A partir del próximo 1 de julio, los coches anteriores a 1997 ya no podrán circular por las calles de París. Este plan puesto en marcha por la municipalidad de París en 2015, tiene por objetivo disminuir la contaminación en la capital francesa.
Hasta ahora, le medida no se podía implementar por la falta de un sistema identificativo de los coches, pero el Estado se comprometió a poner en marcha un sistema de pegatinas en el parabrisas, similar al que tendremos en España.
Es una medida que puede parecer un tanto drástica en una ciudad de 2,26 millones de habitantes. Sin embargo, con 15,5 millones de desplazamientos por día en París, el 64 % de ese tráfico proviene de las ciudades colindantes y de las afueras de París, un poco como en Madrid, por ejemplo. París tiene la menor densidad de coches de Francia: 330 coches por 1.000 habitantes, mientras que départements colindantes se acercan a los 500 coches por 1.000 habitantes. Lo que implica que los principales afectados no serán los parisinos, sino los que trabajan en París y vienen de fuera.
Si tu coche es anterior a 1997 no podrás entrar a París
Anne Hidalgo, la alcaldesa de París justifica esta medida "por el derecho de los parisinos a respirar un aire fresco [limpio]". Esta nueva norma forma parte de un paquete de medidas (el Plan Climat Energie) destinadas a reducir en un 75 % los gases de efecto invernadero de aquí a 2050.
La medida adoptada por París prohíbe así a partir del 1 de julio de 2016 circular por el municipio a todos los coches matriculados antes del 1 de enero de 1997. Esta prohibición se aplicará de 8h00 a 20h00 de lunes a viernes, por lo que será posible circular por las noches y los fines de semana. También se prevé una excepción para los coches matriculados como históricos (lo que en Francia conlleva ya de por sí restricciones para su uso). Esta medida se aplicará también a los coches matriculados en el extranjero, según informa el ADAC.
El problema es que la medida afecta sobre todo a la gente que trabaja dentro de París, pero que vive fuera de la ciudad, en uno de los numerosos municipios y pequeños départements que con la ciudad de París forman una de las zonas urbanas más densas de Europa: la región de Île-de-France, con sus 12 millones de habitantes repartidos sobre 12.000 km2. Esta medida, según la asociación 40 millions d'automobilistes, afectará así a 870.000 coches.
Una medida que afectará a las familias más humildes
Para las familias más humildes supone un grave problema, porque sencillamente les dificultará acceder a su puesto de trabajo. Siendo realistas, la inmensa mayoría de los automovilistas que utilizan un coche de más de 20 años a diario, no lo hacen porque lo quieren convertir en clásico. Lo hacen porque no pueden acceder a un automóvil más reciente. Y tampoco van a poder venderlo en la región parisina, pues nadie se lo va a comprar si sólo se puede usar los fines de semana.
Consciente de ello, el ayuntamiento otorga a los afectados una subvención de 400 euros por la compra de una bici eléctrica y un año gratis de abonamiento para el transporte público parisino. Para algunos, las ayudas son insuficientes si tienen que "llevar sus tres hijos al colegio antes de ir a trabajar en bici".
La medida es muy llamativa porque será la primera prohibición de este tipo con carácter permanente que se aplica en Francia. A diferencia de otros países del norte de Europa, donde el centro de muchas ciudades emblemáticas está prohibido a los coches más antiguos, en Francia y en España no ocurre, de momento.
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