Los robos de coches en Canadá se han disparado hasta tal punto que más que un problema de seguridad las autoridades lo consideran una crisis nacional y política. En la ciudad de Toronto se registra una media de 34 robos de coches al día y, según la policía, en la provincia de Ontario ya se roba un coche cada 14 minutos de media.
Para tratar de poner freno a esta auténtica pesadilla para residentes y autoridades, el Gobierno quiere endurecer las penas para los ladrones: la retirada del carnet de conducir de por vida para los reincidentes. Además, aquellos que incurran en conducción temeraria o participen en carreras ilegales, también se enfrentarán a consecuencias más drásticas.
"Conducir es un privilegio, no un derecho”
La Policía Provincial de Ontario (OPP por sus siglas en inglés) asegura que el crimen organizado que se dedica a robar coches de lujo para venderlos fuera de Canadá está impulsando una tasa récord de delincuencia en el país. Sólo en la ciudad de Toronto se ha registrado un aumento de hasta el 78 % de robos de coches con violencia respecto a 2021.
Si el año pasado las reclamaciones por robo de coches por parte de las compañías de seguros canadienses superaron por primera vez los mil millones de dólares, los datos para 2024 no parecen mejorar. Según la OPP, Sólo en las seis primeras semanas del año ya se reportaron más de 3.000 vehículos robados. Ante tales cifras, las autoridades han decidido tomar cartas.
Además de los 18 millones de dólares que el Gobierno de Ontario invertirá en tres años para ayudar a los servicios policiales a combatir y prevenir el robo de automóviles, ya se han invertido más de 250 millones a través de la Estrategia de Reducción de Armas, Pandillas y Violencia (GGVRS) para combatir delitos como robo de coches con violencia. Pero ahora, también se suman penas más duras para los ladrones.
“Conducir es un privilegio, no un derecho. Si tienes la suficiente vergüenza como para acechar a otros miembros de la comunidad para tu propio beneficio imprudente, perderás ese privilegio”, ha dicho el Ministro de Transporte, Prabmeet Sarkaria. “El robo de coches es un delito cobarde y a menudo violento que puede traumatizar a las víctimas y comunidades que lo experimentan”, añadía.
Cuando entre en vigor la nueva legislación para tratar de poner freno a esta grave crisis de seguridad, cualquier persona condenada por robo de vehículos de motor según el Código Penal canadiense se enfrentará a: una suspensión del carnet de conducir durante 10 años por una primera vez; una suspensión de 15 años por una segunda y una suspensión del permiso de conducir de por vida para quienes recaigan por tercera vez. Además, la pena mínima obligatoria de prisión federal por una tercera infracción es de seis meses.
Sin embargo, estas suspensiones del carnet de conducir sólo se aplicarían a condenas por robo de autos donde el tribunal encuentre que hubo “factores agravantes como violencia, uso de armas, uso de fuerza, amenaza” o cuando los vehículos sean robados con el fin de obtener ganancias para el crimen organizado.
Los grupos de crimen organizado a menudo envían vehículos robados en Ontario a mercados de destino en África y Medio Oriente. Por ejemplo, el pasado mes de enero la cadena CBC News informó sobre la historia de un hombre de Toronto que rastreó su lujoso SUV robadohasta los Emiratos Árabes Unidos, mientras que una investigación anterior de Marketplace encontró el vehículo de otro hombre de Toronto en África Occidental.
La nueva legislación también introduciría penas más severas para aquellos condenados por conducción temeraria en Canadá, definida en parte “como conducir a más de 50 km/h por encima del límite de velocidad establecido”. Una primera multa resultaría en una suspensión de licencia de un año, tres años para una segunda y una suspensión de por vida (reducible bajo determinadas condiciones) para una tercera condena.