Este es el CUPRA Ateca más barato y ya lo hemos probado, pero sigue a la sombra de su hermano de 300 CV
Hasta hace poco, el CUPRA Ateca sólo estaba disponible con un 2.0 litros TSI de 300 CV. Eso era en España, porque en Suiza, por ejemplo, existe además una versión de 360 CV cortesía de ABT.
Pero España es un mercado en el que dominan los modelos con motores pequeños, independientemente de su equipamiento. Así, para completar su atractivo con versiones más asequibles como lo han hecho el Formentor y el CUPRA León con el 1.5 eTSI, el CUPRA Ateca aplica la misma receta.
Así, la gama del Ateca se completa hacia abajo con un nueva versión 2.0 TSI de 190 CV que ponemos a prueba, para saber si el contenido está a la altura de las expectativas que genera el sello CUPRA. Y más en un coche que fue el primer modelo en venderse bajo la marca CUPRA.
El CUPRA Ateca de 190 CV es un viejo conocido, en realidad. Técnicamente, se trata del modelo anteriormente conocido como SEAT Ateca FR 190 CV. La mecánica es la misma, a saber, un 4 cilindros 2.0 litros turbo de 190 CV asociado a un cambio automático de doble embrague y siete marchas DSG 7 y a una tracción integral '4Drive' de tipo Haldex.
Esto significa que, en condiciones normales, el coche es un tracción delantera, mientras que las ruedas traseras traccionan únicamente cuando el eje delantero pueda verse desbordado (asfalto mojado, nieve, conducción deportiva).
Las diferencias entre uno y otro se aprecian a nivel estético. Al convertirse a CUPRA, el Ateca luce todo el kit carrocería asociado a la marca. Parachoques de líneas más agresivas, calandra tipo nido de abeja, marcados pasos de rueda, llantas de aleación de 19 pulgadas en color negro y cobre y un parachoques trasero con difusor inferior.
¿Falta algo, no? Sí, las cuatro colas de escape del Ateca de 300 CV. Por una parte, se mantiene así la exclusividad de quien haya optado por la versión de 300 CV, y por otra parte, se expresa así la filosofía de esta versión: es un modelo de gama alta, matizando su aspecto deportivo. Ya saben, lo importante es el prestigio del sello, el equipamiento y sólo después el motor.
Un SUV familiar y deportivo
A pesar de los esfuerzos de la marca porque veamos a CUPRA como una suerte de marca semipremium, no necesariamente deportiva, la realidad es que la percepción del público es muy distinta. Para la mayoría sigue siendo una marca deportiva, equipe un pequeño 1.5 de 150 CV o un 5 cilindros Audi de 390 CV. Y es algo que se tiene que apreciar, incluso en un Ateca de 190 CV.
Detrás de su carácter contundente a altas revoluciones, el 2.0 TFSI esconde una temible eficacia. Su asombrosa disponibilidad y elevado par motor (320 Nm desde 1.500 rpm) dan alas al Ateca. La aceleración enérgica (0-100 km/h en 7,1 s) y recuperaciones contundentes (80 a 120 km/h en 5,5 s) aumentan el placer de conducción.
La suave y rápida caja de cambios DSG de siete velocidades se adapta perfectamente a la flexibilidad de este 2.0 TFSI. Este cambio, sin embargo, sigue padeciendo el mismo defecto que en el resto de modelos del grupo Volkswagen: no está exento de dar algunos pequeños tirones cuando maniobramos a velocidades muy bajas.
En todo caso, el Ateca 190 CV mantiene el dinamismo visto en la versión de 300 CV. Su relativa agilidad y su dirección precisa, sigue siendo una de las bazas del Ateca. Hasta el punto que, con la amortiguación pilotada opcional (790 €), se olvidaría uno por unos instantes que estamos al volante de un SUV. Además, hace gala de una excelente motricidad, al crédito del sistema Haldex y del agarre de sus neumáticos.
Esta amortiguación opcional, ofrece un buen compromiso en modo normal entre confort y dinamismo mientras que consigue reducir al mínimo los movimientos de la carrocería en modo Sport, a costa de un confort más firme, especialmente a baja velocidad.
La suspensión, suficientemente eficaz en modo normal, filtra agujeros y baches con facilidad. La agilidad y el juego que puede dar en la entrada de las curvas -se puede entrar en la curva con los frenos- nos sacan una sonrisa. Además, la tracción total permite reacelerar muy pronto en salida de curva sin que la trayectoria se alargue. Básicamente, el coche va sobre raíles.
En definitiva, es un modelo muy cercano a lo que ofrece el Ateca de 300 CV. Incluso se le acerca en términos de consumo medio, que en nuestra prueba rondó los 9 l/100 km (8,1 l/100 km en ciclo WLTP). De hecho, que sea tan parecido puede ser incluso un problema.
Espacio y calidad dominan en el interior
A bordo del Ateca en versión CUPRA, no hay cambios con respecto a un Ateca con el sello SEAT, salvo por la presencia de los dos botones CUPRA en en el volante. Uno es para arrancar el motor y el otro es el acceso rápido a los modos de conducción. En realidad, la única diferencia realmente llamativa es la presencia de los asientos delanteros semibaquets (de serie) y de una tapicería de tipo Alcantara realizada en materiales reciclados y exclusiva a CUPRA.
Nuestra unidad de prueba, sin embargo, equipaba la tapicería de cuero azul petróleo opcional. Realizada también con materiales reciclados va asociada al pack invierno por 1.772 euros que incluye asientos y volante calefactable.
El interior compensa su ambiente un tanto austero con una calidad de construcción muy seria. El montaje preciso y los materiales de calidad. La posición de conducción es bastante baja para un SUV, lo cual se agradece, y hay mucho espacio de almacenamiento.
Algo corto entre los SUV compactos, el Ateca ofrece sin embargo suficiente espacio para las piernas en las plazas traseras. Sigue siendo un coche eminentemente familiar. Y su maletero compensa su modesto volumen teórico de 485 litros con unas formas cuadradas que lo hacen más aprovechable que rivales con más volumen.
CUPRA Ateca 190 CV, precio y equipamiento
El CUPRA Ateca de 190 CV parte de los 44.360 euros, con actualmente un descuento de 1.400 euros. Es 6.310 euros más barato que el Ateca de 300 CV. En ese aspecto, cumple con la premisa de ofrecer ese toque deportivo de CUPRA a un precio inferior.
El equipamiento de serie incluye, entre otros, los asientos semibaquets, el cuadro de instrumentos digital, pantalla táctil de 9,2 pulgadas compatible con Android Auto y Apple CarPlay, así como el control de crucero activo y el asistente activo de mantenimiento en el carril.
Nuestra unidad de pruebas equipaba, además, la pintura metalizada gris grafito (655 euros), las llantas de aleación de 19 pulgadas con toques cobre (299 euros), la tapicería de cuero azul con el winter pack, por 1.772 euros (volante y asientos calefactables), el equipo Beats audio y la cámara 360º (1.620 euros), así como los amortiguadores pilotados DCC (790 euros). Al final, si uno se deja llevar, este Ateca puede subir hasta casi 50.000 euros.
Las alternativas al Ateca son a menudo más espaciosas y más prestigiosas, como pueden ser los Audi Q3 y BMW X1. Y es que los generalistas, salvo Volkswagen, no proponen SUV compactos con motores gasolina tan potentes, salvo cuando recurren a la hibridación enchufable.
En todo caso son modelos bastante más caros. El Audi Q3 40 TFSI de 190 CV parte de los 51.030 euros, mientras que el BMW X1 sdrive20i parte de los 45.550 euros, pero este modelo de 170 CV es un tracción delantera.
Frente a ellos, el Ateca ofrece un toque realmente deportivo, espacio a bordo para toda la familia y un sello cada vez más prestigioso, a un precio más asequible. Pero quizá no lo suficientemente rebajado como para justificar su existencia frente al modelo original.
Puestos a pagar cerca de 50.000 euros por un Ateca, mejor hacerlo por el pata negra y optar por el de 300 CV, aunque sea prescindiendo de las opciones que pueda equipar. Como versión más asequible del CUPRA Ateca, tendrá más sentido la futura versión 1.5 TSi de 150 CV, que aún está por llegar a España, y que de momento sólo está disponible con el SEAT Ateca FR.
El coche para esta prueba ha sido prestado por CUPRA. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
