El verano es la mejor época del año para asfaltar carreteras, aunque lo sufras en tus vacaciones. Tiene una explicación

En verano te puedes encontrar dos cosas en la carretera: ni un alma o atascos infernales. Lo primero es más habitual que lo segundo, sobre todo, en zonas del interior, porque los atascos solo suelen tener lugar en fechas muy concretas, como cambios de quincena o cuando hay un puente.

Pues bien, como hay menos tráfico, es el mejor momento del año para asfaltar carreteras, pero la densidad de circulación no es el único motivo por el que hay tantas obras de alquitranado en el periodo estival. También es crucial que haga calor.

Con el calor, el asfalto es más fácil de aplicar y se garantiza la calidad de la carretera

Coges el coche en pleno verano y de repente te encuentras con un atasco en el lugar menos esperado, incluso de noche, cuando no esperas cruzarte con nadie en la carretera. A lo largo de los meses estivales es muy habitual y, normalmente, la explicación que hay detrás de estos atascos es que hay obras de asfaltado.

Llevar a cabo trabajos de asfaltado en esta época no es por casualidad: es el mejor momento del año para hacerlo. No es lo ideal para los trabajadores de estas obras porque tienen que soportar altísimas temperaturas, pero, por un lado, hay mucho menos tráfico, es más fácil cortar carreteras y se molesta a menos gente. Por otro lado, precisamente esas altas temperaturas favorecen llevar a cabo estos trabajos.

La mayoría de las carreteras están hechas de asfalto (las hay de hormigón y de otros materiales). El asfalto está formado por una mezcla de áridos (arena o grava y lo que liga y da consistencia a esta mezcla, es decir, el betún. Este compuesto se llama mezcla bituminosa y también puede contener otros componentes, como cal, cemento y aditivos que determinan su calidad, todo depende del lugar donde se vaya a utilizar.

Esta mezcla bituminosa se elabora en fábricas a alta temperatura y se traslada en camiones hasta el lugar donde se va a asfaltar. Una máquina extendedora de asfalto se encarga de expandir la mezcla sobre la superficie y luego se compacta con apisonadoras (rodillos). La carretera está hecha cuando la mezcla se ha extendido, compactado y enfriado.

Para extender y compactar la mezcla sobre la superficie, es mejor hacerlo con una temperatura ambiente elevada porque la mezcla es más maleable y es más fácil dar trabajar con ella.

Imagen: Jason Mavrommatis, Unsplash.

Además, si se compacta mejor, tiene una mayor densidad y, por lo tanto, es más resistente y dura más tiempo en mejores condiciones. Esta mezcla también se adhiere mejor cuanto más caliente está la superficie sobre la que se aplica porque, cuanto más tiempo tarda en enfriarse, mayor es su calidad. Así se evitan infiltraciones y agujeros.

No solo es importante que haga calor para que trabajar con el asfalto sea más fácil y se consiga un pavimento de mejor calidad, también hay que realizar estos trabajos en seco, por lo que hay que evitar la lluvia a toda cosa y, en general, la humedad: con el agua, el muy difícil procesar el asfalto. En verano es cuando menos llueve en España, por lo que es la época ideal para evitar que las obras de asfaltado estén pasadas por agua.

Existe asfalto en frío que se puede utilizar para hacer carreteras en zonas con climas adversos, pero, normalmente, se utiliza para llevar a cabo pequeñas reparaciones en la calzada, como rellenar grietas o reconstruir el contorno de una alcantarilla o una tapa metálica. En zonas frías también se utiliza una mezcla bituminosa rica en cemento, cal hidratada y otros aditivos.

Imagen | Motorpasión generada con IA Microsoft Bing

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