Uno de los rasgos distintivos del Porsche Taycan con respecto al resto de coches de combustión es la ausencia de una tapa para el depósito. A cambio este coche eléctrico esconde un puerto de carga situado tras el paso de rueda delantero izquierdo.
La apertura se realiza de dos modos diferentes: bien mediante reconocimiento gestual desde el exterior o desde un botón específico en el interior, en la consola central. En Porsche han intentado luchar contra el vandalismo para que no se pueda abrir, y además la tapa se oculta una vez que queda abierta.
También cuenta con un pequeño motor eléctrico que puede mover la tapa y generar hasta un 20% de fuerza adicional. ¿Su misión? Garantizar que el puerto de carga se pueda abrir incluso si está cubierto de hielo en climas muy fríos.
Buscando más eficiencia en el proceso de recarga
Pero lo más importante del apartado de carga del Taycan es que este coche eléctrico será el primero en soportar un sistema de carga de 800 V. Más rápido, más ligero y más eficiente.
Actualmente los sistemas de carga de 400 V son capaces de cargar hasta 150 kW, mientras que se están realizando pruebas con 200 o 250 kW. Estas cifras están quedando ampliamente superadas ya por los sistemas de 800 V, los que pueden cargar a una potencia de 270 kW en la actualidad.
En el futuro Porsche espera que estos sistemas de carga de 800 V puedan alcanzar los 500 kW de potencia de carga, desatando un potencial para el que el Taycan quiere estar preparado de antemano. Porsche ya ha asegurado que habrá mejoras a medio plazo a este respecto.
El Taycan también incluye un sistema de preparación de la batería para reducir al mínimo los tiempos de carga, prometiendo que el sistema es capaz de acumular de un 5% a un 80% de la batería en 22,5 minutos siempre que el preacondicionado haya ajustado el sistema a 30ºC. Este tiempo se amplía hasta 45 minutos si la temperatura ambiente es de 0ºC y no se hace uso del Charging Planner.