Tal y como ha anunciado el propio fabricante alemán, ahora propiedad del grupo francés PSA, las instalaciones de Opel en Rüsselsheim y Kaiserslautern, en Alemania, están siendo registradas por la Fiscalía de Frankfurt, en el marco de una investigación sobre emisiones contaminantes.
La firma alemana confirmaba a través de un tweet que sus oficinas están siendo registradas este mismo lunes, aunque aseguran que sus vehículos cumplen con la normativa de emisiones correspondiente y que la compañía está cooperando en todo con la fiscalía para aclarar el asunto.
"Opel confirma que la oficina del Fiscal de Frankfurt está investigando en relación a un procedimiento sobre emisiones en las instalaciones de Rüsselsheim y Kaiserslautern. No podemos comentar los detalles de esta investigación por el momento. La empresa está colaborando con las autoridades. Opel reafirma que sus vehículos cumplen con la normativa", afirma el mensaje de Twitter de la marca alemana.
A vueltas con las emisiones
Según la Fiscalía, la investigación contempla poner a prueba 95.000 vehículos equipados con motores diésel Euro6d para comprobar si efectivamente equipan algún tipo de software que altere el sistema de escape y por tanto manipule las emisiones.
El pasado mes de junio el diario alemán Bild ya aseguró que la Autoridad alemana de Vehículos Motorizados (KBA) iba a investigar 60.000 coches Opel equipados con motores diésel (Zafira, Cabrio e Insignia), pero hasta el momento no se habían conocido más detalles sobre el tema.
Opel ya fue objeto de investigaciones a finales del año 2015 por la anulación temporal del sistema de recirculación de gases del escape (EGR) de su modelo Opel Zafira, aunque finalmente los investigadores franceses concluyeron que no hubo fraude en aquella ocasión, al menos en el mercado francés.
Vía | Automotive News