Imagina que vives en Paradise Valley, Arizona, y un buen día mientras circulas con tu coche por la ciudad, avistas varios operarios subidos a escaleras manipulando un cactus. Este desconcierto es el que sufrieron algunos habitantes del lugar, que después descubrieron que lo que pasaba es que se estaban instalando cámaras de vídeo en cactus "de pega".
Según el propio administrador de Paradise Valley, Kevin Burke, se trata de cámaras de reconocimiento de matrículas instaladas por el departamento de policía local, cuyo fin no es otro que leer matrículas y contrastarlas con una base de datos, para comprobar si se trata de coches robados y notificarlo a la policía en tal caso. Eso sí, aún no están operativas.
"No tratamos de esconder nada. Fue una petición mía al departamento de policía y queremos asegurarnos de responder todas las cuestiones de la gente sobre privacidad, almacenamiento de datos y sobre cómo se usará el sistema, así que queremos tener esto claro antes de encender las cámaras", afirma Burke, quien también asegura que lo de esconder las cámaras en cactus de mentira no es por secretismo, sino porque se están instalando en las afueras de la ciudad y no hay postes de la luz donde instalarlas.