Los casos de ira al volante o furia en la carretera están a la orden del día en todo el mundo, pero en Estados Unidos están especialmente preocupados por esta cuestión. Y no es para menos, viendo cómo pierde los estribos un conductor que se desespera con los cortes de tráfico y acaba en medio de un desfile.
La dashcam que llevaba en su coche lo grabó todo y en las imágenes también se aprecia de qué forma llegó a perder los nervios el conductor, que fue detenido, tiene antecedentes y automáticamente acabó en la cárcel.
Le dan igual los conos, las vallas, las señales, la policía... y la gente
El pasado 10 de junio, la celebración del Gran Desfile Floral del Festival de las Rosas en Portland, Oregón (Estados Unidos), obligó a cortar varias calles de la ciudad y afectó al tráfico. En estos casos no queda otra que buscar rutas alternativas o tener paciencia, y esto último es algo que no tuvo el conductor de una pick-up.
Harto de que varias calles estuviesen cortadas y del tráfico lento, decidió seguir su camino por donde le dio la gana, aunque hubiese conos y señales en medio. Enseguida acabó metiéndose en medio del desfile con su coche, sembrando el pánico entre los asistentes a la celebración.
Una de las personas que asistía al evento grabó lo que sucedió y lo colgó en sus redes sociales, pero ahora han salido a la luz las imágenes de la dashcam del coche del conductor al que se le fue la olla. Y dan miedo. No solo por dónde circulaba, sino por la forma en la que este conductor perdió por completo los nervios.
@PortlandPolice @KATUNews @KOINNews @TrafficPortland a truck just rammed through @OregonDOT barriers blocking for the parade. Almost hitting a few kids watching the parade. Scary, was almost hit my self with my family. pic.twitter.com/XxoTe9zzc4
— Areff Mohammed Ali (@Areff) June 10, 2023
En el vídeo se puede ver de qué manera perdió los estribos este hombre, que tiene 42 años y se llama Sidney Mecham. “¡Lo tienen todo bloqueado! ¡La salida del Lloyd Center! ¡La salida del Centro de Convenciones! ¡Cada maldita salida!”, dice Mecham en el vídeo, además de dedicar una retahíla de lindezas a los trabajadores que estaban cortando el tráfico.
Después de gritar e insultar, las imágenes muestran cómo se saltó los conos que había en la carretera, pasó por un arcén con medio coche fuera de la calzada y entró en la calle por donde pasaba el desfile, que estaba repleta de gente.
Un agente de la policía trató de detenerlo con su moto, pero Sidney hizo caso omiso y siguió circulando mientras la gente corría asustada y él cometía varias infracciones de tráfico. Tardó un rato en parar y entonces fue detenido.
Está en la cárcel desde entonces y se le acusa de 38 cargos distintos, entre ellos, conducir con el carnet suspendido y sin seguro. En agosto pidió la libertad condicional y un juez se la denegó. Según apunta Jalopnik, en 1999, cuando solo tenía 15 años, fue condenado a tres años de prisión por intento de violación y sodomía. En 2016 pasó otros dos años en la cárcel por abusar sexualmente de un menor de edad.
Ahora, lo que le ha llevado de vuelta a prisión es lo que se conoce en Estados Unidos como como “road rage”, es decir, la furia en la carretera. Obviamente no hace falta irse al país norteamericano para encontrar casos de ira al volante porque están a la orden del día en cualquier parte del mundo, incluida España (y diría que aquí cada vez es más habitual), pero lo cierto es que el país de las barras y las estrellas tiene un gran problema con esta cuestión.
El término “road rage” comenzó a utilizarse en Estados Unidos en la década de 1990 ante la creciente tendencia de casos de conducción extremadamente agresiva que se daban en todo el país.
En algunos estados se ha tipificado como delito y, según los datos de la NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos), hay 218 asesinatos y 12.610 heridos en un periodo de siete años por culpa de la “road rage”.
Estas estadísticas de la NHTSA señalan que 2021 fue el año más mortífero en materia de violencia al volante, con un promedio de 44 personas al mes muertas o heridas a tiros durante un tiroteo en la carretera. Los mismos números indican que las muertes por violencia en la carretera por la violencia armada se han duplicado en comparación con los niveles previos a la pandemia.
