Comprobar el nivel de aceite en el coche debería ser una operación rutinaria y periódica. Abril el capó, mirar el aceite en la varilla y ver que todo va bien. Salvo que cada vez menos coches equipan una varilla de aceite para comprobarlo. En su lugar, una indicación del nivel de aceite aparece en el cuadro de instrumentos del coche.
Hace una década que es el caso en muchas marcas premium y de lujo, como BMW y Mercedes, pero ahora esa tendencia está llegando a todas las marcas, incluida las más tradicionales y menos proclives a la tecnología, los fabricantes de pick-ups estadounidenses.
Por qué los fabricantes prescindir de la varilla de nivel de aceite
A priori, no parece una buena idea. Sustituir una pieza sencilla, fiable, barata y de baja tecnología por costosos sensores para medir el aceite. Pero cada vez son más las marcas que optan por un sistema de medición del nivel de aceite que utiliza un sensor montado verticalmente en el cárter. El sensor transmite datos a los que se puede acceder a través de la pantalla táctil situada en el centro del salpicadero o en el cuadro de instrumentos digital.
En un momento en el que los coches son más caros, en parte debido a las cada vez más exigentes normas de homologación (sistemas ADAS obligatorios, por ejemplo), por qué sustituir algo tan sencillo como una fina varilla de metal que le cuesta nada y menos al fabricante por un sistema más caro que contiene un sensor, cableado, líneas de código y potencia informática añadida. La principal razón es tan sencilla como evidente. No se fían de nosotros.
"Los fabricantes ya no quieren que el conductor, sus clientes, miren bajo el capó”, explica Michael Crossen, jefe adjunto del proyecto de pruebas de Consumer Reports. Claro que “ahora, muchos coches son híbridos y tienen un alto voltaje, por lo que la preocupación por la seguridad es mayor", reconoce Crossen, pero esa no es la razón de fondo.
“El consumidor actual no da prioridad a comprobar manualmente el nivel de aceite. Con un sensor, esa información se le presenta cada vez que pone el contacto. Esto es ingeniería orientada al cliente", afirma Dale Jewett, portavoz de Stellantis, que lanza por primera vez en Estados Unidos un motor sin varilla de aceite (el nuevo seis cilindros Hurricane).
Mercedes-Benz no fabrica turismos con varillas de nivel de aceite. Con el sistema digital, el conductor ve el nivel de aceite cada vez que arranca su coche y recibe alertas o avisos en la pantalla si el nivel baja a un nivel muy bajo. La idea es que el cliente no tenga que preocuparse periódicamente de comprobar el nivel de aceite de su coche. Éste ya le avisará si algo va mal.
Con el sistema de varilla de toda la vida "el cliente tiene que abrir el capó. Puede que se ensucie las manos. No es la forma moderna de hacer las cosas", afirma Crossen. Además, con el sistema digital existe la percepción de “mira lo que puedo hacer desde mi pantalla central", añade.
Esta es la razón de cara al cliente. De puertas adentro, las razones son más variadas y menos altruistas. El aceite es la sangre del motor, es lo que hace que funcione correctamente. Un cliente que no comprueba el nivel de aceite de forma periódica puede no darse cuenta que su motor corre peligro, con graves fallos mecánicos a la vista. O si el cliente lo comprueba mal, por ejemplo con el coche en una pendiente.
Ya sea por falta de aceite, o por haber rellenado más de la cuenta, el motor podría acabar rompiendo o con graves y caros fallos mecánicos. Sea de quien sea la culpa, es una mala experiencia de usuario que desemboca en una insatisfacción del cliente y una mala imagen de marca. Con el uso de sistemas digitales, las marcas quieren evitar potenciales litigios y una mala imagen, algo que a la larga es mucho más costoso.
Existe otra razón por la que los fabricantes optan por sistemas digitales en lugar de la varilla de siempre, la información sobre la salud y el uso del motor.
En los coches con varillas, el ordenador del motor (la ECU) no registra el nivel de aceite. La baja presión de aceite, a menudo causada por niveles bajos de aceite, activa un código de avería que se almacena en el ordenador del coche y el encendido de la luz de revisión del motor para alertar al conductor de un posible problema.
Pero un motor puede tener un cárter con la cantidad adecuada de aceite y también tener baja presión de aceite. Esto puede deberse a un fallo de la bomba de aceite o a impurezas en el aceite, por ejemplo.
La posibilidad de almacenar toda esta información gracias al sistema digital podría suponer una diferencia significativa a la hora de determinar las causas de las averías de un motor. Las marcas se estarían protegiendo de las costosas reclamaciones en garantía.
A día de hoy, no está claro si el coche almacena toda esa información. Sí se sabe que conservan los registros de nivel de aceite (si el cliente no ha atendido al posible bajo nivel de aceite y hay un fallo motor grave, sería culpa suya), pero más allá de los niveles de aceite las marcas guardan silencio.