Desde que Nissan dejó de fabricar el Almera en 2006, no ha estado en el segmento C en el sentido estricto de la palabra. Intentaron reemplazarlo con el Tiida, pero en países como el nuestro se lanzó en 2007 y fue un estrepitoso fracaso. Luego trajeron la mezcla entre compacto, SUV y berlina, el Nissan Qashqai, y se invirtió la situación.
Aunque el Qashqai es un superventas brutal, y el Nissan más vendido en Europa (216.970 unidades en 2011) hace falta un rival para el compacto de referencia, el Volkswagen Golf, y con una carrocería similar, no un híbrido. Para 2014 se espera que aparezca dicho modelo, a la vez que el reemplazo del Qashqai. Será un cinco puertas, nombre por definir.
La producción estará ubicada en Sunderland (Reino Unido), donde ahora se fabrica el Qashqai a toda máquina (tres turnos). Parte de la producción del Qashqai se irá para Rusia, para vender allí sin pagar tasas de importación, pero cuando llegue el reemplazo. En el mercado ruso las ventas del Qashqai son también imponentes.
Sunderland también fabricará el Leaf en 2013, aunque lógicamente es un modelo de menor tirada. También se fabricará en Sunderland el nuevo Note (2013), por lo que el futuro de la planta británica queda más asegurado que el culo de Jennifer López.
Los británicos están contentos, más trabajo y producción para una de sus fábricas más importantes. De hecho, en 2010 fue la que más produjo del país, 400.000 unidades entre Qashqai, Juke y Note. En San Petersburgo (Rusia) quieren fabricar 100.000 unidades en 2014, es decir, doblar su producción actual (Teana, Murano y X-Trail).
Es innegable el éxito que ha tenido Nissan con algunos experimentos raros, como el Qashqai o el Juke. Eso contrasta con otros batacazos como el Cube o el Tiida. A fin de cuentas, también necesitan hacer coches “normales” para no espantar a un tipo de cliente más tradicional, que ahora no se fijaría en ningún Nissan.
Fuente | Nissan, Automotive News, Auto Express