Aunque no es propiamente una fábrica de coches, Yamaha tiene cierta experiencia en el desarrollo de automóviles, y siendo una de las compañías en las que la tecnología está cada vez más presente, no resulta demasiado extraño el último anuncio de la marca de Iwata.
Desde que en 2007 apareciera el Yamaha Tesseract, un wanna be de moto con cuatro ruedas de funcionamiento independiente y capacidad para inclinarse en las curvas, los japoneses han estado tonteando con la posibilidad de crear un coche, y ahora están un paso aún más cerca. En el próximo Tokio Motor Show la marca de los diapasones desvelará el Yamaha MWC-4, un prototipo rompedor.
Cuatro ruedas e inclinación, una solución que interesa a las marcas
Tomando la idea del Tesseract, Yamaha ha transformado el concepto en algo más útil para el día a día, dotando a la supuesta moto de un chasis de mayores dimensiones sobre el que se acopla un habitáculo abierto para albergar al conductor cuya particularidad es que se inclinará al llegar a las curvas.
La parte ciclo se sigue componiendo de cuatro ruedas que funcionan de manera completamente independiente, cada una cuenta con suspensión propia y frenos de disco. El tren delantero equipará un sistema de dirección para darle maniobrabilidad y el trasero será el encargado de mover el conjunto gracias a la energía transmitida por un motor eléctrico ayudado por un pequeño generador de combustión para incrementar la autonomía.
Según la marca, el MWC-4 ofrecerá "las emociones de conducción de una motocicleta con una sensación de confort y control desconocido en el mundo de las dos ruedas en la mitad de tamaño de un coche". Vamos, lo que viene a ser algo así como un Renault Twizy interpretado desde el punto de vista de una marca de motocicletas.
Además del MWC-4, Yamaha ha sentado su primer precedente de motos con más de una rueda con el Yamaha Tricity y, más recientemente, confirmando que llevarán a producción la espectacular MWT-09. Otras marcas se están involucrando en procesos similares como el Quadro4 que probamos en Motorpasión Moto que ya es una realidad o el prototipo Kawasaki J Concept. La realidad es que más que en el mundo de las motocicletas, esta idea cobra mucho más sentido en el universo de la automoción y parece que las fábricas de motos se están dando cuenta.
Desde 2011 Audi está desarrollando una tecnología que es capaz de inclinar el coche antes de llegar a una curva para mejorar el confort en el interior y se estrenará (salvando las distancias porque son sistemas diferentes) en la suspensión inteligente del nuevo Audi A8, una tecnología similar a la que emplea Mercedes-Benz en algunas suspensiones del nuevo Clase S. Pero hay más, porque esta idea llegó a su máxima expresión con el Carver One, un híbrido entre tren delantero de moto con una rueda, habitáculo que se tumba y parte posterior con un eje de coche más convencional.
Aún queda algún tiempo para que veamos en las carreteras un cuatriciclo o automóvil con habitáculo que sea capaz de inclinarse en las curvas, pero viendo el interés de las marcas en este tipo de movilidad compacta, ligera, ágil y eficiente quizá sea sólo cuestión de esperar un poco para que prototipos como el de Yamaha se conviertan en una realidad.