Alejandro Agag tiene nuevo proyecto entre manos. El CEO de la Fórmula E se ha unido a Gil de Ferran, jefe de competición del equipo McLaren, para crear una nueva categoría de coches eléctricos, la Extreme E (XE). Tras el éxito cosechado con los monoplazas eléctricos, el empresario español se lanza ahora a la conquista de los lugares más remotos del mundo con una competición con SUV eléctricos como protagonistas.
En su primer año tendrá como escenario el Ártico, el Himalaya, el Sahara, el Amazonas y las islas del Océano Índico. Cada carrera será grabada como un docu-sport que se retransmitirá mediante alguna plataforma de streaming de contenido multimedia. Para ello han fichado como director artístico al oscarizado Fisher Stevens.
El objetivo de la organización es además, dar a conocer los daños que el calentamiento global está provocando en estos lugares. El centro de operaciones se ha concentrado en el buque británico Santa Helena donde se llevó a cabo la presentación. Un barco con historia que ejercerá de paddock flotante.
Con la categoría se pretende atraer a los principales fabricantes de coches eléctricos a los que ya se les ha presentado el proyecto. Según se rumorea alguno ya habría mostrado su interés en formar parte de este nuevo formato.
Competiciones cara a cara, no rallyes
Las carreras tendrán un formato también bastante innovador. Estarán compuestas de una serie de enfrentamientos directos en etapas de ocho kilómetros. Un total de 12 equipos con un coche cada uno se enfrentarán divididos en dos grupos.
Habrá una primera fase de grupos por la que los ganadores de las mismas recibirán puntos y una eliminatoria final a la que pasarán los cuatro mejores de cada uno de ellos para designar a un ganador.
A pesar de lo que pueda parecer, desde la organización aclaran que no tendrán formato de rallyes, sino de una competición cara a cara. Una estructura nunca antes vista hasta la fecha.
"La Extreme E ofrece un concepto único de deporte, aventura y entretenimiento que nunca se ha visto o hecho antes", Gil de Ferran.
Misma base de chasis y tecnología importada de la Fórmula E
Los promotores han aprovechado todo lo aprendido en la Fórmula E para lanzar este nuevo y por qué no decirlo, curioso certamen. Para controlar los gastos y asegurarse la competitividad de todos los participantes, se utilizará la misma base de chasis en la que ya trabajan en Spark Racing Technology. Sobre ellas se montarán los distintos diseños de SUV.
Además, compartirán baterías, suspensiones, la centralita, el software y el tren motriz. McLaren Applied Technology será el encargado de fabricar las baterías, como ya hacen en la Fórmula E, además de los motores.
“McLaren ya está desarrollando la batería, que se basa en la actual del Gen2, pero tendrá el doble de potencia porque estos coches tendrán dos motores como los de la Fórmula E. Van a desarrollar el doble de potencia que un monoplaza de Fórmula E, cerca de los 500kW", Alejandro Agag.
Los neumáticos correrán a cargo de Continental, que se ha convertido en partner oficial.
Una Fórmula E con coches "reconocibles"
El objetivo de esta nueva categoría es mostrar que los coches eléctricos son una opción para el día a día. La elección de modelos tipo SUV no es casual. Actualmente son los coches más vendidos del mercado y aprovechar su tirón para ponerles un motor eléctrico -dos en este caso- y mostrar de qué son capaces es una idea que probablemente compren varias marcas.
La Fórmula E está bien, pero como ya sucede con la Fórmula 1, los potenciales compradores de coches no se pueden ver identificados en esos coches como si pueden hacer por ejemplo, con los TCR.
“Esa es la principal diferencia con la Fórmula E. Queremos mostrar coches eléctricos en competición que las personas pueden comprar", Alejandro Agag.
Aunque la primera carrera está programada para para enero de 2020, los primeros test se llevarán a cabo en el mes de abril y en julio de este mismo año se entregará a cada uno de los equipos su coche. Sin duda ninguna un proyecto ambicioso que habrá que seguir de cerca.