Durante la presentación del nuevo Nissan Juke Nismo en Barcelona (parte 1 y parte 2), los responsables de la marca japonesa nos tenían preparada una sorpresa. Habían conseguido traerse desde los cuarteles generales de Nismo en Japón dos prototipos de la siguiente generación del Juke Nismo e íbamos a ser los primeros en probarlos.
Estéticamente no podemos hablar de ningún tipo de avance ni evolución, ya que ambas unidades lucían la carrocería de un Juke de serie, con la pintura exterior en color negro mate y los faros delanteros y traseros camuflados con algo de cinta negra que no permitía ver ningún cambio, aunque dudo que debajo los hubiese. Son mulas como las que ruedan habitualmente por las carreteras en fases de desarrollo e íbamos a ponernos al volante.
Para la prueba, el paddock del Circuito de Castellolí se había convertido en un ratonero circuito marcado por conos, en el que el Juke Nismo de segunda generación debía mostrarnos sus principales avances respecto al modelo que se acaba de poner a la venta.
El circuito estaba formado por una recta dónde nos pedían acelerar al máximo, para luego encarar dos curvas enlazadas a izquierda y derecha, un curvón largo de izquierdas del que salíamos acelerando a gran velocidad hasta llega a una frenada fuerte y un nuevo zig zag de izquierda a derecha que nos llevaría a la meta.
Antes de ponernos al volante del prototipo, le estuvimos tirando de la lengua a los responsables de Nissan, que sin dar datos concretos del nuevo modelo, si que dejaron caer que tendrá entre 210 y 220 caballos de potencia, un salto significativo respecto al Juke Nismo normal que tiene 200 caballos.
Llegó mi turno y me puse al volante del Juke Nismo prototipo. Era mi primera vez al volante de un prototipo, hasta ahora siempre había conducido coches de serie o como mucho unidades de pre-serie que son las que en muchas ocasiones se emplean en las presentaciones a prensa.
En las maniobras para situarme en la zona de salida, me llamó la atención los innumerables ruidos y crujidos que hacía el coche. La dirección, los asientos, el salpicadero, las suspensiones. Todo en él hacía ruido, y fue entonces cuando me di cuenta de la importancia que tiene la puesta a punto final que se le hace a los coches antes de sacarlos al mercado. Todo tiene que encajar a la perfección y nada se puede dejar al azar.
Hice caso de lo que me indicaron y salí exprimiendo a fondo la primera, pero sin llegar a hacer ruedas para no castigar en exceso el coche. Quedaban 10 días más de presentación y muchos colegas de otros países debían catarlo.
La aceleración la sentí un poco más enérgica que la del Juke Nismo que había llevado desde Barcelona hasta Castellolí, aunque tal vez las llantas Rays de 17 pulgadas en lugar de las Nismo de 18 ayudaban a mejorar ese dinamismo.
En las curvas la sensación de agilidad que demuestra el Juke en todas sus versiones parecía haberse llevado un punto más allá, el coche es más divertido de conducir e incita a entrar en las curvas ratoneras con más ímpetu.
En las frenadas fuertes la carrocería se movía un poco, pero nada fuera de lo normal si tenemos en cuenta que estábamos encarándolas en apoyo, nunca en línea recta. Es parte de la diversión que tiene conducir un coche así, no olvidemos que se trata de un SUV con una carrocería considerablemente más alta y larga que la de un compacto de la misma potencia, lo que se traduce en más movimientos.
Tuvimos oportunidad de hacer el circuito ratonero en cinco ocasiones, y aunque el ritmo fue en aumento tanda tras tanda, me quedé con la extraña sensación de no haberlo llevado hasta su límite real. Es impresionante como las marcas se adelantan en el desarrollo de los nuevos modelos a su puesta en el mercado.
El vídeo que os mostramos os permitirá haceros una idea de todo esto que estoy destacando del prototipo, ver las fuerzas G que ejercía en las curvas y como se comportaba el coche en un trazado muy sinuoso, casi perfecto para un kart.
Si hace unos días lanzaron al mercado el nuevo Nissan Juke Nismo, ya están en pleno desarrollo de su segunda generación. Los pilotos probadores de las marcas son los únicos que pueden imitar a Doc y Marty McFly en Regreso al Futuro, ya que hoy están al volante de los coches que conduciremos dentro de tres o cuatro años.
Por el momento no hay fecha de lanzamiento de esa nueva versión más potente y deportiva, pero me atrevo a aventurar que en el año 2014 ya podremos hacernos con un Juke Nismo de 220 caballos o más, porque el chasis y el motor 1.6 turbo todavía tienen recorrido para crecer.
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