Como un preludio a esta situación están las imágenes de la boina marrón que tenía Madrid en febrero de este año. En esa ocasión, el Ministerio del Medio Ambiente se cabreó cosa mala, no podía ser que una ciudad española estuviera cubierta de mierda todos los días de buen tiempo y poco viento. Sin embargo tanto por parte de la Comunidad de Madrid como por parte de las autoridades municipales de Madrid todo fueron palabras que se diluyeron con el tiempo.
Que si no nos gustan los diesel pero los autobuses y taxis son prácticamente todos diesel, que si cambiamos blindados por híbridos enchufables pero es todo cara a la galería… el final de la historia, el que ninguno de los que poblamos las grandes ciudades nos gustaría, al Ministerio de Medio Ambiente se le han hinchado los neumáticos y quieren tomar medidas.
El caso es que al Ministerio de Medio Ambiente se le ha “filtrado” su proyecto para disminuir la contaminación, está recogido en el “Plan nacional de mejora de la calidad del aire“, en él se exponen medidas que afectarán a las ciudades con altos niveles de contaminación. Entre estas medidas hay varias ya vistas en otras ciudades europeas, otras aplicadas y retiradas en ciudades españolas e incluso otras medidas propuestas pero no llevadas a efecto.
Empezaremos por las medidas ya vistas en otras ciudades europeas, la principal sería la de imponer un peaje a los coches que accediesen al centro de las ciudades, seguramente al estilo de Londres o Estocolmo. Cámaras situadas en las entradas identificarían los coches al acceder a las ciudades y emitirían la correspondiente sablada carta de pago al propietario del vehículo. Se supone que habría excepciones a coches sin emisiones (eléctricos) y con los residentes (si no, sería una medida typical spanish-recaudatoria).
Seguimos con las medidas ya adoptadas (y retiradas) en ciudades españolas, concretamente en Barcelona, la medida consiste en limitar la velocidad en las vías de acceso a las ciudades en horas punta a 80 km/h. Una medida que tiene su gracia, en horas punta llegar a 80 km/h es misión imposible en prácticamente todas las ciudades que conozco, una medida de eficacia dudosa, pero medida al fin y al cabo.
Además se quiere limitar el acceso de los coches más contaminantes a las capitales, una medida que propuso Alberto Ruiz-Gallardón para Madrid en 2006, que se tenía que haber adoptado en 2008 y que todavía no tiene fecha definitiva de aplicación. ¿Porqué? No sé, no entiendo. No sé si es la publicidad de la DGT, no sé si es el poder de Pere Navarro en la DGT, no sé si Gallardón es muy simpático… lo que sí sé es que no está en vigor y que es una medida muy necesaria ahora, no dentro de cinco años.
Se utilizaría un sistema de pegatinas de colores por el que se identificaría a los coches por sus emisiones, limitando las zonas de las ciudades a las que se podría acceder dependiendo del color de la pegatina de nuestro vehículo, pudiendo acceder a todos los sitios los vehículos más limpios y a prácticamente ninguno los más contaminantes.
En el documento, Medio Ambiente también propone penalizar a los vehículos con contaminantes más peligrosos, con claro objetivo en los diésel. A pesar de consumir menos combustible estos vehículos tienen emisiones más dañinas que los vehículos propulsados con otros combustibles y sobre todo emiten las partículas diésel que son las mayores causantes de las antiestéticas boinas marrones de las grandes ciudades que tan poco hacen por la imagen de una ciudad.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, yendo en contra de su propio partido lleva tiempo apoyando esta línea de medidas anti-diesel e incluso la llevó a votación en la Federación Española de Municipios y Provincias siendo vetada por el PSOE. Esta es una de las medidas que en mi opinión deben ser puestas en marcha con carácter urgente, el diésel lleva siendo bonificado por los impuestos muchos años y ya es hora de dar a la gasolina otra oportunidad y a otros combustibles la oportunidad que nunca han tenido.
Lo mejor de esta medida es que podría ser prácticamente instantánea, ya que los ayuntamientos por ejemplo pueden poner ciertos gravámenes municipales a los coches diésel o quitárselos al resto de vehículos sin necesidad de aprobación por parte del Gobierno Central. Lo peor, que existe el riesgo de una “escalada de impuestos” en la que en vez de igualar los impuestos de unos y otros, suban todos y asunto apañao.
Aunque se haya filtrado antes, este documento deberá ser pactado finalmente entre Medio Ambiente, los gobiernos provinciales y los municipales. Madrid ya había dicho que esperaría a que Medio Ambiente hiciese sus propuestas para elaborar las suyas. De ahí entiendo que van a hacer lo que les salga de los rodamientos. El anterior plan del aire de Madrid está caducado y la Unión Europea no seguirá concediendo moratorias hasta que presente el nuevo.
La Unión Europea exige, aunque luego no pare de dar moratorias, que la contaminación de las ciudades baje de unos límites que en la mayoría de grandes ciudades españolas no se cumplen excepto cuando llueve o hace viento. Ya va siendo hora de ponernos al nivel europeo, la salud de todos los burgueses habitantes de las ciudades depende de ello.
Las propuestas pueden estar muy bien y algunas tienen consecuencias muy favorables, por ejemplo, si finalmente se instalaran peajes en las ciudades, la gente usaría menos el coche, bajando el tráfico, la contaminación y aumentando la eficacia del transporte público. Por otro lado, esa misma medida podría tomarse como una simple actuación recaudatoria. Hasta que no se empiecen a aplicar las medidas no sabremos de sus intereses.
Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla… los balones están en vuestros tejados, los conductores esperamos que vuestras adaptaciones del plan para cumplir con Europa no pasen por esquilmar nuestros bolsillos.
Fotografía | scambelo, Asane, PNNL-Pacific Northwest National Laboratory, K_Gradinger, Angeli’s Photography, Daniel Sparing
Vía | Motorpasión Futuro -> El País
Fuente | Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino
En Motorpasión | Algunas ciudades alemanas sólo permitirán el paso de coches poco contaminantes en determinadas zonas