Porsche ganó las 24 Horas de Le Mans de 1998 con el Porsche 911 GT1. Es uno de los coches más especiales de la época dorada de los GT1 de Le Mans y uno de los Porsche más legendarios de todos los tiempos.
Más de 25 años después de esa victoria, el especialista Tuthill Porsche rinde homenaje al Porsche 911 GT1 con el Tuthill GT One, un exclusivo deportivo homologado para circular por carretera del que solo se fabricarán 22 unidades.
1.200 kg, motor bóxer atmosférico y cambio manual
En la segunda mitad de los años 90, el requisito para participar en la categoría reina de Le Mans, denominada GT1, era utilizar coches derivados de modelos de calle. Lo que hicieron los fabricantes fue desarrollar hiperdeportivos de calle que, en realidad, eran auténticos coches de competición.
Fue el resurgir de los Gran Turismo y, gracias a ese reglamento, surgieron algunos de los hiperdeportivos más especiales de la historia, auténticas leyendas como el Mercedes-Benz CLK-GTR y el Porsche 911 GT1. Este último es más especial, si cabe, porque su homólogo de competición ganó las 24 Horas de Le Mans en 1998.
Más de un cuarto de siglo después de esa victoria, la compañía británica Tuthill Porsche, especializada en restaurar y preparar modelos clásicos (y no tan clásicos) de Porsche para competición, ha decidido reinterpretar el Porsche 911 GT1 como si Porsche lo fabricase en 2024.
El resultado es el Tuthill GT One, un homenaje al Porsche 911 GT1 original que está homologado para circular por la vía pública. Solo se fabricarán 22 ejemplares y cada uno de ellos requiere 3.500 horas de trabajo artesanal para cobrar vida.
Su carrocería íntegramente fabricada en fibra de carbono respeta las líneas maestras del Porsche 911 GT1 de los años 90, pero han sido rediseñadas para adaptarse a las tendencias de diseño actuales y para poder homologarse como un coche de calle. Eso sí, si el dueño quiere utilizarlo en circuito, puede pedir a Tuthill un paquete de aerodinámica específicamente desarrollado para mejorar el rendimiento en la pista.
El interior también recuerda al de los GT1 de los años 90, pero cuenta con elementos modernos, como el cuadro digital, si bien es cierto que los interruptores de la consola central parecen directamente salidos de un coche de carreras de hace 25 años. Una de las particularidades de este nuevo GT1 es que cumple con las normativas de choque de la FIA.
En la parte mecánica, el protagonista es un motor bóxer de seis cilindros y 4.0 litros colocado en posición central, como en el GT1 original. Tuthill permite escoger entre una versión atmosférica de este bloque que desarrolla unos 500 CV o una variante biturbo que produce más de 600 CV.
Cualquiera de los dos puede asociarse a un cambio manual de seis marchas o a uno automático de doble embrague y siete relaciones. En los dos casos, la transmisión se encargará de mandar toda la potencia a las ruedas traseras.
En la parte técnica también hay que hablar de una suspensión de doble horquilla, tanto delante como detrás, de frenos carbocerámicos con pinzas fabricadas a medida para este modelo y de neumáticos Michelin Pilot Sport 4 S que dejan claro su enfoque como vehículo de calle. El peso total del conjunto es de 1.200 kg. Lo que no ha trascendido es su precio.