"Un plan de colaboración de inversión en carreteras para ser realmente colaborativo debe equilibrar los intereses privados, completamente legítimos, con el interés general". Así ha explicado el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, el plan en el que trabaja el Gobierno en funciones para dar al fin con un modelo de financiación de autovías sostenible.
En declaraciones recogidas por El País, Fomento ha explicado que se plantea aplicar el pago por uso de las autovías actualmente 'gratuitas'; un costo que asegura sería "simbólico" en comparación al de las autopistas de peaje.
Un pago uniforme por todo el territorio
Este precio, según el departamento dirigido por Ábalos, sería una décima parte de lo que ahora se paga de media en las autopistas de peaje. Según los planes, si este pago "simbólico" sale adelante, su recaudación se destinaría a reducir el precio de las autopistas que aún están en manos privadas y solo iría destinado a sufragar el mantenimiento de la infraestructura, y no su construcción.
Según explica la cabecera, el pago por uso no implicará que el usuario pague más por la utilización de las vías de gran capacidad y no habrá desigualdad entre el pago que soportan unos territorios y otros en materia de peaje, como ocurre en Galicia o Asturias.
A esta opción se uniría la liberalización de las autopistas de peaje cuya concesión termina entre 2018 y 2019, que ya se ha puesto en marcha. La primera en levantar las barreras fue la AP-1 Burgos-Armiñón (Álava), y el 1 de enero de 2020 harán lo propio la AP-4 Sevilla-Cádiz y la AP-7 Alicante-Tarragona.
La concesión de las tres autopistas restantes, que son la AP-7 Zaragoza-Mediterráneo, la AP-2 Tarragona-La Jonquera y la AP-7 Montmeló-El Papiol, termina en 2021, y todas son de Abertis. Un total de 1.533 km cuya conservación y gestión pasarán a manos del Estado.
Se trata de una vuelta más al modelo de financiación de autovías en el que trabaja el Gobierno desde finales de 2018, cuando ya planteó que para 2020 se pondría en marcha el pago por uso de determinadas autovías que ahora son 'gratuitas' (o que no se pagan cada vez que se usan).
Aunque por entonces no se había hablado de un modelo definido, para Fomento la única forma de asumir los 11.000 millones de euros anuales que según el ministerio cuesta al Estado el mantenimiento de las autovías es la de aplicar peajes blandos en determinadas vías.
Por su parte, las constructoras piden que paguemos ya peajes en las autovías, a razón de 0,03 euros por kilómetro. De hecho, la Generalitat de Catalunya ha planteado al Gobierno de España que el futuro modelo de gestión de las vías de alta capacidad empiece probándose en las carreteras catalanas.
Ante el posible modelo de pago por uso a nivel estatal, aún no hay ninguna decisión tomada; ha de salir antes un Pacto de Estado por la Movilidad en el que se incluirían a las comunidades autónomas y a las diputaciones forales.