Por qué Mercedes-Benz no se equivoca tanto como parece al entrar en el terreno de las pickups medianas

Estocolmo habla con marcado acento de Argentina mientras se presenta ante el mundo el Mercedes-Benz Concept Clase X. La tímida representación de medios españoles mira desde un rinconcito esa sala hispanohablante donde decenas de colegas venidos de 3.000 kilómetros más allá están expectantes y excitados. Quieren saber más, pero los de Mercedes no sueltan prenda.

Argentina, Brasil, México, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda... Los principales mercados objetivo del inminente Mercedes-Benz Clase X quedan lejos de nuestro involuntario etnocentrismo. Y resulta chocante ver cómo un mismo producto puede despertar niveles de interés tan dispares.

Los fabricantes distinguen tres grandes grupos de pickups, por sus volúmenes de carga: grandes (3,5t), medianas (1t) y pequeñas (0,7t).

A poco que escuches un poco más allá de las preguntas que formulan los compañeros americanos, rápidamente pones cara a los números en los que se basa la marca de la estrella para apoyar su interés en el mercado de las pickups medianas. Es un mercado interesante para una división de vehículos comerciales que está ampliando su catálogo dentro de una estrategia basada en ir conquistando nuevos mercados y nuevos públicos objetivo.

Si en España casi podemos ver el Mercedes-Benz Clase X como un modelo anecdótico, del que podrían venderse 200 o 300 unidades en el mejor de los escenarios, otros mercados cuentan con que esta nueva pickup se sume a un panorama donde las camionetas copan listas de ventas. A un nivel mundial las pickups medianas verán crecer su segmento en un 39 % entre 2015 y 2015, según datos de la marca, y en los mercados clave para los alemanes las previsiones son igualmente positivas.

Expectativas de crecimiento de las pickups medianas de 2015 a 2025
en los mercados clave para Mercedes-Benz Vans
LatinoaméricaEuropaOceanía
+37%+19%+13%

En la división que hacen por mercados, destaca que siendo Europa un mercado tan testimonial para este tipo de vehículos, figure entre los elegidos. El fabricante defiende que al sumar las minúsculas cifras de ventas que se esperan en los países de nuestro entorno, la opción del mercado europeo cobra significado.

"La suma de volúmenes en países europeos hace que valga la pena entrar en este mercado", defienden en Mercedes-Benz.

Por el contrario, se echan en faltan dos grandes territorios por situar en el mapa, como son Estados Unidos y Asia. En Mercedes-Benz razonan estas ausencias en dos sentidos. En Asia, las pickups que funcionan son las opciones más "económicas", según explican los alemanes: "Quizá no es ese el paso que queremos dar", dejan caer, antes de argumentar sobre el caso americano.

Aunque Argentina y Brasil se postulen como mercados principales para el futuro modelo de Mercedes-Benz, en Norteamérica Estados Unidos ha vivido una situación por la cual el mercado de las pickups se ha desplomado del millón de unidades a las 250.000. Es justo ahora que está volviendo a crecer, por lo que una lógica prudencia impera en la agenda alemana de la presentación: Wait and see es el lema, aunque no parece fácil la conquista de este mercado, tan habituado a las pickups de siempre, en todos los sentidos.

De hecho, lo de esperar y ver se puede aplicar de forma amplia a todo lo que rodea esta insólita presentación. Si la expectación es evidente en nuestra sala entre los compañeros desplazados desde Argentina, se intuye algo similar del lado de la misma marca. ¿Les funcionará esta apuesta?

El enfoque comercial que da Mercedes-Benz a sus futuras pickups es claramente una suma de oportunidad y riesgo. Cuentan que los usos de las pickups se vienen extendiendo del terreno laboral al campo del ocio, por lo que con su producto ven una clara oportunidad donde unos acabados premium puedan alinear dos mundos que, en principio, podrían parecer antagónicos.

Y es aquí donde se encuentra el riesgo, ciertamente.

¿Qué hace un tipo como tú con un pickup como este?

Cómo hacerse entender en tiempos de globalización. Tú explica la capacidad de carga de una camioneta con unos fardos de leña, montones de carne para la barbacoa y una colección de botellas de cerveza... y acertarás.

Según detallan hasta la extenuación los chicos de Mercedes-Benz en las horas previas a la presentación de los concept-cars que anticipan a sus futuras pickups medianas, el cliente que tienen estudiado busca en una pickup mediana un compromiso entre el trabajo y la libertad, el estilo de vida... Hay una migración de intereses: si antes una pickup debía ser dura y ya, ahora la pickup adquiere tintes que recuerdan al discurSUV oficial del sector.

"Dar a cada cliente lo que cada cliente quiere" suele ser el lema de Mercedes-Benz.

"Reputación de marca, sistemas de asistencia, calidad, confort, experiencia de conducción, seguridad, diseño exterior e interior, prestaciones", leemos en una de las imágenes que proyecta la marca sobre una pantalla. La lista de "necesidades de nuestros futuros clientes" igual se aplica en esta imagen a los SUV que a las pickups medianas. Blanco y en botella.

A los colegas americanos les chirría un detalle no menor, y es cómo Mercedes-Benz va a hacer compatible la imagen premium y ciertamente ostentosa que aportará la Clase X con la realidad social que hay en los países donde pretenden desembarcar los alemanes con la estrella de la distinción.

Es una buena pregunta que queda sin responder, igual que el problema, algo más anecdótico, asociado a que en España la matriculación de una pickup como vehículo industrial conlleve una limitación de velocidad que equipara este vehículo tan polivalente, familiar y dintintivo con un camión de recogida de basuras, por buscar un ejemplo gráfico para ilustrar este absurdo normativo tan anacrónico.

Conocemos al detalle quién comprará el Clase X, pero no sabemos ni siquiera qué motores montará. Nos dejan ir algunas pistas, sin embargo. Que el tope de gama lo fijará un V6 diésel ya lo sabíamos. Ahora se le añade un cuatro cilindros en línea, y también un detalle llamativo: ambos motores procederán de los socios de Mercedes-Benz en este proyecto: Nissan y Renault.

Habrá versiones manuales y automáticas, y el 4MATIC está confirmado, por supuesto. ¿Que cuántas marchas tendrán las cajas de cambios? "Montones de marchas, suficientes marchas", sonríen en Mercedes-Benz, antes de darnos otra referencia: "No nos preocupan los 270 kW de la Amarok". Oído, cocina.

Un gran despliegue para presentar un proyecto con el que Mercedes-Benz Vans tiene muy poco que perder

Llama la atención semejante despliegue de medios para la presentación de un concept-car que, además, parece ya una versión casi definitiva de las pickups, a falta de rematar esas zagas que parecen haber sido diseñadas justo antes de que terminara el plazo en algún despacho de Stuttgart. Claramente, Mercedes-Benz Vans quiere darnos a entender que el suyo es el inminente lanzamiento de una línea de producto que de ninguna manera quiere pasar desapercibido.

Vamos con unos 5 minutos de retraso sobre la hora prevista. Al otro lado de la gruesa puerta están probando el atronador sonido, que se escabulle entre los paneles de insonorización que lo intentan contener. Tiene pinta de que nos espera todo un espectáculo de luz y de color, más propio de un ansiado lanzamiento comercial que del anuncio de un concept-car que, por partida doble, se materializará muy pronto en sendos modelos de producción. Y así es. Luz, música, mucho color y mucha imagen espectacular, todo ello retransmitido por streaming. Un festival.

Dieter Zietsche toma su turno de palabra. Se le ve relajado. Ha venido ataviado como quien queda para tomar unas cañas después del trabajo. Nos cuentan que últimamente el hombre va así de jovial por la vida y que en el último Salón de París ya era esa su imagen, zapatillas de deporte incluidas. Ha sido un cambio de rumbo tomado por decisión personal. Algo está pasando con Dieter.

El máximo responsable de Mercedes-Benz explica que el segmento de las pickups medianas, de cara a 2025, se acercará a los 2,8 millones de unidades en todo el mundo. No será una revolución para el sector como en su día lo fueron los SUV, pero tampoco debe de tener mal sabor un pedacito de este pastel.

Aprovecharán la dedicación de sus socios de corporación, la alianza Nissan-Renault, por tantas partes como puedan. Es ya sabido que Nissan fabricará en Barcelona las unidades destinadas a la mayor parte del mundo, mientras que Renault producirá en la Córdoba argentina las unidades propias de su mercado nacional y del mercado brasileño.

Así, Mercedes-Benz aprovechará unas líneas de producción que ya están más que rodadas con pickups, de hecho están especializadas en ese segmento, y eso hará que los alemanes reduzcan tanto costes como riesgos. Y no se trata de esta ventaja solamente. Incluso algunos de los motores que monten los Clase X procederán de sus socios.

¿Contraponemos en una balanza el riesgo que corre ahora mismo Mercedes-Benz y el beneficio potencial que puede obtener con un modelo que puede ser el ariete de una nueva y provechosa línea de producto? Con este aparente sinsentido que podría ser una pickup premium, el jovial Dieter se está tirando a la piscina, sí, pero esa piscina está rebosante de agua. Y, además, él lleva puestos un flotador francés y un salvavidas japonés, por si acaso.

Visto así, ¿qué podría salir mal?

Los gastos correspondientes al viaje para asistir a esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

En Motorpasión | Mercedes-Benz Concept Clase X, el anticipo de las pickups de Mercedes

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