Un mes de cuarentena: las imágenes de Madrid y Barcelona convertidas en ciudades desiertas sin contaminación
Mañana se cumple un mes desde que se declaró el estado de alarma en España. El coronavirus está siendo una debacle a nivel sanitario y un reto para los sistemas de salud de todos los países del mundo, pero tiene una vertiente positiva: es lo único que está consiguiendo doblegar la contaminación de nuestras ciudades.
De una manera tangencial el SARS-CoV-2 ha obligado a que la inmensa mayoría de la población permanezca confinada en sus casas, haciendo caer drásticamente el número de desplazamientos y limpiando los cielos de las grandes ciudades de manera tangencial, sin excepción. En España, Madrid y Barcelona presentan un escenario que nunca habíamos visto, con niveles de dióxido de nitrógeno (NO₂) se han situado por debajo de los 40 µg/m³ de media en ambas ciudades.
Un Madrid de postal sin precedentes recientes
Madrid desierto. pic.twitter.com/tJiatpzQMl
— David Puche (@puchedav) March 19, 2020
Madrid está siendo carne de redes sociales. El #QuédateEnCasa nos está dejando imágenes para el recuerdo. Fotografías y vídeos serán testigos con el paso de los años de el único periodo en el que realmente la capital ha sido capaz de luchar contra la famosa boina de contaminación casi perenne sobre su skyline.
Madrid desierto pic.twitter.com/RRgYlTahNR
— Javier Herce † (@javierherce) March 14, 2020
Si bien una buena parte de la contaminación existente en Madrid durante el invierno se ha atribuido de manera habitual al uso de las calefacciones, el estado de alarma decretado en una época fría con varios anticiclones y la población confinada en sus casas ha demostrado que el argumento es, al menos en parte, erróneo.
De camino al súper. Madrid desierto. ✌ #Madrid #YoMeQuedoEnCasa pic.twitter.com/Sxx50PmVMu
— DC (@David_82C) March 15, 2020
El descenso del tráfico en la capital se ha reducido de manera dramática. Durante los primeros días se cifraron unos descensos en la intensidad circulatoria de un 59,6% en la M-30, un 64% en el interior de M-30 y un 63% en el exterior de la M-30, según el propio Ayuntamiento de Madrid.
Así se ve la caída de la contaminación en Madrid y Barcelona desde el espacio. Reducciones de hasta el 40% en NO2 tras el confinamiento https://t.co/1ms39VdhvC pic.twitter.com/467G0Lcx1U
— Newtral (@Newtral) April 10, 2020
Con estas cifras en la mano no es de extrañar que Madrid nos esté dejando fotografías de postal, con escenarios desiertos casi únicamente vistos en películas y un cielo limpio, más azul de lo que muchos hemos llegado a conocer.
Madrid desierto pic.twitter.com/biQiD3I34N
— Maria Ripoll Álvarez 🦉🦉🦉🦉🦉🎤🎻🇺🇾🏀 (@abuelaripoll) March 21, 2020
Madrid desierto. #Madridtequiero! #YoMeQuedoEnCasa (No tengo los créditos de las fotos, me encantaría poderlos poner. Si alguno lo sabe que me lo haga llegar). pic.twitter.com/89cOfqCOGE
— Mar Velasco (@maremaris73) March 21, 2020
Ante esta situación de excepcionalidad podemos sacar una conclusión: medidas como Madrid Central para limitar el tráfico denso de vehículos de combustión son necesarias, y no hacen más que subrayar los beneficios de los coches de propulsión alternativa en los núcleos urbanos. Los de combustión mejor para trayectos medios y largos.
Para que flipéis un poco, así es como se ven estos días las cuatro torres DESDE ALCALÁ DE HENARES, a más de 25Km. (Foto de un amigo, no mía, y con su autorización).
— Flarlarlar (@NachoNoir) April 12, 2020
Sin contaminación. Y sin calima, que claro. pic.twitter.com/6CGTHKCBhO
Sin palabras, ya sabemos lo que hay que hacer para no tener contaminación en Madrid. pic.twitter.com/o69tVGohsp
— Mesa del Árbol de Carabanchel (@ArbolMesa) April 8, 2020
La Barcelona vaciada
— Jordi Pujadas (@jordi_planetari) April 15, 2020
El escenario en Barcelona no es menos distópico. Los accesos a Barcelona y las carreteras del entorno durante las primeras semanas redujeron un 72% el tránsito de vehículos con respecto a la semana anterior al estado de alarma.
Gràcies per fer això possible #TreballemPerATu pic.twitter.com/yaSU2pPmeq
— Mossos (@mossos) April 5, 2020
Y es que Barcelona se ha convertido en una ciudad fantasma. Los Mossos d'Esquadra han grabado un espectacular vídeo desde uno de sus helicópteros en el que podemos ver una Barcelona desierta. Desde las arterias sin vehículos hasta las playas completamente vacías, pasando por las tradicionalmente abarrotadas ubicaciones de las Ramblas, la Sagrada Família y Montjuïc.
La plaza de Francesc Macià, la calle Numància y L'Illa, la plaza Catalunya... La soledad se ha apoderado de una Ciudad Condal sin tráfico, sin viandantes, sin turistas y sin gente en general.
Aquí teniu fotos de Barcelona fetes a la 13h durant la setmana santa fetes per mi... en algun moment puntual podia haver 2 persones amb gos i un sense sostre. Es a la Catedral. pic.twitter.com/ZsJN1S1xuH
— Jordi Pujadas (@jordi_planetari) April 15, 2020
De hecho los niveles acústicos son los más bajos de la historia reciente en la Ciudad Condal según un informe elaborado por el consistorio: 9 decibelios menos durante la primera semana de confinamiento, 2 dB menos durante la segunda y a partir de ahí, estabilidad.
El transporte público, también desierto
Si los desplazamientos en vehículos privados han caído, también lo ha hecho la demanda de transporte público. En Madrid los desplazamientos en la red de autobús, tren y metro también ha visto cómo su uso se ha visto cercenado con un decrecimiento del 82,4%. Metro de Madrid vio caer su cifra de viajeros un 84,1% y un 83,5% en el caso de la Empresa Municipal de Transportes, cifras de los dos primeros días de confinamiento.
Cuando veo Madrid desierto me doy cuenta de lo vulnerable y arrogante que somos #QuedateEnCasa pic.twitter.com/ps4XuWmPXJ
— JGR (@pacificjulio) March 18, 2020
El transporte público de Barcelona presenta unas cifras similares a las de Madrid, con un 89% menos de usuarios en el suburbano y un 95% menos en los autobuses en la red de la capital catalana.
Me da tristeza ver el metro de Madrid desierto 💔 pic.twitter.com/gDoxDxUY7P
— Adria Marcel Jiménez (@AdriaMarcel) March 24, 2020
En cualquier caso estas son postales efímeras que cuando las medidas de contención de la pandemia se relajen posiblemente quedarán atrás. Ahora bien, nos habrán quizá nos hayan enseñado una valiosa lección: se puede hacer un uso más racional del transporte privado, sobre todo teniendo en cuenta su aportación a los niveles de calidad del aire.
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