Existen algunos casos de controladores de la zona azul que son algo tiranos a la hora de poner multas. Aunque normalmente las quejas no van contra ellos directamente sino contra el ayuntamiento correspondiente por marcar con zona azul una zona en la que hay sitios donde aparcar y no necesita esa dinamización haciéndola de pago.
De ahí que la venganza al más puro estilo Tarantino es algo que se nos pasa por la cabeza cuando tenemos que dejar la monedita por aparcar. En las fotos que vemos, alguien ha decidido hacerle la puñeta al controlador dejando unos cuantos tickets en el parabrisas, para que tenga que pasar el rato buscando el correcto.
¿Qué pasaría si todos hiciésemos eso? Pues no podrían controlar todos los coches, sería sólo una pequeña parte. Eso hasta que el ayuntamiento correspondiente cambiase la normativa y pidiese emitir multas a quién tenga varios tickets, igual que si lo tienes doblado, por imposibilidad de comprobarlo.
Pero hay otras formas de venganza más sencillas, puestos a ser crueles. Por ejemplo, dejar el ticket girado, de forma que tenga que girar el cuello para verlo. También, si todos lo hiciésemos, más de uno acabaría de baja por dolores en el cuello. O dejarlo del lado contrario a la acera, para perder más tiempo y aumentar el riesgo de atropello.
Y si lo dejamos del lado contrario a la acera y girado, pues sumamos las dos crueldades y además pasará más tiempo en la carretera, con el cuello girado sin ver si vienen coches.
Ahora en serio: nuestra indignación no debería ir contra la persona que pone las multas, sino contra el elevado porcentaje que estas empresas se llevan de la recaudación de las multas. Porque una cosa es que el dinero de los que no respetan las normas sirva para mejorar las cosas, y otra que se lo lleve una empresa privada.
Vía | Historias del día a día
En Motorpasión | El “ponemultas” automático