Nissan ha anunciado oficialmente que retira su inscripción para el campeonato mundial de resistencia de 2016, abandonando de este modo un proyecto que nació con el espíritu de lograr grandes cosas con una base totalmente radical y para el que no se escatimó ni un euro en ningún momento.
De este modo, la arriesgada apuesta del Nissan GT-R LM Nismo con la que los japoneses hacían su retorno a la máxima categoría del WEC, la de los LMP1, queda en poco más que un atrevido intento que a la postre solo disputó las 24 Horas de Le Mans, en las que ninguna de sus tres unidades logró finalizar clasificado la carrera (aunque una sí vio la bandera a cuadros pero sin completar el mínimo de vueltas para clasificarse).
Ni tan siquiera la decisión de suspender temporalmente su participación en el WEC de 2015 para desarrollar el proyecto con mayor intensidad ha sido suficiente para salir a flote, y eso que incluso Nissan ha estado haciendo test en pista con el coche para preparar 2016.
¿Por qué Nissan abandona el WEC y aparca su GT-R LM Nismo?
La conclusión a la que ha llegado Nissan tras este periodo dándole vueltas al GT-R LM Nismo es contundente: ese coche no puede alcanzar las prestaciones de sus rivales en LMP1 (Porsche, Audi y Toyota). O lo que es lo mismo: que ese coche no da para mucho más, y esos alrededor de 25 segundos que los separó de sus rivales en la sesión de clasificación de las 24 Horas de Le Mans son demasiados para pretender recortarlos, pese a haber tenido que asistir a la prueba con el sistema híbrido desconectado.
A pesar de que el rediseño absoluto del modelo para 2016 se completó en apenas un par de meses, según confirmó Mike Carcamo, responsable del proyecto desde septiembre, a Autosport, los plazos para llevar a cabo una adecuada fabricación y desarrollo en pista antes de empezar a competir eran demasiado ajustados, y finalmente se decidió no competir. Esta última explicación no suena demasiado convincente, pero en cualquier caso es uno de los motivos a los que apunta Nissan para su decisión final.
Sin embargo, otras informaciones apuntan a que ya no solo se trata de que en el último test en Louisiana el nuevo sistema híbrido se mostrara mucho menos potente de lo que Nissan esperaba, sino que además el hecho de no haber superado su segundo crash test de la FIA suponía la necesidad de efectuar un nuevo rediseño que, sumado al resto de factores, acabó por hacer rendirse a los japoneses.
Sobre lo que iba a ser la segunda generación del GT-R LM Nismo, Carcamo también reveló las principales modificaciones que el coche iba a presentar: un nuevo sistema híbrido eléctrico con regeneración y actuación en el eje trasero (en sustitución del mecánico que regeneraba del eje delantero y descargaba sobre el trasero), caja de cambios y suspensiones rediseñadas y aerodinámica revisada.
¿Se rescatará algún día el radical proyecto del GT-R LM Nismo en un futuro? No se ha descartado, pero después del batacazo que a buen seguro ha supuesto en Nissan, no parece algo probable. Es una auténtica pena que el atrevimiento tenga un final tan amargo, pero era una posibilidad que siempre ha existido.