Como en todas las familias, siempre tiene que haber una oveja negra, un patito feo. En los 50 años de historia del Porsche 911, este hijo bastardo fue la generación 996 que se vendió entre los años 1997 y el 2005.
Era el primer 911 refrigerado por agua, pero ese avance tecnológico quedó relegado a un segundo plano por otros errores importantes que hacen que hoy en día los 996 sean una auténtica ganga en el mercado de segunda mano. Cuestan en torno a 15.000 euros, principalmente por sus problemas mecánicos y por una estética muy poco agradecida. Es sin duda el peor Porsche 911 de la historia.
El bóxer refrigerado por agua desarrollaba 300 caballos de potencia, reducía los consumos, las emisiones y el ruído mejoraba considerablemente respecto a los 993, pero por desgracia las ópticas delanteras heredadas del Porsche Boxster desvirtuaban al mito.
Alguien en la firma de Stuttgart debía haber prohibido abandonar las ópticas de forma redonda para dar paso a unas nuevas con forma de lágrima que integraban los intermitentes, pero por desgracia no fue así y el coche llegó a los concesionarios en el año 1997 con esa cara triste.
Por suerte, el interior había mejorado considerablemente respecto al anterior 993, premiando el confort y la sensación de estar a bordo de un coche de una categoría Premium y no solo a los mandos de un deportivo.
Muchos motores daban un problema en uno de los rodamientos que hacía que hubiese que cambiar el bloque entero, una reparación muy costosa si tenemos en cuenta el precio por el que podemos comprar un 996 hoy en día. Así pues, es importante que si vas a comprarte un 996, te asegures de que ese problema se ha solucionado.
No todo en el 996 fue malo
Por suerte no todos los 996 son coches para olvidar. Con esta generación nacieron los Porsche 911 GT3 y GT3 RS, las versiones más deportivas llamadas a rememorar a los antiguos Carrera RS que tanto gustan a los amantes de la deportividad.
También llegaron las versiones 4S, cuyas ópticas delanteras cambiaban ligeramente siendo casi idénticas a las del Turbo. Su aspecto no eran tan feo como el del resto de 996, gracias además a un mayor ancho de vías traseras que en las versiones normales.
El Porsche 911 Turbo de la generación 996 desarrollaba cuando se lanzó al mercado en 2000 420 caballos, pero el bloque 3.6 todavía tenía recorrido posible. Por eso en 2002 se actualizó con un aumento de potencia hasta los 450 caballos (opcional), por lo que fue uno de los deportivos de referencia en su época.
Estaba disponible con caja de cambios manual o la opcional Triptronic, la cual todavía estuvo disponible en los Turbo de la siguiente generación antes de la llegada de los PDK de doble embrague.
Ah si, y no olvidemos el Porsche 911 GT2, el primer coche que se vendió en serie con frenos carbono cerámicos. Desarrollaba 490 caballos a las ruedas traseras y no tenía ningún tipo de control de tracción. Una bestia que podía poner en aprietos hasta a los pilotos más expertos.
Continuará...
En Motorpasión | 50 años de Porsche 911: de 1963 al Carrera RS "cola de pato"; la serie G desde 1973 hasta 1989; el 964 que nos engatusó de 1988 a 1993; querido 993...