El BYD Tang es una propuesta original. No por su diseño, muy consrvador, sino por ser un SUV eléctrico de siete plazas. Y es que la posibilidad de una tercera fila de asientos en un modelo eléctrico son limitadas, especialmente si hablamos de SUV, la carrocería favorita de todos y que supone casi el 60% del mercado europeo en 2023.
Las pocas propuestas similares al BYD Tang que hay en el mercado español las encontramos en el Mercedes EQB, el Volvo EX90, el Tesla Model X y, pronto, en el Kia EV9. Son todos modelos de gama alta y el BYD Tang no es ninguna excepción a la regla, pues cuesta 69.990 euros.
A pesar de su diseño conservador, aunque elegante, el Tang tiene una enorme presencia en la carretera. Y se lo debe en parte a su inmensa calandra, que existe porque en China existe una versión PHEV y por tanto con motor de gasolina, sus finos faros y pilotos traseros -con intermitentes dinámicos- y sus llantas de 22 pulgadas.
Y sin embargo, a pesar de las apariencias, es más pequeño que un Mercedes GLE. Es incluso más pequeño que un Renault Grand Kangoo, pues no mide más de 5 m de largo. Concretamente, mide 4,87 m de largo por 1,95 m de ancho y 1,73 m de alto. No es compacto, pero todavía tiene unas dimensiones relativamente adaptadas a nuestras carreteras.
A nivel técnico, el BYD Tang dispone de dos motores, uno por eje, lo que lo convierte en un tracción integral. Juntos desarrollan un total de 380 kW, o 517 CV, y 680 Nm de par motor. Asociados a una batería de 86,4 kWh nominales (84 kWh útiles), homologa en ciclo WLTP 400 km de autonomía. Todo ello para propulsar un vehículo de 2,56 toneladas.
Un habitáculo espacioso y de aspecto premium
Una vez sentados a bordo, la percepción es igual de positiva. No nos encontramos con las originales del Atto 3, sino con un interior descaradamente premium. Los acabados del Tang sorprenden positivamente. Está claro que los chinos se han esmerado. Los materiales son de calidad y el tacto de los plásticos es agradable, con el mullido habitual en producciones de BMW. Incluso la tapicería de cuero (de tipo vegetal) transmite sensación de calidad.
Los asientos del BYD Tang son muy acogedores, aunque no sujetan casi nada en las curvas. Lo son delante, pero también detrás y hasta en la tercera fila de asientos. El espacio a bordo es inmenso, gracias en parte a los 2,82 m de batalla, pero también a la posibilidad de deslizar los asientos de la segunda fila. Además, sus respaldos pueden reclinarse para encontrar la mejor posición.
En cuanto a la tercera fila está diseñada para que dos adultos puedan usarla, aunque para tener un espacio correcto en ella los pasajeros de la segunda fila deberán avanzar sus asientos. Estos asientos adicionales no tienen el más cómodo de los accesos, pero aún se entra de forma razonablemente fácil. Al menos se esconden como si nada en el piso del maletero. En cuanto al espacio de carga, es otro de sus puntos fuertes.
En configuración de cinco plazas, el maletero acepta 500 litros hasta la bandeja (cortinilla, en este caso), mientras que con la tercera fila de asientos en posición se ve limitado a una capacidad de 235 litros. Son valores muy en línea con lo que propone el rey de los SUV de siete plazas, el Skoda Kodiaq, que ofrece 560 litros de maletero en configuración de 5 plazas y 270 litros con todos los asientos desplegados.
A bordo, siguiendo la tendencia actual, también es posible personalizar el ambiente gracias a la iluminación con LED. El cuadro de instrumentos digital y la pantalla táctil central giratoria son también tendencia. Personalmente, el hecho de poder girar la pantalla no me aporta nada, pero al menos existe la posibilidad para quien la prefiera en vertical. Mide 12,8 pulgadas y controla todas las funciones del vehículo.
Sin embargo, BYD ha mantenido una serie de prácticos atajos físicos en los mandos centrales, pero éstos no son necesariamente los que más vamos a usar. Por ejemplo, hay que usar la pantalla táctil para controlar la climatización, el desempañador de la luneta trasera, el volante calefactado, los asientos calefactados y refrigerados (una maravilla en verano).
Además, el sistema de infoentretenimiento del Tang, como en otros BYD, es claramente su punto débil. De entrada, no es compatible con Android Auto ni Apple CarPlay. La única posibilidad es la conexión Bluetooth, siempre útil para las llamadas y la música o podcasts, pero nada más.
El navegador con mapas de Here es preciso y la información completa, aunque en ocasiones me ha parecido un poco lento. Pero lo más problemático en este coche es que no puede indicarnos en función de la ruta programada dónde recargar. En un coche eléctrico, es una función esencial si viajamos. Sólo puede buscar puntos de carga cercanos a nuestra posición y guiarnos hasta ellos.
Como curiosidad, añadir, que el BYD Tang incluye una dash-cam que graba todos nuestros trayectos. Se pueden visualizar luego los vídeos en la pantalla y compartirlos directamente con nuestro móvil, por ejemplo.
Un coche muy cómodo al que le sobra potencia
El BYD Tang es, junto con la berlina Han, el tope de gama de BYD en España. Con 517 CV y una tracción integral, se posiciona en este apartado también como un SUV con veleidades premium. Con esa potencia BYD anuncia un 0-100 km/h en menos de 5 segundos. No está nada mal para un coche que roza las 2,5 toneladas de peso.
Una vez en marcha, es evidente que este SUV da prioridad al confort y no al dinamismo. Este pesado SUV no es ningún Porsche Cayenne, pero apunta a Mercedes como referencia en términos de confort. La amortiguación es muy eficaz, filtrando casi todas las irregularidades del firme.
Y podría filtrar aún más si no fuesen por los neumáticos de perfil bajo que gasta, unos Continental ContiSportContact de 265/40 R 22. Al final, algo llega al volante y a los pasajeros. Es extremadamente cómodo, pero no le falta un punto de refinamiento para llegar al nivel de un Lexus.
Detrás de las grandes llantas (con brazos salientes, ojo en las rampas de parkings muy estrechas), se aprecian los discos ventilados y perforados con pinzas Brembo. De todos modos, si alzamos el ritmo el Tang no consigue enmascarar su elevado peso.
El balanceo de la carrocería en las curvas tomadas con ímpetu es notable, mientras que las inercias alargan las trayectorias. Sólo en autopista, donde hace gala de un notable aplomo, puede sacar a relucir sus 517 CV.
Consumo y autonomía del BYD Tang
La combinación de sobrepeso y elevada potencia junto con una superficie frontal bastante grande, aunque el coche tenga una aerodinámica correcta (0,33 de Cx), acaba pasando factura en términos de consumo. BYD homologa una autonomía WLTP de 400 km, gracias a un consumo medio de 23,8 kWh/100 km. Si bien la media que arrojó en la prueba es bastante similar a la WLTP, 23,7 kWh/100 km, su consumo en autopista se dispara a 31,5 kWh/100 km.
Ese elevadísimo consumo se traduce en una autonomía media de 354 km y de 266 km en autopista (en el caso de una carga de 100 % a 0%). En viaje, en la práctica no se podrá recorrer más de 180 km sin tener que parar a recargar (cargando siempre del 20% al 80%, como se suele recomendar).
La experiencia de recarga, tampoco es el punto fuerte de este Tang. El Tang no es muy rápido en el punto de carga, aunque acepta una potencia máxima en corriente continua (DC) de 120 kW. Para recargar de 30 % a 100 % habrá que contar con al menos 45 minutos.
Otro aspecto que estropea la experiencia de carga es, por ejemplo, la imposibilidad de escuchar la radio o música durante la recarga sin tener que encender el coche.
El problema surge cuando uno quiere bajar del coche a media carga, por ejemplo, por la razón que sea, como ir a por un café. Entonces, deberemos apagar el motor y cerrar las puertas, lógicamente. Y eso hace que se desconecte la toma de carga y se termine automáticamente la carga. Y una vez cerrado el coche habrá que volver a iniciar una sesión de carga.
BYD Tang: nuestra valoración
7,5
A favor
- Precio (dentro de su segmento)
- Habitabilidad
- Confort y aplomo
En contra
- Consumo y autonomía
- Sistema de infoentrenimiento
A pesar de su estilo conservador, pero elegante, el BYD Tang tiene sus principales bazas en su comodidad, la calidad de sus acabados, confort y aplomo en vías rápidas. Pero también hay algunos aspectos que pueden echar a perder esos puntos positivos, como la autonomía en carretera, el sistema de infoentretenimiento o sus peculiaridades a la hora de recargar.
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Motor |
Dos eléctricos. Uno sobre cada eje. |
batería |
Tipo LFP: Litio Hierro Fosfato. 86,4 kWh (84 kWh útiles) |
Potencia de carga AC/DC |
7,4 kW / 120 kW |
potencia máxima |
380 kW (517 CV) |
par máximo |
680 Nm |
transmisión |
Tracción integral, con prioridad al eje delantero. |
dimensiones (Largo x ancho x alto) |
4.870 x 1.950 x 1.725 mm |
batalla |
2.820 mm |
maletero |
500 litros |
peso |
desde 2.489 kg |
80 a 120 km/h |
6,3 s |
0 a 100 km/h |
4,6 s |
velocidad máxima |
180 km/h |
consumo medio homologado (WLTP) |
23,8 kWh/100 km |
consumo medio en prueba |
23,7 kWh/100 km (31,5 kWh/100 km en autopista) |
Autonomía eléctrica máxima homologada (WLTP) |
400 km |
Autonomía eléctrica en prueba |
354 km (hasta 266 km en autopista) |
precio |
desde 69.990 euros |
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El coche para esta prueba ha sido prestado por BYD. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas. |