El Ayuntamiento de Barcelona sigue limando los flecos de la ordenanza municipal que define la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). La última propuesta recogida y admitida por el consistorio es la de incluir en las excepciones a aquellos trabajadores con ingresos inferiores a 8.000 euros anuales, que podrán acceder a la zona restringida con vehículos sin etiqueta medioambiental.
De esta manera, las personas que puedan demostrar ingresos de menos de 8.000 euros al año y que acrediten que precisan el vehículo para su actividad provisional, no se verán afectados por las restricciones al tráfico. Eso sí, sólo durante el primer año de su aplicación, es decir, en 2020. En concreto se trata de profesionales que perciben una cantidad inferior al Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) más un 10%.
Ésta es una de las 1.850 alegaciones que han sido presentadas por personas físicas y jurídicas de cara a la nueva normativa municipal, de las que se han aceptado un 45%. La misma la firma Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y fue tratada ayer en la Comisión de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad del consistorio barcelonés.
El texto definitivo será sometido a votación final el viernes 20 de diciembre y gracias a la inclusión de esta propuesta entre las excepciones de la ZBE, el grupo parlamentario republicano ha confirmado que dará su apoyo al mismo. Mientras, otros grupos de la oposición, en disconformidad con la medida, han optado por reservar su voto para el pleno programado en poco más de una semana.
Más excepciones
Desde que comenzara a redactarse la nueva normativa que restringe el tráfico a los vehículos más contaminantes en la ciudad condal y la zona de la rondas, el texto ha ido recibiendo varias modificaciones.
Por ejemplo, en lo que respecta a la cuantía mínima de las sanciones leves por acceder al área acotada (de 95 km²), que ha pasado de 200 a 100 euros. Eso sí, el tiempo máximo se ha fijado en 90 minutos: una vez transcurrido dicho margen, el infractor puede volver a ser multado si permanece en la ZBE.
De igual manera, se ha ampliado la lista de vehículos sin etiqueta incluidos dentro de las excepciones durante el primer año de aplicación. Entre los mismos, además de los mencionados ciudadanos con una renta inferior a 8.000 euros anuales, encontramos vehículos que prestan servicios singulares: blindados, unidades móviles de radio y televisión, vehículos con cámara frigorífica (food trucks), vehículos laboratorio u hormigoneras, entre otros.
Éstos se suman a otras excepciones permanentes ya contempladas como los que prestan servicios médicos, funerarios, así como los vehículos de personas con movilidad reducida, Protección Civil, bomberos o policía. Además, la regulación también ofrece una moratoria de un año para los vehículos de transporte de mercancías y de transporte colectivo (furgonetas, camiones, autobuses y autocares), a fin de dar margen a las empresas para renovar sus flotas.
De igual manera, hay que recordar que cada conductor puede solicitar un total de 10 autorizaciones al año para acceder y circular a la ZBE con vehículos sin etiqueta, previo pago de 2 euros por cada una como aprobó el Consell Metropolità en el pleno de ordenanzas fiscales para 2020. Las mismas se deben gestionar con una antelación de 24 horas y se exige a los automovilistas que estén dados de alta en el Registro Metropolitano.
Hay que recordar que la ZBE restringe el acceso a cualquier vehículo sin etiqueta en el área acotada (Barcelona, L’Hospitalet de Llobregat, Esplugues de Llobregat, Cornellà de Llobregat y Sant Adrià de Besòs) de lunes a viernes entre las 7:00 a 20:00 horas.
La zona acotada quedará vigilada por 70 cámaras instaladas en 40 puntos y, aunque se pondrá en funcionamiento a partir del 1 de enero de 2020, contará primeramente con un periodo informativo hasta abril, momento en que comenzarán las multas.
Medidas adicionales
El Ayuntamiento de Barcelona estima que la aplicación del proyecto reducirá la circulación de unos 50.000 vehículos tipificados como los más contaminantes durante los días laborables, llegando a los 125.000 en 2024.
Según los cálculos del consistorio, ello supondrá reducir en un 6% las emisiones de CO₂ y un 15% de las de NO₂. Porcentajes que se quedan lejos del 30% exigido desde Bruselas en el caso del NO₂, según ha admitido el propio ayuntamiento en palabras tanto de Eloi Badia, concejal de Transició Energètica del Ayuntamiento de Barcelona, como de Janet Sanz, teniente de alcalde de Ecología y Movilidad del consistorio.
Por ello, Sanz ha remarcado que se requieren más medidas para cumplir los objetivos de reducción fijados por Europa: "Necesitamos otras medidas que están en manos de otras administraciones superiores, como que se acabe la línea 9 del Metro, que Rodalies (trenes de corta y media distancia) funcione mejor, con más frecuencia y sin parones; más carriles VAO y que puerto y aeropuerto también presenten sus zonas de bajas emisiones”, argumentó la edil según recoge El Periódico.
Por su parte, Badia también es partidario de aplicar otras medidas a fin de disminuir las emisiones contaminantes, como aparcamientos disuasorios, medidas específicas para los centros escolares o la implantación de un peaje urbano. En lo que respecta a esta última, Ada Colau ya confirmó que el ayuntamiento la propondría si no se aprecia una mejora sustancial en la calidad el aire durante los primeros seis meses que la ZBE esté en marcha.
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