Las continuas llamadas de atención de Sergio Marchionne a otras marcas y grupos para una posible alianza, las escasas novedades que salen del grupo FCA y su limitada inversión han colocado al grupo el cartel de 'se vende' de manera implícita. Ya analizamos concienzudamente hace unos meses si realmente al CEO de FCA no le queda otra opción que vender o ésta ha sido su estrategia desde que tomó las riendas de Fiat. Ahora parece un poco más claro.
Tal y como informa Automotive News, los fabricantes chinos andan tras FCA tras la presión del gobierno para que se adquieran empresas extranjeras. Al parecer, un conocido fabricante de automóviles chino ha hecho una oferta que Marchionne ha rechazado por ser insuficiente.
Sí pero no
Según fuentes cercanas a la industria, ya han sido varias las veces que empresas chinas han tanteado el terreno en reuniones con el fabricante neerlandés. Y uno de estos fabricantes ha hecho una oferta para comprar Fiat Chrysler Automobiles, oferta que se ha rechazado por considerarse insuficiente.
Se ha apuntado a que algunas de las empresas interesadas en la adquisición podrían ser su socio, Guangzhou Automotive Corporation, Dongfeng Motor, Great Wall o Zhejiang Geely Holding Group.
Cualquier venta probablemente involucraría las altamente rentables marcas de Jeep y Ram, así como Chrysler, Dodge y Fiat, pero excluiría Maserati y Alfa Romeo. Esas dos marcas se separarían, al igual que Ferrari, para maximizar las ganancias de Exor, la compañía controlada por la familia Agnelli, que posee una participación mayoritaria en FCA. Todo esto en un hipotético caso de venta, ya que FCA no ha oficializado negociación alguna.
¿Por qué esta presión por parte de China? Tal y como ha informado Bloomerg, las compañías chinas planean gastar 1.500 millones de dólares en la adquisición de compañías extranjeras durante la próxima década. Esto equivale a un 70 % de aumento en comparación a los niveles actuales.
Y es que una directiva gubernamental denominada China Outbound empuja a las empresas chinas a adquirir activos internacionales de sus industrias y operarlos con éxito, como Zhejiang Geely ha hecho desde que adquirió Volvo en 2010.
El mercado chino está cobrando tal importancia que ya es el más grande del mundo, en concreto 1,5 veces mayor que el estadounidense. Teniendo en cuenta la enorme demanda de automóviles en China y la posición de Marchionne de hacer al grupo lo más atractivo y rentable posible para los accionistas, es cuestión de tiempo que se anuncie oficialmente la venta de FCA.
Y así, Marchionne se podrá olvidar de pagar la inversión en nuevos modelos o de cerrar fábricas, porque un gigante chino tendrá que hacerlo.