La tercera edición del Foro ANFAC ‘La Movilidad de Tod@s’ ha reunido hoy al sector de la automoción y a los representantes institucionales que está estrechamente ligados con este ámbito de la industria española.
El evento ha servido para hablar de la situación del automóvil en nuestro país, de los retos a los que se enfrenta la industria automovilística y de un futuro en clave eléctrica que viene determinado por la normativa aprobada hace unos días por el Parlamento Europeo para prohibir la venta de coches de combustión nuevos en Europa a partir del 1 de enero de 2035.
Mirar al futuro sin olvidarse del presente
Los representantes del sector, como Wayne Griffiths, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, han aprovechado para dirigirse directamente a los máximos responsables políticos, como Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, o Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social.
Griffiths ha hablado claro, pero también lo ha hecho Jose López-Tafall, director general de ANFAC, que ha defendido la creación de un modelo propio para construir la movilidad del futuro en España en torno a la industria y la competitividad.
López-Tafall ha señalado que “la industria de la automoción es una joya que tenemos que preservar y por ello hemos de diseñar nuestro propio modelo de movilidad y de industria de la nueva movilidad donde España ha de ser punta de lanza a nivel europeo”.
El director de ANFAC También ha hecho hincapié en que “no avanzamos al ritmo que necesitamos para realizar una transformación con éxito y nos estamos quedando atrás respecto a nuestros vecinos europeos”.
Después de unos años complicados en los que la pandemia del Coronavirus y la falta de suministros han marcado la tónica en el sector y se han traducido en una disminución notable de las ventas, el director de ANFAC insiste en el reto que supone la electrificación de esta industria y en la importancia que tienen los tres próximos años para que España no pierda su cuota de ventas y la competitividad en Europa.
Uno de los puntos que preocupan a López-Tafall es la antigüedad del parque móvil español, indicando que “la edad media del parque circulante en España sigue aumentando y alcanza ya los 14 años de antigüedad”, algo que no ayuda a lograr los objetivos de electrificación que vienen impuestos desde Europa.
El directivo también ha puesto sobre la mesa el problema de la infraestructura de carga para coches eléctricos: “hemos terminado 2022 con cerca de 18.000 puntos públicos de recarga, y el objetivo para este año es alcanzar los 45.000 puntos de recarga, pero necesitamos un plan coordinado”.
Aunque López-Tafall es plenamente consciente de lo que implican los objetivos de descarbonización para el sector, ha tratado de poner cordura asegurando que “la política de movilidad eléctrica no es incompatible con la automoción”.
Asimismo, el director de ANFAC ha dicho que, mientras llega 2035, son necesarias políticas que incentiven el uso de vehículos eléctricos, pero sin olvidar el coche de combustión por la cantidad de puestos de trabajo que dependen de esta, tanto ahora como en el futuro.
López-Tafall ha propuesto al Gobierno poner en marcha más ayuda para la compra de coches nuevos, no solo eléctricos y ha dejado claro que “tenemos que tomar medidas urgentes y no perder otro año".
Si queremos que el ritmo de la descarbonización acelere, necesitamos herramientas a la altura de unos objetivos más exigentes y el apoyo de las administraciones. Los incentivos ayudarían a reavivar un mercado que ha perdido un 35% en cuatro años”.
En definitiva, que no se puede matar al coche de combustión todavía porque es un pilar básico para nuestra industria. Obviamente hay que mirar al futuro, pero sin olvidarse del presente porque de la salud que tiene ahora el sector del automóvil en España depende su futuro en nuestro país más adelante.
Y lo que reclama la industria es más apoyo institucional para mirar hacia ese futuro porque, de lo contrario, España corre el riesgo de quedarse muy atrás en un sector en el que tradicionalmente ha sido uno de los países más fuertes de Europa y del mundo.