De cuando en cuando aparecen noticias de pequeños fabricantes que están desarrollando superdeportivos, unos con mayores pretensiones que otros, pero en cualquier caso ambiciosos. HAL es uno de esos fabricantes, proviene de Australia, la tierra de los V8 Supercars.
El creador de este fabricante es Paul Halstead, un empresario australiano de 67 años que después de 30 años desde su primer negocio en el mundo del automóvil ha decidido dar el salto a la primera división de los superdeportivos, empezando por este prototipo.
Su primera aventura por aquel entonces fue la de modificar Alfa Romeo Sprint para injertarles un motor central V8, una suspensión diseñada por uno de los ingenieros del McLaren F1, paneles de la carrocería en kevlar y frenos Brembo. Eran denominados Giocattolo y solo se fabricaron 15 unidades.
En este tiempo transcurrido desde los Giocattolo ha hecho pequeñas colaboraciones con el mundo del motor, entre los que estaba suministrar motores V8 para los De Tomaso o preparar los Holden Monaro. Sin embargo su nuevo proyecto va más allá, un superdeportivo creado de cero, con un motor muy especial. Es especial porque recurrirá a una solución tan complicada técnicamente como es la de unir dos motores, cada uno con su propio cigüeñal, no como por ejemplo los W12 o W16 que utiliza el grupo VAG o Bugatti en los que todas las bancadas comparten cigüeñal.
Son dos motores V8 LS7 de origen Chevrolet los que se unirán en este motor, que están colocados juntos mediante una estructura de aluminio. Sumarán 16 cilindros, 14 litros de cilindrada y dos cigüeñales, para una potencia total estimada en 1.200 CV. Los dos cigüeñales transmitirán la fuerza a través de una caja de transferencia a una caja de cambios secuencial de seis velocidades y de ahí pasará a las ruedas traseras a través de un diferencial de deslizamiento limitado.
Este motor irá montado en una estructura de fibra de carbono, el mismo material del que está hecho tanto el chasis como parte de la carrocería, que también tiene paneles de kevlar. La forma previa que vemos en las fotografías promete, con muchas reminiscencias de otros coches, como el Maserati Gran Turismo en la parte frontal. El asiento va en posición central y no lleva puertas, si no una tapa de cristal deslizante, como la del Lamborghini Egoísta.
El empresario no tiene previsto llevarlo a producción aún pero estima tener este exclusivo prototipo para el Detroit Autorama del año 2016. Su proyecto no irá mucho más allá de este prototipo, ya que reconoce que es muy complicado y por ello lo toma más como un proyecto de ocio que como un coche que pueda vender haciendo la competencia a nombres tan conocidos como Ferrari, Pagani o Lamborghini.
Vía | Motor Authority En Motorpasión | JOSS JP1, un superdeportivo con sangre australiana y más de 500 CV
