En 2002, un nuevo modelo se unió a la gama Porsche, la cual se componía hasta entonces de tan solo dos modelos, el eterno Porsche 911 y el Boxster. Este último fue un éxito, pero Porsche daría el pelotazo definitivo con el tercer integrante de la gama, el Porsche Cayenne.
Más de uno se rasgó las vestiduras al descubrir un SUV, pero hoy Porsche ya ha superado la cifra del millón de Porsche Cayenne fabricados desde su lanzamiento. De hecho, el Cayenne número 1.000.000 salió de la factoría eslovaqua que posee el grupo Volkswagen en Eslovaquia. Se trata de un Cayenne GTS, de color rojo, y destinado a un cliente alemán.
En el año 2000, las ventas de Porsche a nivel mundial son de 48.797 coches, es poco, pero es que en 1992 y 1993 no llegaban a las 15.000 unidades. La gama de 2000 se componía del 911 y el Boxster. Porsche necesitaba un tercer modelo para poder afianzar su crecimiento y salvarse definitivamente.
La idea de un SUV de lujo no parecía tan descabellada, pues el Mercedes-Benz ML (hoy, Mercedes-Benz GLE) en 1997 y el BMW X5 en 1999 habían demostrada que había mercado para un todoterreno de lujo.
El objetivo de Porsche con este modelo era lograr lo que no había logrado en el pasado, proponer un Porsche para las familias. Sí, el 911 tiene dos mini plazas detrás, pero no es precisamente un coche familiar. Porsche se propuso entonces crear un coche que fuese tan cómodo como práctico y deportivo.
La oportunidad vendría de la colaboración con el grupo Volkswagen. El grupo alemán, deseoso de abaratar costes, compartió la plataforma del Volkswagen Touareg con Porsche. Esta, por su parte, no tenía las finanzas para crear desde cero un SUV. Así, nació el proyecto “Colorado”, más tarde conocido como Porsche Cayenne.
Una serie de Porsche Cayenne disfrazados de Mercedes-Benz ML
Como dato, curioso recordar que el desarrollo off-road del primer Cayenne se llevó a cabo en España. En el desarrollo de un modelo llega un momento en el que hay que salir con los prototipos al mundo.
En el caso del Porsche Cayenne, los equipos de ingenieros alemanes se desplazaron hasta Australia, para validar el coche con calor extremo y en el desierto (estanqueidad al polvo, motricidad, etc), al Ártico finlandés para probar el coche en temperaturas extremas bajo cero, sobre nieve y hielo y, por supuesto, al Nürburgring, al fin y al cabo es un Porsche.
Para el apartado off-road, escogieron el SIP -hoy Bassella Experiences- para probar en toda clase de situaciones delicadas lejos de las miradas indiscretas el nuevo todoterreno. En un enclave privado de varios kilómetros cuadrados, sometieron el Cayenne a toda clase de torturas.
Podían probar todo lo que querían: pendientes extremas, cruce de puentes salvajes hasta que las lunas de los prototipos estallasen por la torsión, reventar todos los diferenciales que quisiesen y además meter el coche en barrizales de antología gracias a la presencia del río Segre. A principios del año 2000, los primeros prototipos del Porsche Cayenne llegaron a Bassella disfrazados de Mercedes ML.
En el Salón de París de 2002, el Porsche Cayenne era desvelado al mundo. Porsche pensaba vender 20.000 unidades al año del Cayenne, pero al cabo de cuatro años en el mercado, ya había vendido en total más de 150.000 unidades.
No solamente el Cayenne entró por la puerta grande en la historia de Porsche, sino que convirtió la marca en la empresa más rentable de la industria y generó ingresos para desarrollar toda clase de proyectos. En la actualidad es el segundo Porsche más vendido, por detrás del otro SUV de la marca, el Macan. En 2019, Porsche vendió 92.055 Cayenne y 99.944 Macan.
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