Desde el año 1979 se fabrica en la planta austríaca de Magna Steyr en Graz un todoterreno que pasará a la historia como uno de los iconos del mundo del 4x4, el Mercedes-Benz Clase G.
Su sometimiento a las tendencias del sector del automóvil ha sido mínima, ha conseguido sobrevivir sin sucumbir a cosas como el downsizing, la conducción autónoma o la electrónica que sustituye a las soluciones mecánicas más primarias. Y así, siendo fiel a sus orígenes, ha llegado a las 300.000 unidades.
Porque hoy precisamente ha salido de esa fábrica de Graz un G 500 de color azul metalizado que marca la unidad número 300.000. Se trata de un coche especial más allá del color, ya que lleva llantas de 16 pulgadas con neumáticos específicos off road y un sorporte en el techo para aguantar las peripecias a las que lo van a someter.
La configuración de esta unidad ha sido elegida por los seguidores del perfil oficial del Mercedes Clase G en Facebook. Este coche se utilizará para celebrar la buena salud de la que goza el Clase G, un modelo que desde el 2009 se ha vuelto a poner de moda, batiendo año tras año sus propios récords de ventas.
En 2016 se vendieron ni más ni menos que 20.000 Mercedes Clase G en todo el mundo, una cifra descomunal si tenemos en cuenta que se trata de un modelo poco modernizado.
El éxito del Clase G parece no tener fin. ¿Será el modelo eterno con el que todas las marcas sueñan?
En Motorpasión | Mercedes Clase G 63 AMG, prueba (parte 1 y parte 2)