formentor ZV e-Hybrid: deportivo y eficiente
En cuanto a las versiones híbridas enchufables PHEV, las e-Hybrid, el Formentor estrena nuevas mecánicas: una de 204 CV y otra de 272 CV. Esta versión VZ híbrida con etiqueta CERO (y frenos Brembo opcionales con discos perforados de 370 mm de diámetro) es la mayor novedad de la gama.
Al igual que la nueva versión PHEV de 204 CV, equipa un 4 cilindros de 1.5 litros turbo de 177 CV, un motor eléctrico de 115 CV y una batería de 19,7 kWh útiles. El cambio sigue siendo automático de doble embrague DSG de siete marchas. Con esta nueva combinación, el Formentor e-Hybrid homologa una autonomía eléctrica superior a los 100 km (WLTP).
La nueva batería es apenas más grande que la anterior, pues su tamaño no afecta ni a la habitabilidad ni a la capacidad del maletero, pero sí es algo más pesada. Pasa de pesar 130,8 kilos en la primera generación a 171,4 kilos en este nuevo Formentor.
Por otra parte, la batería permite ahora cargas rápidas de hasta 50 kW que permiten, según la marca, pasar del 10% al 80% de carga en 26 minutos. Es algo imprescindible a la hora de viajar con este coche y poder aprovechar durante más tiempo las bondades de la electricidad y bajar el consumo de gasolina.
Con una batería más pesada podría uno pensar que, una vez agotada su energía, el consumo de gasolina se dispara. Sin embargo, no es el caso. A pesar de una orografía muy desfavorable en autovía de montaña, el Formentor VZ e-Hybrid arrojó una media de 8,2 l/100 km. No es un portento de frugalidad, pero todavía es un consumo razonable.
En conducción, la versión PHEV se ha mostrado relativamente refinada a velocidad constante y el motor de gasolina se deja oír sólo en fuertes aceleraciones. Algo que casa bien con el buen confort que ofrece el Formentor, sobre todo en nuestra unidad que equipaba la amortiguación pilotada opcional DCC que permite variar la firmeza de los amortiguadores.
Entre un motor gasolina que va más desahogado (mayor cilindrada y potencia) y una gestión mejorada del sistema híbrido, el nuevo PHEV ofrece una conducción más suave, con unas transiciones entre tracción eléctrica y mecánica algo más finas que en la generación anterior.
El chasis es más que competente para hacer frente a la potencia, independientemente de la versión escogida. Incluso llevado al límite, mantiene el equilibrio y su aplomo, con unos apoyos en curvas muy francos, que dan mucha confianza.
El tren delantero ofrece mucho agarre, salvo en las salidas desde parado efectuadas con demasiado ímpetu o con las ruedas giradas, debido al par motor instantáneo del motor eléctrico que maltrata los neumáticos. Por lo demás, es un coche que inspira confianza, pero que tiene una ligera tendencia al subviraje llegando al límite.
Cupra Formentor VZ 333 CV: un deportivo más eficaz que divertido
En cuanto al Cupra Formentor VZ gasolina y sus 333 CV con tracción integral, todas las cualidades experimentadas en el VZ e-Hybrid se ven aquí multiplicadas. Y más que los 23 CV más con respecto al anterior Formentor VZ de 310 CV y sistema 4Drive, lo que cambia mucho es la adopción de la tracción integral de los Audi S3 y RS3 con Torque Splitter. Adiós al sistema Haldex de los 4Drive.
El Torque Splitter es un diferencial con embrague multidisco a cada lado del eje de transmisión, que no solo distribuye el par motor entre los ejes delantero y trasero, sino también entre las ruedas izquierda y derecha del eje posterior, en los apoyos en curva. En la generación anterior sólo podía repartir la potencia entre los ejes delantero y trasero.
Y eso transforma el coche en conducción deportiva. El tren delantero, con suspensión McPherson, es de lo más incisivo, directo y preciso. Es incluso ligeramente comunicativo con lo que hacen las ruedas.
El Torque Splitter, por su parte, actúa de maravilla y ayuda al coche a girar alrededor de su centro, e incluso más si activamos el modo Drift. Cosa que a pesar de poder probar el coche en tramo cerrado, no tuve oportunidad de activar y ver cómo funciona. Será para más adelante.
El motor empuja fuerte, mientras que el guiado del coche hace que nos podamos tirar al vértice de la curva con mucho más fuerza de lo habitual. Y si nos hemos pasado tres pueblos, bastará con levantar el pie del acelerador para que todo vuelva a su cauce sin violencia ni descomponerse en rebotes de apoyo o movimientos extraños del tren trasero.
No es el coche más expresivo del mercado, el sonido del motor que oímos a bordo es medio artificial (siempre quedan los escapes Akrapovic opcionales) y, a menos de activar el modo Drift, no es el coche que más te va a exigir al volante, pero cuando se trata de ir rápido, es imbatible. Con su tren trasero multibrazo agarrado a la carretera, el coche es muy noble y nunca reacciona de forma escabrosa. Sencillamente, es un coche ultra eficaz en conducción deportiva.
El nuevo Cupra Formentor se renueva lo justo estéticamente, pero se actualiza de forma notable en la parte mecánica para mejorar todavía más un coche que nació bajo una estrella. No es algo que las marcas suelen hacer, pues es más difícil de vender que un nuevo frontal y una pantalla táctil con gadgets.
Por el Formentor de acceso, es decir, el 1.5 mild-hybrid de 150 CV y etiqueta ECO, hay que contar desde 39.780 euros. Esta cifra sube a 57.390 euros para el Formentor VZ e-Hybrid de 272 CV. Todavía no se conocen los precios del resto de la gama, como el VZ de 333 CV.