El segmento B SUV/_crossover_ funciona y más fabricantes se van sumando a él. Mazda será de los siguientes, su propuesta está "no está muy lejos" en palabras del responsable de Mazda en Australia. Se baraja el nombre CX-3. Otros SUV de la marca son/han sido impares: CX-5, CX-7 y CX-9.
En el Salón de París hará su debut europeo el Mazda2, ya presentado en Japón como Demio. Puede que el año que viene veamos un prototipo de su versión elevada con plásticos molones para competir con el Juke. Y lo venderán como churros, últimamente Mazda lo está petando en Europa.
La misma plataforma del Mazda2/Demio soporta tracción total, así que no hay que romperse los cuernos en términos de diseño. Nos lo podemos imaginar como un CX-5 más chato, cambiarán las puertas pero el lenguaje de diseño (KODO) será el mismo.
¿Qué hay de los demás japoneses?
Toyota lo intentó con el Urban Cruiser pero le salió el tiro por la culata, está descatalogado. Honda presentó su Vezel (en imagen), que llegará a Europa como HR-V. Suzuki aún tiene el Jimny, que es un todoterreno más auténtico, con todo lo bueno y malo que eso supone.
Subaru no está por la labor. Es un fabricante relativamente pequeño que prefiere centrarse en sus modelos de corazón de gama y dejarse de experimentos. Les falta una plataforma pequeña y motorizaciones adecuadas. Y en Europa sin un motor Diesel no van a ganar dinero con él.
Nissan, por su parte, cuando tenga varios rivales en el segmento, sacará el Juke de segunda generación, así que tendrá una posición preferente para seguir inundando las calles de escaladores de bordillos. Mitsubishi también podría hacer dinero con un coche más pequeño que el ASX, el bote salvavidas de la compañía en el viejo continente. En cuanto a Isuzu, no es su guerra.
Vía | Left Lane News
Fuente | The Motor Report