El legendario circuito de Nürburgring, conocido como el 'Infierno Verde', acaba de anunciar una de las decisiones más drásticas de su historia: a partir de la temporada 2025, las motocicletas no podrán participar en las emblemáticas sesiones de conducción turísticas o "Touristenfahrten" en el Nordschleife.
La medida, adoptada por motivos de seguridad, ha generado un gran revuelo entre los motoristas, que ven cómo se les priva de rodar libremente en uno de los circuitos más icónicos del mundo.
El fin de una era para los motoristas
Hasta ahora, cualquier conductor con un vehículo matriculado podía acceder al Nordschleife y desafiar sus 21 kilómetros de asfalto. Sin embargo, la convivencia entre coches y motos en pista ha sido siempre un punto conflictivo. "Las diferentes dinámicas de conducción de los vehículos de dos y cuatro ruedas plantean un riesgo de malentendidos, especialmente para los motociclistas", explicó la organización del circuito.
Desde la próxima temporada, las motos solo podrán rodar en el Infierno Verde bajo estricta supervisión, dentro de entrenamientos y cursos de conducción específicos. Según lo anunciado en el calendario, en 2025 sólo se organizarán cinco sesiones de este tipo, lo que reduce drásticamente el acceso de los motoristas al circuito.
La decisión no es del todo sorprendente, pues Nürburgring es el circuito más grande del mundo y también uno de los más peligrosos.
Un circuito legendario, pero peligroso
Su trazado de 25 km (cuando se combina el Nordschleife con el circuito de Gran Premio) cuenta con cambios de elevación, curvas ciegas y condiciones meteorológicas impredecibles. Debido a su gran extensión, es habitual que una parte del circuito esté mojada por la lluvia mientras otra permanezca seca, lo que añade aún más dificultad a la conducción.
Históricamente, el circuito ha registrado 78 fallecimientos entre pilotos, espectadores y oficiales, sin contar a los particulares que han perdido la vida en accidentes durante las sesiones de Touristenfahrten, cifra que se estima entre 2 y 12 personas al año.
Como recuerda Dale Lomas, experto en Nürburgring y autor del blog Bridge to Gantry, la medida no solo responde a cuestiones de seguridad, sino también a intereses económicos. "Este cambio no tiene que ver sólo con la seguridad. Se trata de dinero y seguridad. Como cualquier empresa, el circuito busca un modelo más gestionado y regulado", explicó.
¿Por dónde podrán rodar las motos en Nürburgring?
Pese a la prohibición en el Nordschleife, los motoristas seguirán teniendo la opción de rodar en el circuito de Gran Premio, una pista de 5,148 km más moderna y segura. De hecho, en 2025 habrá 38 fechas de conducción turística con "stints exclusivos para motos", aunque la experiencia no será la misma que recorrer los míticos 21 kilómetros del Infierno Verde.
Para aquellos motoristas que todavía sueñan con dar una vuelta en el Nordschleife, las cinco sesiones de entrenamiento serán la única opción. En ellas, los participantes rodarán en grupos guiados por instructores especializados, lo que sin duda mejorará la seguridad, pero limitará la sensación de libertad que caracterizaba a las sesiones de Touristenfahrten.
El futuro del Nordschleife para los aficionados
Esta medida marca un punto de inflexión en la historia de Nürburgring. Si bien el circuito sigue abierto a los conductores particulares, es evidente que la gestión se encamina hacia un modelo más estructurado y controlado.
"Si tienes en tu lista de deseos conducir por el Nordschleife, deberías hacerlo cuanto antes", aconsejan los expertos, ante el temor de que futuras restricciones puedan reducir aún más el acceso a este legendario trazado. Para muchos, esta decisión es un golpe a la pasión por la conducción en estado puro.
Para otros, una medida necesaria para garantizar la seguridad de todos los participantes. Lo que está claro es que el Infierno Verde sigue evolucionando, y quien quiera vivirlo en su máxima expresión, deberá adaptarse a sus nuevas reglas.
Imágenes | Nürburgring y Facebook
