Esta madrugada, las tropas rusas han entrado en las regiones separatistas del este de Ucrania y han bombardeo zonas alejadas de esas regiones, como Kiev y Odesa. Estados Unidos y Europa preparan nuevos paquetes de sanciones económicas en contra de Rusia. Uno de los primeros efectos de todo esto será la subida del precio del petróleo y del gas, pero también tendrá un impacto directo sobre el grupo Renault.
En Renault están preocupados por su posición en Rusia. Se trata del fabricante más expuesto a dificultades en Rusia. Y es que sencillamente Renault es el primer fabricante del mercado ruso, y su marca Lada representa un tercio de las matriculaciones de vehículos nuevos en el país.
Las sanciones aplicadas por Estados Unidos y Europa podrían frenar notablemente la producción de automóviles. La planta de Togliatti, a 1.000 km de Moscú, es la sede histórica de Lada. Allí, el 20 % de los componentes de los Lada son importados. En el caso de la fábrica Renault de Moscú, es el 40 % de los componentes necesarios para la producción que son importados.
En Renault están buscando alternativas para los componentes de los coches, en especial para los semiconductores estadounidenses utilizados en sus coches.
Probablemente, acabe siendo uno de los componentes que en breve ya no podrán importar si el conflicto se extiende más allá de las regiones separatistas de Ucrania. Todavía hay escasez de esos componentes y dada su naturaleza sería uno de los primeros componentes en no poder importarse.
La importancia de Lada para Renault y Rusia
Así, Renault sopesa también la posibilidad de suspender e incluso detener por completo la producción de automóviles en Rusia si la situación se hace más complicada. Es realmente una cuestión de conseguir proveedores locales ya que, a nivel financiero, “la deuda [de Lada] es local, al igual que su financiación", explicó Clotilde Delbos, directora financiera de Renault. Avtovaz es una marca muy endeudada, pero con bancos rusos. Aún así, para Renault sería un duro golpe. De los 46.000 millones de euros que facturó Renault en 2021, AvtoVAZ (Lada) aportó 6.000 millones de euros.
Sin embargo, no todo se resume a una cuestión de abastecimiento sino de economía en general. Si bien el mercado ruso creció un 4,3 % en 2021, con sanciones económicas más drásticas que afectarían inevitable a la ciudadanía rusa, las ventas de coches nuevos bajarían.
En enero de 2022, la cuota de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi en el mercado ruso de coches nuevos (incluyendo Lada) alcanzó el 35,5%. El grupo Volkswagen, que también sufrirá si se imponen sanciones (posee una fábrica de motores en Kaluga), tiene una cuota de mercado del 10 %. Los fabricantes de automóviles chinos y coreanos, por su parte, representan alrededor del 42% del mercado.
Por último, el cierre o la suspensión de la producción de Lada en Rusia podría incluso tener consecuencias diplomáticas inesperadas. Y es que hay que tener en cuenta que Lada no es propiedad de Renault al 100 %. Rostec, el organismo que gestiona las participaciones del Estado ruso en las industrias, incluyendo helicópteros y armamento, posee todavía el 32 % de Lada.
Y para colmo, Vladimir Putin ve a Lada como una de las joyas industriales de Rusia. No solamente tiene una fuerte carga simbólica, sino también económica, pues da trabajo directo a 35.000 personas. Así, el presidente ruso siempre ha vigilado y supervisado cuidadosamente todas las negociaciones con Renault.
De todos modos, si finalmente las potencias occidentales deciden bloquear el acceso de los bancos rusos al sistema de transferencias internacionales SWIFT, el abastecimiento en semiconductores y otros recambios para Lada será el menor de los problemas para Renault. Y ahí sí que podrían directamente decidir detener la producción. Eso, claro, si Rusia no termina expropiando a Renault de su participación en Lada como forma de represalia. Con Putin, todo es posible.
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