El Chevrolet Trax comenzará su vida comercial en el mercado español durante este próximo mes de mayo. Como sabemos, se presenta con cinco versiones basadas en los motores 1.4 Turbo y 1.7 diésel y en un gasolina 1.6 atmosférico como versión de acceso, con tracciones delantera y total y transmisiones manuales en general, y automática, si se prefiere, en el diésel de tracción delantera.
Con el Trax, la marca de la pajarita persigue consolidar la posición que le brinda su otro SUV, el Chevrolet Captiva, que representa un 12 % de sus ventas, y así remontar el vuelo sobre 2013, un año que el sector de la automoción ha caído en ventas al nivel que tenía en 1987. En Europa, Chevrolet tiene una cuota de mercado del 1,28 % por la que va a pelear duramente.
Y la principal baza con la que cuenta la marca se llama precio competitivo, además de sacar partido de toda una herencia de vehículos creados con la filosofía de los SUV (versatilidad, practicidad, compacidad, espacio...) que se remonta en el tiempo hasta 78 años atrás, allá por 1935, cuando Chevrolet lanzó el Suburban Carryall.
Como ya hemos ido repitiendo de presentación en presentación, de marca en marca, los SUV constituyen la actual esperanza del sector. Se prevé que entre 2013 y 2016 este segmento crezca en un 17 %. Por su parte, Chevrolet se plantea alrededor de un 2 % de cuota, que hacia 2018 debería aumentar hasta el 2,8 %.
De momento, y ya centrándonos en España, la idea es apostar por el diésel tracción delantera, lo cual no es ninguna sorpresa. Del 100 % de las ventas, los porcentajes son los que siguen: tracción delantera diésel, con un 47,3 % del total; tracción total gasolina, con un 36,3 %; tracción total diésel, con un 13,2 %; tracción delantera gasolina, con un 3,3 %. El 0,1 % que sobra lo atribuiremos a los indecisos o bien a los acaparadores.
Con todo ese bagaje nos plantamos en Zadar, en la costa de Croacia, y vamos a ver qué nos ofrece el Chevrolet Trax para posicionar en el mercado tal y como desean sus máximos valedores. Y como no puede ser de otra manera, antes de pensar en un Nissan Juke o en un Škoda Yeti, lo lógico es plantearnos qué diferencias existen entre el Chevrolet Trax y su pariente alemán, el Opel Mokka.
Chevrolet Trax, Opel Mokka: ¿hay diferencia?
Hablar del Chevrolet Trax resulta imposible sin pensar en el Opel Mokka. ¿Hay diferencias entre ambos modelos? Sin duda, pero a primera vista es más lo que los une que lo que los separa. Eso sí, también a primera vista es evidente que hay paneles que cambian, siendo significativo el frontal que da al Chevrolet Trax el ya habitual aspecto duro de la marca, 100 % Chevrolet.
De todas formas en el interior es donde vamos a encontrar los cambios de mayor envergadura entre los dos SUV-B que comparten buena parte de su ADN. Como le sucede al Mokka, visto en conjunto el Chevrolet Trax tiene un aspecto de SUV grandote pero manejable: se hace querer.
Aspecto interior, acomodación y mandos
Al entrar en el Chevrolet Trax encontramos un espacio ajustado al conductor y a los ocupantes. El asiento del conductor tiene unas regulaciones cómodas que permiten trabajar en un rango de estaturas bantante amplio, lo que se traduce en un coche que en casa puede pasar de manos a manos sin problemas de adaptación.
La visibilidad es más que correcta si tenemos en cuenta la elevada altura del puesto de conducción, que conviene compensar llevando el asiento a una posición lo más baja posible. Esto, que a la hora de conducir cualquier vehículo es un consejo básico, en un coche alto como este se convierte en una necesidad para una conducción más segura. Y es que mirar a un palmo de distancia nunca es una buena idea.
El acompañante no tendrá tanta suerte, ya que su asiento cuenta con menos reglajes. A cambio, en las versiones más completas es posible abatir el respaldo sobre la banqueta y obtener así una longitud de carga de hasta 2,3 metros de los 4,25 metros que mide el vehículo. Y es aquí donde uno recuerda la explicación de Chevrolet sobre el nacimiento de los SUV como vehículos pensados para el transporte de personas y cosas.
En ese mismo apartado, aunque los 356 litros iniciales del maletero pueden resultar algo escasos, no podemos olvidar que en el fondo hablamos de un SUV-B. De todas formas, para mayores necesidades de carga está la capacidad con los asientos traseros abatidos (60/40), de 785 litros (que medidos hasta el techo son 1.370).
Por lo demás, vamos a encontrar huequecitos portaobjetos por todo el habitáculo, incluidas tres guanteras: una en la zona central y dos en la zona del acompañante, que a diferencia de lo que observamos en otros modelos no es una guantera partida en dos, sino una señora guantera inferior y una guantera superior plenamente funcional.
Esa guantera superior incluye los puertos de conectividad y permite albergar los dispositivos que conectemos. Esto será especialmente útil cuando hablemos de las aplicaciones móviles que se pueden gestionar desde la consola, ya que dependerán completamente del smartphone.
Y hablando de consolas... Sin poder olvidar la referencia al Mokka, algunos detalles de los acabados han cambiado. En la consola central ya no encontramos el diseño de mil y un botones del alemán, sino unos mandos que, aunque sean más agradables a la vista, también resultan algo menos intuitivos.
Claro está que para gustos se hicieron los colores (y los controles), y aquí cada cual será el que decida en función de sus preferencias personales. La verdad es que se agradece la limpia línea del Chevrolet Trax con su pantalla táctil de 7 pulgadas que se convierte en centro de control, pero toca trastearla.
En el panel de instrumentación sorprende la elección de una pantalla que combina lenguaje analógico y digital con un estilo muy particular. Es muy fácil hacerse con este panel, y la lectura de los datos de régimen motor, velocidad y nivel de carburante es ejemplar. No ocurre lo mismo con otros datos del ordenador de a bordo, como el de consumo, que quedan algo eclipsados por el resto de la información.
En cuanto a los niveles de equipamiento, resulta curiosa la confección de la gama. Si bien es cierto que en conjunto tenemos delante un SUV bien equipado y con una buena relación calidad - precio, hay algo que no se acaba de comprender, como que se monte antes una conectividad USB que un climatizador automático o un elevalunas eléctrico en las ventanas traseras.
O el detalle del seguro de las puertas visto, que tanto nos marcó en el Opel Mokka y que aquí se mantiene, o que el volante multifunción forrado en cuero sólo esté disponible en el nivel superior de acabados, o que el nivel de acceso no tenga aire acondicionado. Son varios los aspectos que se hacen algo extraños, por más que hablemos de una estrategia basada en la contención de precios.
En general, la calidad percibida es buena, pero está a falta de esos detallitos que ayudan a redondear un coche por dentro. Por otra parte, cuenta con verdaderos aciertos, como un útil enchufe de 220 V al que se puede conectar un aparato de hasta 160 W. Lo mismo puede servir para alimentar un ordenador que para cargar el móvil sin necesidad de comprar un cargador específico para el coche.
Y hablando de móviles, como en el Trax la pantalla táctil es un elemento protagonista, las opciones de conectividad con iPhone se convierten en la puerta de acceso a tantas posibilidades como aplicaciones móviles se quieran programar.
MyLink, interesante anticipo de conectividad
Entre el equipamiento avanzado del Chevrolet Trax encontramos MyLink, que recientemente se ha integrado con la aplicación Siri de iOS y constituye un interesante anticipo sobre lo que puede dar de sí la conectividad en un futuro nada lejano. Pero como hoy estamos de probaturas, toca toquetear lo tangible, y lo tangible son algunas funciones que nos permiten enlazar el iPhone con la consola.
Por ejemplo, el navegador GPS basa su acción en una aplicación que se utiliza en el móvil, y la consola sólo funciona como interfaz de comunicaciones, mostrando el mapa en la pantalla táctil y reaccionando a nuestras órdenes. ¿Cuál es la ventaja? Que no se repercute en el precio del coche el coste del navegador... porque no lleva.
¿Cuál es la desventaja? Que hay que tener un iPhone y bajar la aplicación en cuestión. Obvio.
Por supuesto, la música y los datos de la agenda del teléfono son accesibles desde la pantalla de la consola; también lo son el reproductor de podcasts y la radio por internet que incluye; y esa misma pantalla es la que sirve de soporte a la cámara de visión trasera, que viene de serie con el sistema.
Otro uso de MyLink permite interactuar con el teléfono y, por ejemplo, pedir a la aplicación Siri que nos diga cómo está el tiempo o el tráfico. O usar Siri para pedir una pizza antes de llegar a casa, entre otras gestiones. Todo por comandos de voz, sin usar las manos más que para pulsar el botón correspondiente en el volante.
Y ya se nos está haciendo la hora de poner el motor en marcha y dar una vuelta por esta zona de Croacia. Lo haremos con dos unidades de tracción total: la de gasolina 1.4 Turbo y la diésel 1.7, a ver cómo se mueve cada una de ellas.
Continuará... Continúa...
En Motorpasión | Chevrolet Trax 2013