Esa es la petición que hacen desde el Gobierno de Castilla y León. Ya conocimos hace unos días la decisión del la compañía japonesa de invertir 100 millones de euros en los próximos años para mantener la planta abulense, así como la incoporación de un vehículo ligero a la producción (la nueva versión del Atleón) a partir de 2014.
Asimismo, está previsto incorporar dos nuevas motorizaciones, que pretenden asegurar el futuro de un planta con serias dificultades para continuar abierta, a pesar de los más de 6 millones de euros aportados en los últimos dos años por el Ministerio de Industria.
El problema es la necesidad de aportar en España el valor añadido que impida deslocalizar a otros países las plantas de producción. Es decir, parece que especializarnos en tecnología más compleja (ya sea híbrida o eléctrica, como la que monta el Nissan Leaf) puede ser la salvación de centros como el de Ávila.
España, que se sitúa como el segundo fabricante europeo, superado únicamente por Alemania, se enfrenta a un futuro en el que mercados con costes más reducidos, como Républica Checa (el único país del continente cuya producción aumentó en 2009), parecen dispuestos a plantar cara.
Vía | Yahoo
En Motorpasión | Nissan presenta sus prototipos eléctrico e híbrido