El Porsche Taycan, el primer eléctrico de la firma de Stuttgart, ha superado las expectativas y la demanda ya supera las previsiones para el primer año de producción. Todo un éxito paralelo al demostrado en la pista de Nürburgring, donde actualmente mantiene una batalla con Tesla por ser el vehículo cero emisiones más rápido sobre el Infierno Verde.
La capacidad de la planta alemana de Stuttgart-Zuffenhausen, donde se ensambla el modelo, se cifró inicialmente en 20.000 unidades anuales; sin embargo, ya hay más de 32.000 reservas realizadas a nivel mundial, por lo que la firma incluirá 500 trabajadores más a su factoría, sumando un total de 2.000, a partir del segundo trimestre de 2020.
El objetivo es abastecer a una clientela creciente.
Porsche cuenta actualmente con 1.500 empleados dedicados a la creación del Taycan, por lo que los 500 nuevos se traducen en un refuerzo equivalente a un tercio de la actual línea de producción. A día de hoy, la sede de Zuffenhausen puede dar salida a hasta 40.000 coches al año funcionando 100% de su capacidad.
El Porsche Taycan apunta al Panamera
Para ponerlo en contexto, Porsche cerró 2018 con 256.255 unidades vendidas, siendo el Macan el modelo más comercializado con 86.031 ejemplares. Por detrás se quedó el Porsche Cayenne, con 71.458 vehículos, y más cerca de las cifras a las que apunta el Taycan se situó el Panamera, que terminó el ejercicio anual con 38.443 ventas.
Cabe recordar que la compañía alemana ha invertido hasta la fecha más de 1.000 millones de euros en el desarrollo de la fábrica que da vida al Taycan, casi un tercio de los 6.000 millones que Porsche tiene previstos destinar a electromovilidad hasta 2022.
La buena acogida de su berlina eléctrica, no obstante, comenzó a quedar patente incluso antes de que se conociese el pasado septiembre el modelo que llegaría a producción. En julio, aún sobre el prototipo, las reservas ya superaban las 30.000 unidades previo pago de 2.500 euros reembolsables.
El futuro eléctrico, una incógnita
A pesar de estas cifras halagüeñas, Andreas Haffner, miembro de la cúpula ejecutiva de Porsche, no ve en el coche eléctrico un sostén fiable para la industria automotriz alemana, amenazada estos días por unos cambios que podrían ser tan bruscos e importantes como los que afectaron a la industria siderúrgica europea en los años 80.
"Con el Taycan estamos demostrando que la movilidad eléctrica no es en absoluto una causa de empleo. Más bien, estamos subrayando su viabilidad futura, especialmente en el segmento de automóviles deportivos", resumió en el comunicado emitido por la marca.
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