“Señor Pujol, estoy algo decepcionado con los proveedores españoles. En 1985 eran los más ambiciosos de Europa, pero ahora los demás han evolucionado y los de aquí se han quedado estancados. Dejen de hablar y de convocar comisiones porque si no pasan ya a la acción les arrollará el tren chino”, le espetó ayer el presidente de Seat, Erich Schmitt, a Josep Maria Pujol, presidente de Ficosa, patronal de los fabricantes de componentes locales.
“Escasean los procesos de calidad y no hay atención a los detalles. A partir de ahora sólo aceptaremos calidad Audi. Aunque recibamos ofertas baratísimas no transigiremos con la calidad. La calidad es compatible con la reducción de costes, porque hacer las cosas a la primera, sin retoques, es más barato”.
No todo fueron palos, Schmitt volvió a hablar del objetivo de fabricar 800.000 coches al año y de lanzar 8 nuevos modelos de aquí a 2018. 200.000 de ellos se fabricarán fuera de España, y donde sea más barato, porque la planta de Martorell no tiene suficiente capacidad, ni hay planes para que la tenga, claro.
Vía | la vanguardia