No fue con Renault, pero parece que el baile nupcial de Fiat Chrysler (FCA) será con otro francés: PSA. Según ha publicado el Grupo PSA, las juntas directivas de PSA y del fabricante ítalo-estadounidense han aprobado un plan preliminar para fusionarse.
De acuerdo a la propuesta, los accionistas de cada compañía poseerían el 50 % de la entidad combinada y su unión formaría el cuarto fabricante de coches más grandes del mundo, con ventas estimadas de 8,7 millones de vehículos al año.
"Sin cierre de plantas"
Según PSA, esta fusión uniría fortalezas de las dos marcas para avanzar en la esfera del coche eléctrico (donde FCA se ha quedado estancado), la movilidad autónoma y los vehículos conectados.
"La combinación propuesta crearía el cuarto fabricante más grande del mundo en términos de ventas unitarias (8,7 millones de vehículos), con ingresos combinados de casi 170.000 millones de euros y ganancias operativas recurrentes de más de 11.000 millones de euros [...] excluyendo Magneti Marelli y Faurecia", ha dicho PSA.
El Director Ejecutivo de esta nueva empresa sería el CEO de PSA, Carlos Tavares, por un período inicial de cinco años y también sería miembro de la Junta, compuesta por otros 10 miembros: cinco nominados por FCA y otros cinco por el Grupo PSA.
La transacción sería efectiva a través de una fusión bajo una compañía matriz holandesa y cotizaría en la bolsa de París, la de Italia y la de Nueva York.
De hacerse efectivo el matrimonio, los inversores de Fiat recibirían un dividendo de 5.500 millones de euros mientras que PSA distribuiría su participación en el fabricante de componentes Faurecia, por un valor de unos 3.000 millones de euros.
Tras el fallido intento de fusión entre Renault y FCA, es justo tomar este nuevo anuncio con cautela; las informaciones apuntan a que la cúpula de FCA aprobó un principio de acuerdo ayer, pero el plan autorizado por la junta de PSA requiere negociaciones para llegar a un memorando de entendimiento vinculante que podría durar semanas.
Recordemos que Francia desempeña un papel clave en la fusión al ser uno de los mayores accionistas de PSA. El ministerio de finanzas francés ha manifestado su apoyo a un acuerdo, al tiempo que ha advertido que analizará el impacto en los empleos y la estructura de gobierno de la nueva compañía, así como su compromiso de construir un fabricante europeo de baterías.
Respecto al tema del empleo -uno de los motivos por el que el Estado francés tumbó el acuerdo de Renault con Fiat-, PSA se ha limitado a decir que se estiman 3.700 millones de euros en sinergias -ahorro- al año, "sin cierres de plantas como resultado de la transacción".
En España, el impacto de esta fusión vendría solo de la parte de PSA (que produce vehículos de las marcas Citroen, Peugeot y Opel), puesto que Fiat no fabrica de forma directa aquí.
El grupo francés tiene tres centros de producción en España que dan empleo directo a 14.000 personas en Madrid, Vigo y Figueruelas, donde se concentra la mitad de la producción española.
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